La extraña -y aparentemente ilegal- elección de la mesa directiva para el 2022 del Concejo de Barrancabermeja, llega en un momento clave en materia política. Las nuevas mayorías le apostaron a todo por el todo, se fueron por la elección del contralor, la adición presupuestal, el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) y la aprobación del presupuesto.
Y para asegurar sus dividendos, el Concejo debía romper el cordón umbilical con el alcalde Alfonso Eljach. 12 horas antes de la sesión, los concejales decidieron no cumplir con los pactos políticos que desde el primer año se habían trazado.
De hecho, no es extraño que se diera tal situación, debido a que varios de ellos están estrenando curul, tras la sanción que recibieron los que inicialmente se juramentaron el 1 de enero de 2020.
Entonces, los nuevos concejales, unos sin experiencia y otros con filosos dientes, decidieron apartarse de la Administración, lo que evidentemente es un duro llamado de atención para el mandatario distrital, quien deberá reinventar la forma de relacionarse con el Concejo.
Corrillos consultó a Pedro Severiche, Édgar Rodao y Daniel Barba Llanes, tres influyentes analistas políticos del Puerto Petrolero, para que analizaran lo que a su parecer pudo haber derivado la desbandada.
Además, este medio habló con el polémico dirigente Erwin Jiménez, quien evaluó la situación política, las críticas generadas en su contra y lo que a corto tiempo se podría registrar con esta nueva mesa directiva.
Un claro mensaje
En la sesión del Concejo, del martes 5 de octubre, Alfonso Eljach recibió un mensaje contundente: “El control de la corporación ahora es nuestra” y para que el alcalde lo recibiera fuerte y claro, las nuevas mayorías eligieron al concejal de oposición, Jonathan Vásquez, como el timonel del próximo año.
Jonathan, quien lleva dos derrotas a la alcaldía, la primera en 2015 cuando obtuvo 20.700 votos y en 2019 con 33.716; logra volver a ser protagonista de primera línea. Sin embargo, su tarea al frente del cabildo queda en el ojo del huracán, debido a que muchos creen que su elección es tan solo un acto de revanchismo político.
“El hecho de elegir a Vásquez como presidente, segundo en las elecciones de alcalde, es una forma de coalición de mostrarle los dientes al mandatario local Alfonso Eljach”, dijo el director de Enlace Noticias, Pedro Severiche.
El comunicador estima que “esta una prueba de fuego para el propio Vásquez en su carrera política, si su intención de ser alcalde de Barrancabermeja” y resaltó que “más que un reto al alcalde, es un desafío al poder político local que ahora ostenta la familia Jiménez, quienes hoy tienen la presidencia del Concejo e injerencia importante en el ejecutivo”.
En esa accidentada sesión fue elegido como primer vicepresidente el concejal Edson Rueda y como segundo vicepresidente Darinel Villamizar.
¿Fue ilegal la elección?
Antes de la elección de la mesa directiva, la presidenta actual del Concejo, Diana Jiménez Becerra, decidió levantar la sesión por considerar que se habían violado los protocolos de bioseguridad al interior del salón de sesiones. La corporada aduce que el funcionario a cargo de velar por el cumplimiento de estos protocolos, informó oficialmente que el aforo se había violado.
“La presidente fue informada que solo podían ingresar 18 personas al recinto de sesiones, pero que se pudo evidenciar que habían 52, situación que llevó a que ella, luego de informar la situación, levantara la sesión”, explicó Erwin Jiménez, a quien se le identifica como el mediador entre el alcalde y el Concejo.
Sin embargo, aunque la concejala Jiménez levantó la sesión, 11 cabildantes decidieron continuarla, al parecer de manera ilegal.
“Con la presidenta también se retiraron cinco concejales más. 10 minutos después se retiró el secretario del Concejo, quien esperó un tiempo prudencial en la plenaria para que se surtiera el trámite de demandar la sesión y si así se decidía, continuarla eligiendo una mesa directiva ad hoc”, explicó Erwin Jiménez, quien en dos ocasiones fue concejal de la ciudad.
Pero el trámite -tal como lo establece el reglamento interno- no se cumplió. De hecho, durante casi 40 minutos, la sesión se adelantó sin secretario. Y solo hasta el final, cuando se hizo la elección de la mesa directiva se eligió a una funcionaria de la corporación como ‘notaria’ para esa sesión.
Para Jiménez, lo que se hizo a partir de que la presidenta levantara la sesión no es legal, de hecho, aunque confirmó que no se ha solicitado la anulación de dicha elección, dejó entrever que se están recolectando las pruebas que permitan demandar ante el Tribunal Administrativo de Santander la controvertida sesión.
Intento de saboteo, otra hipótesis
Además de la supuesta violación a los protocolos de bioseguridad, el periodista Daniel Barba Llanes, director del portal El Pregonero, dijo a Corrillos que durante la transmisión en vivo de la sesión pudo evidenciar problemas en el audio, que, a su criterio, pudieron ser provocados a propósito.
“Yo seguí toda la transmisión por Facebook, escuché que mientras un concejal tenía la palabra, se escuchaban otros sonidos lo que no permitía entender lo que se decía. Yo personalmente le informé a tres concejales para que bajaran el sonido del mixer porque se estaba filtrando”, explicó.
