Por: Leonardo Granados/ La administración Municipal de Barrancabermeja a través del entonces alcalde Elkin David Bueno Altahona, mediante Convenio 363 de 2013 con la empresa Aguas de Barrancabermeja ESP, planearon de “buena fe” la construcción de la PTAR de Lixiviados. Dicho convenio tenía por objeto “(…) aunar esfuerzos con el fin de realizar obras para la disposición final de residuos sólidos en el municipio de Barrancabermeja”, el cual se firmó por $3.892 millones 068 mil 977 pesos, para la construcción de la planta de lixiviados, el proceso de clausura y pos clausura de las celdas transitorias donde se dispusieron los residuos sólidos de la ciudad. Es de anotar que el término de ejecución era de seis meses, sin embargo se suspendió por casi 2 años y no se construyó la planta de lixiviados, generando con ello la contaminación del caño Las Marías, que desemboca en la quebrada El Zarzal y de ahí a la Ciénaga San Silvestre.
Según el Boletín 007, la Corporación Autónoma Regional de Santander (CAS) del 19 de febrero de 2013, ordenó la suspensión inmediata de las actividades del relleno sanitario de Barrancabermeja, mediante acta de imposición preventiva en casos de flagrancia y ordenó la suspensión inmediata de las actividades del relleno sanitario La Esmeralda de Aguas de Barrancabermeja, ubicado en el Km. 8 sobre la vía que conduce a San Vicente de Chucurí.
Según el Ingeniero Ambiental de la CAS, Querubín Rivera Castañeda, la medida preventiva con fecha del 14 de febrero de 2013, fue impuesta debido a que “el talud o terraplén de la celda en operación, localizado frente a la caseta de lixiviados, se fracturó en un tramo de 30 metros lo que podría ocasionar su derrumbe”.
La Corporación mediante resolución 418 de agosto 25 de 2011, ya había requerido a Aguas de Barrancabermeja para que realizara los trabajos de recuperación del talud, exigencia que fue omitida en su totalidad. (Gerente de la época, Jorge Norberto Ferreira).
Rivera Castañeda aseguró que durante la visita de inspección ocular, pudo evidenciar que el caño del costado nororiental de la celda se encontraba totalmente lleno y contaminado con lixiviados provenientes de las celdas; además de comprobar que frente a la piscina de la celda transitoria se encontraba un vertedero donde se observaron lixiviados a 15 metros del cauce de una corriente existente en el lugar.
En concepto técnico emitido por la Procuraduría de fecha 4 de 2013, aparece en alguna de sus conclusiones textualmente: “Se llama la atención por parte de la Procuraduría en su parte técnica la manera irresponsable e inadecuada de la operación del llamado botadero La Esmeralda, y del descuido en los trámites administrativos por parte de la Alcaldía de Barrancabermeja para dar solución definitiva a un sitio adecuado para la disposición final de los residuos sólidos, que desde que se otorgó la licencia ambiental, en octubre de 1997, el mismo POT vigente del año 2002, el PGIRS inicial del año 2005, se ha solicitado dar cumplimiento con lo establecido en la licencia ambiental, por la inadecuada operación del sitio de disposición, inadecuado tratamiento de lixiviados, permanente basura descubierta generando insectos, moscas, mosquitos, roedores y gallinazos, afectando la salud de los mismos recicladores de la zona y de la misma población que reside a los alrededores y lo más grave aún, la permanente contaminación de la Ciénaga de San Silvestre en donde por más de 10 años, por conducción, derrame y filtración, aporta los lixiviados del botadero a la Ciénaga que se encuentra supuestamente protegida por un DRMI. Por eso se reclama, de una seria investigación disciplinaria a los diferentes alcaldes que han sido responsables desde el inicio del Botadero de La Esmeralda y por parte de la Entidad Ambiental que ha sido consecuente con el proceso”.
