Por: Jesús Heraldo Rueda Suárez / ¿Qué país nos entregó la creación? ¿Qué país estamos construyendo?
Colombia nuestro país es:
1- Un país con la mejor ubicación geográfica.
2- El sexto más rico en recursos hidrográficos.
3- La mejor selva tropical.
4- Tres cordilleras.
5- Dos mares.
6- Variedad de ecosistemas.
7- Fauna, flora, variedad de especies y aves exóticas.
8- Recursos minerales (oro, carbón, petróleo, níquel, plata, esmeraldas, por nombrar sólo unos).
9- Rico en agricultura por sus climas frutas, verduras, hortalizas, etc.
10- Ganadería porcicultura, caprinos, etc.
11- Industria, comercio, empresa.
12- Productos líderes como: flores, café, aguacate, banano, azúcar.
Colombia podría ser una potencia mundial, sin pobreza, pero la han administrado mal, todos, no se trata de derechas e izquierdas, todos los gobiernos de turno, desde el alcalde del municipio más pequeño, pasando por gobernadores, congresistas, senadores, ministros y presidentes, con la complicidad de quienes los hemos elegido.
Ya que la naturaleza nos premió con esas riquezas, ¿qué necesitamos? Miremos a otros países, necesitamos senadores de Noruega, legisladores de Alemania, jueces de Italia, carceleros de Corea, policía de Tailandia, presidentes como el del Salvador o de Croacia, pena de muerte como en China, manejo de impuestos como en EE.UU., sistema de salud como en Canadá y educación como la de Japón.
Difícil de entender que tenemos lo que muchos países quisieran que la naturaleza les hubiera dado, pero no tenemos el amor, la empatía, la honestidad, la responsabilidad, la solidaridad, la equidad, la paz, el respeto por la vida, la tolerancia, la justicia y la entrega por nuestra patria.
Estamos construyendo un país sin valores, donde campea la intolerancia, el irrespeto, la inmoralidad, la corrupción, la injusticia; pasamos del no importa “que roben con tal de que hagan obras”, a que las obras valgan hasta diez veces más de lo presupuestado, (Reficar, Túnel de la Línea, Chirajara, los Nule, etc.), el solo hecho de aceptar el que no importa que roben con tal de que hagan obras es de por sí una clara muestra del Estado en que estamos.
Nuestros niños, un país que en solo cuatro meses asesinan a 213 menores de edad, que la violencia intrafamiliar es cada vez más creciente, que el número de femenicidios es preocupante, crecen las masacres, Colombia requiere de un alto en el camino, donde los principales sectores, económicos, religiosos, educativos, comunidades, políticos y agremiaciones nos sentemos y reconstruyamos este país porque a este ritmo nos van a doler las nuevas generaciones
Lo malo no es ser de izquierda, ni de derecha. Lo malo es haber perdido el sentido común y haber caído en un miedo a la paz y una alergia a la tranquilidad permitiendo que impere el mal y las fuerzas oscuras y que por nuestra falta de actuar dejemos que se roben un país inmensamente rico como el nuestro
Contamos con una gran cantidad de recursos naturales pero su proporción en relación a la producción es muy baja. Si revisamos, la mayoría de los productos que consumimos son importados, así:
Maíz de Argentina y Ecuador; frutas de Chile, Canadá y España; lácteos de Holanda; Cacao de Estados Unidos y quien lo creyera, café de Uruguay y China; harina y azúcares de Bolivia y Estados Unidos y, ¿esto por qué sucede? Por la falta de inversión y los malos manejos de los gobiernos en cuanto a apoyo al campo.
Lo mismo sucede en otros sectores como la salud y la educación, duele este escenario porque somos un país biodiverso, sin desconocer que producimos, pero esa producción no alcanza para satisfacer la demanda interna ¡quien lo creyera! dado que contamos con los campos, los climas y la mano de obra, y que decir de la materia prima que se nos va y nos envían el producto terminado a un costo alto ejemplo el sector textil.
