Por: Carlos Andrés Mahecha Silva/ No cambia la situación política para nuestras regiones, considero que es indispensable una reforma política que esté acorde con la actualidad, la necesidad y los intereses; para que esta se dignifique y obtenga una imagen más favorable, puesto como se está llevando no es más si no el canal al cumplimiento de intereses personales y de pequeños grupos políticos, muestra de ello es el accionar actual de los partidos políticos para la asignación de avales y su manejo, ya que para nadie es un secreto que el aval no se le otorga a la mejor hoja de vida, o al que tenga un trabajo con la comunidad, o experiencia en lo público, si no a quien les garantice un buen capital económico y una victoria segura haga lo que se haga cueste lo que cueste.
Los grandes patrocinadores no son más si no los partidos y movimientos políticos, quienes no disimulan el actuar poco ético, amparándose en las facilidades legales que se les da, no es justo con los precandidatos que a doce días de iniciar campaña a elecciones territoriales no haya aval, numero, ni certeza de si se es o no candidato, que por el contrario se escuchen rumores de cuanto puede valer un aval a una gobernación, alcaldía, asamblea o concejo. O como los parlamentarios entran a avalar a sus candidatos, a presionar a favor de unos o bloquear a otros según el interés. Por eso la mala imagen, sin decir que el equivocado sea la institución como partido, sino de las personas quienes lo dirigen, mismas personas que cuando ven que un partido les resta en vez de sumar, buscan ampararse en los grupos significativos ciudadanos y recoger unas firmas que les permite iniciar campaña meses antes que los demás.
No es en vano que cargos de elección popular como la gobernación de Cundinamarca o alcaldía de Bogotá lleguen dos candidatos cada uno con el apoyo de 4 o más partidos políticos, ya que a estos no les importa si el candidato al que apoyan lleva sus banderas ideológicas o éticas, si en el pasado fue adversario, solo les importa sumarse a la campana ganadora para luego pedir participación burocrática, ya no importa que su partido no tenga candidato propio importa unirse o ganar, sin decir que sea ilegal, pero no ético ni coherente que ciertos partidos y personajes se una con la única finalidad de ganar y repartir, porque lejos que el motivo sea el bienestar para la región la ciudad, esto es lo que lo hace triste y vergonzoso.
Por qué los partidos no han evolucionado a la par con las necesidades, gustos, realidades de los electores, esto demuestra la incapacidad y la necesaria reforma política del sistema electoral, sus instituciones y las organizaciones políticas. Esto sin la intención de quitar la más grande e importante responsabilidad que es del ciudadano quien vota, si este actor en todo este proceso electoral no actúa con sensatez, responsabilidad, transparencia, objetividad no va a pasar anda, todo seguirá igual o peor.
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