Para Barba Llanes, la presidenta del Concejo fue ingenua, “ella dice que alguien le informó que no había sonido en la sesión virtual -de hecho, yo bajé ese video de esa transmisión- y por eso levanta la sesión”.
Recordó que una vez se levanta la sesión, la transmisión también se termina “y luego siguió el maremágnum de la elección y es ahí donde le dan golpe de estado a Erwin Jiménez”.
Agregó que, si fuera cierta la violación del distanciamiento social, la sesión no hubiera comenzado. “El Concejo utiliza todos los argumentos para evitar la sesión, lo que ha llevado a que los concejales de las nuevas mayorías se hayan irritado más”, indicó.
¿Hubo manos oscuras?
Para Erwin Jiménez, 24 horas antes de la elección de la mesa directiva, había unas mayorías en favor de la elección de La Chiqui Santiago, la concejala que entró hace una semana a la corporación y que estuvo acompañando a Eljach como secretaria en dos de los despachos municipales.
“Pero 12 horas antes, algo raro sucedió”, dijo el exconcejal.
Corrillos tuvo acceso a una información en la que, al parecer, hubo el anuncio de entregar dineros a los concejales para que votaran por Jonathan Vásquez, en vez de La Chiqui.
Según los comentarios, un famoso contratista con tentáculos en varios municipios de Santander de nombre Jorge Arguello, conocido como ‘El Bachiller’ habría puesto sobre la mesa $2 mil millones para repartirlos entre los concejales que decidieran darle la espalda al gobierno Eljach.
Según explicó la fuente, el negocio por debajo de la mesa lo habría coordinado el propio concejal Vásquez, sin embargo, el corporado no se ha referido al tema. Y sobre esa información se consultó a Jiménez, pero éste solo atinó a decir: “Es lo que se dice, pero si eso llega a ser cierto, lo único que persigue El Bachiller es presionar al alcalde para que le de juego en la contratación, algo que seguramente Alfonso (Eljach) no va a aceptar”.
Para el director del portal Barrancabermeja Virtual, detrás de la elección de Jonathan Vásquez hay grandes intereses y, por ende, hay pesos pesados intentando mover sus tentáculos.
“Hay muchos pesos pesados en la oposición y cuando se presentan ese tipo de escenarios se debe saber ceder… Hay que aflojar. Imagínese usted este combo, Jhon Moros, Gustavo de la Ossa, Yidis Medina, Edwin Palma, Kelly Ortiz Calao y Darinel Villamizar”, explicó.
Sin embargo, dejó en claro que “el florero de Llorente fue la pretensión de imponer a La Chiqui Santiago de presidente”.
Unas mayorías ‘pegadas con babas’
Aunque se cree que las fuerzas en el Concejo después del ‘golpe de estado’ quedaron 10 contra siete, en la práctica es de 11 contra 6. Y estas cifras se sacan de los 11 concejales que decidieron quedarse hasta el final y participar en la elección de la mesa directiva.
Los concejales Jonathan Vásquez (presidente electo), Edson Rueda (primer vicepresidente electo), Darinel Villamizar (segundo vicepresidente electo), Robert Álvarez, Luis Enrique Sánchez, Kelly Ortiz Calao, César Guzmán Areiza, Juliette Rodríguez Rincón, Henry Correa Caballero, Wilmar Vergara y Morgan Egea Sánchez; eligieron con 10 votos a favor y uno en blanco la cúpula del Concejo para el 2022.
“Siempre vota uno en blanco para salvarse todos en caso de que haya denuncias”, explicó Severiche.
Entre tanto, los corporados Diana Jiménez Becerra (hermana de Erwin Jiménez), Jasser Cruz Gambindo, Edgardo Moscote Pava, La Chiqui Santiago, Jhon Blert y Jhon Jairo García González; se mantuvieron firmes con el grupo inicial que respalda al gobierno.
Y, aunque la intención era la de pegarle un susto al alcalde, éste tiene bajo la manga la estrategia de hablar directamente con los jefes políticos de los concejales que se declararon en contra de la Administración.
Un caso específico es el del concejal de Cambio Radical, Henry Correa Caballero, quien obedece al Representante Ciro Fernández. Si así lo decide el alcalde, podría llamar al orden a Ciro para que enderezca a su concejal so pena de no lograr su respaldo político para las legislativas del próximo año.
Lo mismo podría suceder con el senador Horacio José Serpa, quien deberá poner orden dentro de su partido si desea que Eljach le cumpla con los votos prometidos para su campaña electoral.
“Se dan estas nuevas mayorías justo al inicio de un proceso electoral que seguirá derecho hasta 2023, amén de un intento de revocatoria”, analiza el periodista Pedro Severiche, destaca además que, “las nuevas mayorías ponen a prueba la dirección de los partidos donde el liberal, por ejemplo, está divido entre los senadores Serpa y Lidio García. Lo mimo el MAIS, partido que avaló la candidatura del alcalde Eljach”.
Y concluye: “Está demostrado, eso sí, que estas disputas políticas siempre el ejecutivo lleva las de ganar por simple lógica”.
Se espera que el alcalde Eljach responda al mensaje enviado por las nuevas mayorías, sin embargo, si no lo hace serán los concejales los que deban buscar un acercamiento con él, debido a que estos deben llevarles soluciones a sus electores y sin la ayuda del gobierno pasarán sin pena ni gloria en su paso por el cabildo municipal.