¿Qué debemos hacer? ¿Qué país estamos construyendo o destruyendo? El problema nuestro es de índole cultural, necesitamos de un aporte tecnológico en la industria para abrir mercados con productos terminados y no enviar la materia prima, para lograr este cambio es necesario un despliegue tecnológico de la industria para que ya no solo se produzca materia prima, ¿dónde están los embajadores abriendo mercados y haciendo gestión? Son solo cargos aburguesados de cocteles y vida social.
Qué decir del tema educativo, donde acceder a la educación superior es difícil para los sectores menos favorecidos los cuales son la inmensa mayoría y que lastimosamente terminan siendo obreros en el eslabón de la cadena económica y productora del país, por ello no se crean nuevas empresas, no se apoya el emprendimiento y eso hace que tengamos uno de los índices de desempleo más alto de américa latina, superior a Chile, Argentina, Brasil y México.
Nuestra juventud no encuentra la oportunidad de educarse, raramente acceden a empleos formales y bien pagos, en su mayoría adquieren empleos informales que no tienen las condiciones prestacionales para garantizar una calidad de vida y esto como consecuencia trae el crecimiento de la clase baja del país dado que esto se convierte en un círculo vicioso.
Colombia es un país donde la riqueza se concentra en unos pocos mientras la inmensa mayoría apenas sobrevive y en los principios básicos de la economía a menor población con capacidad adquisitiva menor será el crecimiento de la industria y la economía.
¿Cuántos de esos adalides de la bondad y la honestidad existen dentro de los honestos? Da risa tanta ridiculez y pobreza en el discurso. Piden cárcel, pero se roban la plata de la alimentación, de la salud de niños y ancianos; ¿cuántos de ellos mueren de hambre o por falta de atención médica?
Da vergüenza la pobreza del argumento. Da tristeza un público que critica y hace viral un sudado de pollo y tolera el narcotráfico, la compra de votos, el nepotismo y la corrupción como secretos a voces. O como decía Garzón, se aterran de una grosería en público, pero ven normal un niño limpiando vidrios en los semáforos, un público que admira más a un reguetonero o a un influencer que a un médico, o un empresario honesto.
Cuanta falta hace aprender a ser pensadores críticos y dejar de ser un país violento, fomentemos una cultura basada en el respeto al pensamiento del otro, basta ver las redes sociales que se convirtieron en sitios de odios. Esto solucionaría en gran parte, los problemas ideológicos que el país ha tenido durante décadas, evitando la violencia como recurso.
Debemos ser un pueblo librepensador, crítico y consiente que las acciones individuales, de quienes elegimos, repercuten seriamente en el bienestar personal y el progreso de nuestra nación, por ello tomemos decisiones con un tinte de análisis, de información, si procedemos bajo esos parámetros alcanzaremos el objetivo de tener ciudadanos reflexivos y analíticos en el momento de elegir a nuestros gobernantes, esto ya sería la mayor ganancia, porque ésta es la raíz de los problemas, se vende un voto o se cambia por unas dádivas o ya no tendrían que ver al Estado en una relación vertical, de abajo hacia arriba, sino que se convertiría en una relación donde la sociedad observa a sus gobernantes de arriba hacia abajo, restaurando el objetivo de los funcionarios públicos y, a su vez, retribuyéndoles su verdadero objetivo como veladores del bienestar común sin obtener ventajas ilegítimas de sus cargos; es decir, acabando con la corrupción, los conglomerados políticos y el abuso de poder.
El pensamiento crítico se construye con base en un sentido de pertenencia. Si desde el Sistema Educativo no se implementa la formación de un sentido de pertenencia nacional general para formar una identidad clara, tanto individual como nacional, no se estarán formando pensadores críticos.
Cambiemos, hagamos un alto en el camino y veamos la riqueza que nos rodea a la cual solo le falta que quienes tenemos el privilegio de habitar en ella le demos el mejor uso.
*Profesional en Mercadeo
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