Como prueba de estos hechos, la Contraloría Municipal de Barrancabermeja en cabeza del doctor Juan Carlos Stapper quien dio a conocer el informe de auditoría del año 2014, donde se concluyó hallazgos fiscales, disciplinarios y administrativos y además daños ambientales, pues afirma que con la no construcción de la planta PTAR de lixiviados se destruyó el caño costado norte y se está contaminando la quebrada El Zarzal y la Ciénaga San Silvestre, es decir, donde se capta el agua del acueducto. En la actualidad se han invertido $7.300 millones y a la fecha no existe planta de lixiviados, lo que ha generado contaminación a la ciénaga y en el estudio de la Universidad Pontificia Bolivariana (UPB) se identificó contaminación a la ciénaga por metales pesados como mercurio, amonio, zinc, cadmio, fenoles entre otros. Esto es grave en la medida que la Administración Municipal debió aplicar el principio de prevención ambiental, por cuanto se estaba afectando la fuente captadora del acueducto.
De la segunda adición de $3.500 millones al convenio inicial, la Contraloría en el informe de enero de 2017, también determiné nuevos hallazgos disciplinarios, fiscales y penales que del texto original de la auditoria se expresa:
“Análisis de la respuesta. Una vez corroborados los argumentos expuestos por Aguas de Barrancabermeja no se acepta la respuesta, debido a que el sujeto activo de contratación es Aguas y depende de la Empresa presentar en el informe final de ejecución donde se evidencien todos los aspectos técnicos, financieros, contables y administrativos, del objeto contractual, autorizado por el supervisor, además el acta final suscrita por el supervisor y cooperante” (Ver informe final de Auditoría).
“(…) Este Ente de Control concluye que el contrato 002 de 2016 se canceló, como se evidencia en el comprobantes de egreso No EGR1233 con un valor causado de $131’263.993 generando un valor efectivo de caja de $109´084.906, quedando un saldo por pagar de $306´282.652, constituyéndose una observación administrativa, con incidencia fiscal por valor de $109´084.906, disciplinaria y penal”.
Debo advertir que aguas de Barrancabermeja debe evitar pagar ese saldo de $306´282.652, pues la Fiscalía ya tiene adelantado la investigación penal mediante noticia criminal radicada N°2015-0306 en contra del actual Gerente Sergio Amarís y otros funcionarios, y ante tantos actos de corrupción la Fiscalía General de la Nación debe actuar con prontitud (imputación), pues en esta entidad -quedó claro- existe un problema grave de corrupción, pues la Contraloría en dos auditorías demuestra los graves actos de corrupción, por ello ese ente de control debe convocar los comités de moralización, entre ellos a la Procuraduría y la Fiscalía para avanzar en las denuncias que hemos impetrado en la lucha contra la corrupción por la reivindicación de la ética en lo público.
Ahora con el nuevo megaproyecto de la PTAR San Silvestre a cargo de Aguas de Barrancabermeja, situación que hoy atraviesa el proyecto Planta de Tratamiento de Aguas Residuales San Silvestre se veía venir. La Alcaldía y el acueducto confirmaron que el proyecto no ha podido ejecutarse porque faltan $50 mil millones.
Y se veía venir porque entre Ecopetrol, la Alcaldía, la Gobernación y la Nación hay asegurados $123 mil millones; pero estos recursos se aportaron en el año 2013. Luego de cinco años en espera, por supuesto, este dinero no alcanza para ejecutar la obra.
Obra que es el pilar del denominado Plan de Saneamiento Hídrico, un macroproyecto que pretende recolectar más del 90% del agua residual de Barrancabermeja, para que no caiga directamente en los cuerpos de agua de la ciudad, como pasa hoy. Sin embargo, sin la PTAR San Silvestre, que es la que tratará estas aguas, todo el proyecto no es más que tubos y concreto. Sin embargo poner estos millonarios recursos en manos tan cuestionadas, qué futuro va tener esta mega PTAR, se podría decir sin el más mínimo asomo de dudas que lo mismo de la PTAR de lixiviados.
El llamado es al Concejo Municipal, que ahora se pretende mediante acuerdo, direccionar los recursos del crédito de las viviendas, para destinarlos o sumarlos para el cierre financiero de la PTAR San Silvestre. Se observa una velocidad, un afán administrativo de dos gerentes con problemas serios con la justicia y en la lucha contra la corrupción se debe cambiar al gerente del Acueducto, para que no terminemos con PTAR-DOS sin resultados.
Correo: ralegc@yahoo.com – Facebook: Leonardo Granados Cardenas