Por: Claudia Acevedo/ Reflexionemos: Siempre que hacemos algo queremos que nos salga tal y como lo planeamos dado que en esto le hemos invertido tiempo y dedicación, pero cuando no es así nos frustramos e incluso nos enojamos con nosotros mismos o con quienes están a nuestro alrededor.
En nuestra vida cotidiana realizamos múltiples actividades como trabajar, estudiar, compartir en familia y al realizar esta tarea implica organización y cuando no salen como las planeamos ponen a prueba nuestra reacción emocional. Lo cual implica reacciones como frustración, ansiedad, llanto y rabia.
Mientras vivimos, estamos sometidos a una gran variedad de actividades que ponen a prueba nuestra manera de reaccionar a ellas. La vida cotidiana se encuentra llena de estímulos que producen ansiedad, miedo, frustración e ira. Ya sea en un trabajo, una reunión social, un almuerzo familiar o en un examen, nos encontramos rodeados de exigencias de los demás y puede ser complicado lidiar con ellas.
En muchos casos, los seres humanos encuentran formas de aliviar las emociones producidas por este tipo de situaciones que pueden afectar el rendimiento en cualquier ámbito de la vida. Sin embargo, existen personas que tienen dificultades en el manejo de las emociones en la vida social y esto puede traer consecuencias negativas.
En diferentes casos los seres humanos hemos encontrado formas de liberar nuestras emociones producidas por estas situaciones que pueden afectar el rendimiento en cualquier ámbito de nuestra vida. Sin embargo, existen personas que se les dificultan el manejo y control de emociones en nuestro ámbito social y esto puede generar consecuencias negativas.
El miedo a perder el control de las situaciones es derivado a un trastorno de ansiedad que consiste en la evitación de situaciones que podrían provocar una perdida de control de determinada situación. Este miedo esta relacionado con la presencia de ataques de pánico que influyen en el dominio de la ansiedad. Estos síntomas pueden generar problemas a la persona que padece ansiedad ya que su área social puede verse afectada.
Según el DSM-V este trastorno de la ansiedad se denomina Agorafobia. Algunas de las principales características del miedo a perder el control son:
El Miedo o ansiedad intensa acerca de diferentes siguientes situaciones se da con temor a actividades como usar el transporte público, estar en espacios abiertos, estar en espacios cerrados, estar en el medio de una gran cantidad de personas o estar solo/a fuera de casa. Evitación de estas situaciones bajo presión tiene su justificación en el hecho de que la persona no tendría herramientas para dominar estos posibles momentos, por ejemplo, el caerse en público. Por eso, las situaciones antes mencionadas son evitadas con una gran intensidad. El temor o la ansiedad es mayor al peligro real que representan las situaciones. Los signos y síntomas de la ansiedad duran seis meses o más. Deterioro de las relaciones interpersonales el temor, la ansiedad y la evitación producen un deterioro en las relaciones sociales, laborales y familiares.
Los síntomas que aparecen en las personas que padecen este miedo a perder el control se encuentran dentro de los criterios implementados por el DSM-V para diagnosticar este cuadro clínico. Sin embargo, hay algunas manifestaciones físicas que se pueden presentar. Asociados al miedo a perder el control o quedar ante una situación por no salir las cosas como queremos. Algunos de estos síntomas son mareos, aumento de la frecuencia cardíaca, dolor en el pecho, diarrea, náuseas, sudoración, dificultad en la respiración, escalofríos repentinos, malestar estomacal.
Es importante recordar que los síntomas antes mencionados se manifiestan frente a situaciones sociales en las que existe un temor a la exposición. Aun así, la existencia de alguno de estos síntomas no representa necesariamente que se tenga miedo a perder el control. El diagnóstico de Ansiedad debe ser realizado por un profesional de la salud, no se auto diagnostique si reconoce los síntomas asista al psicólogo y psiquiatra para que estos le indiquen un tratamiento adecuado.
Para identificar el trastorno debemos entender las causas que generan el miedo a perder el control, por tanto, mencionaré algunas causas asociadas a este trastorno de ansiedad.
Haber pasado por experiencias desagradables, puede darse que hayamos atravesado situaciones que nos han producido un gran miedo, ansiedad y/o estrés. Cuando no contamos con herramientas para manejar estas emociones, es posible que reaparezcan a lo largo de la vida y con más intensidad. El duelo, cuando fallece de algún ser querido o haber atravesado una pérdida muy significativa en la vida, puede ser un factor desencadenante de temores prolongados en el tiempo. Los ataques de pánico, una persona que haya experimentado un ataque de pánico habrá sentido la sensación de que iba a morir en alguna situación determinada. Cuando esto ocurre en presencia de otras personas, este temor puede persistir y aparecer en muchas situaciones de la vida cotidiana.
El miedo a perder el control puede tratarse. Con tratamiento psicológico, identificando los signos y síntomas, afrontar nuestros temores, exponiendo gradualmente al paciente a situaciones de temor para modificar sus pensamientos, emociones y creencias; ya sea desde cualquier enfoque en el que trabaje el terapeuta esto puede ayudar a superar el miedo a perder el control. Así no olvides dedicar tiempo a tu salud mental esto te dará bienestar.
…
*Psicóloga y Co-fundadora de la LICMA Liga del Conocimiento y Salud Mental.
Facebook: LICMA Liga del Conocimiento y Salud Mental
Instagram: @ligalicma – @ca_psicologa