Por: Raúl Eduardo Barba Rueda/ Retomar la actividad de escritura no ha sido sencillo, aunque han pasado tres semanas desde el acontecimiento del pasquín firmado por las “Águilas Negras” donde tanto a mi como a otras 17 personas se nos declaraba objetivo militar.
También se nos advertía que teníamos un plazo de 24 horas para abandonar los territorios, la comunicación firmada por el Bloque Magdalena Medio de las “Águilas Negras”; además se nos señala de “poner trabas al desarrollo de una región, que costó mucho esfuerzo y vidas humanas limpiar del comunismo y la guerrilla…”
Advirtiendo que en el contexto nacional comunicados de este tipo vienen apareciendo en diferentes ciudades del país en los últimos dos años, firmado por esta organización, frente a lo cual la respuesta de las autoridades de policía y judiciales, es que dicha organización no existe o no tiene presencia.
Este artículo en línea de la BBC nos da luces de: ¿Qué o quienes son las temidas Águilas Negras y por qué las autoridades en Colombia dicen que no existen?
Como lo manifesté en mi intervención el pasado 06 de noviembre en una reunión de seguridad con el alcalde de Barrancabermeja, el sr Alfonso Eljach, las autoridades policiales y judiciales del Puerto Petrolero, ante la no existencia de la estructura criminal de las “Águilas Negras”, quedaría solo una hipótesis o línea de investigación por continuar.
Y es que, frente a la no existencia de dicha estructura criminal capaz de desafiar el monopolio legítimo de la fuerza al estado colombiano y su fuerza pública, solo quedaría referirse a que dicho pasquín corresponde a la actuación de unos “delincuentes cibernéticos” que desde hace un par de años se han labrado un largo historial de actuaciones en el Puerto Petrolero.
Frente a esta línea investigativa, fui muy incisivo y hoy más que nunca reitero si la amenaza es falsa y corresponde a un par de personajes detrás de una computadora, se debe desplegar toda la capacidad institucional, policial y judicial para identificar a estos personajes.
La “falsa amenaza” en si corresponde un desafío al estado social de derecho y a su capacidad de proveer seguridad a sus conciudadanos, por ende, debe desplegarse toda la capacidad institucional para identificar a los que, en mi intervención, denominé: Autodefensas Periodísticas de Barrancabermeja, una bandola encargada de sembrar terror en redes sociales.
Porque como de casualidades está lleno este mundo, ese mismo 03 de noviembre, horas antes de la difusión masiva del pasquín circularon a través de perfiles falsos de Facebook ataques al buen nombre y a la imagen de algunas mujeres que en el Puerto Petrolero han sentado su voz de protesta frente a la actual administración.
Y es que otra de las casualidades de las víctimas de la amenaza, es que la gran mayoría han sido críticos con la gestión del actual alcalde, el sr Alfonso Eljach y tienen denuncias formales instaurada.
En mi intervención del pasado 6 de noviembre, fui uno de los que le manifestó abiertamente al sr Eljach que me consideraba su oposición desde la ciudadanía y que esperaba que dicha oposición no me costara la vida.
También le manifesté mi preocupación frente a otra casualidad, de la narrativa del pasquín se desprende una persecución a comunistas y personas de izquierda, da la casualidad de que hace poco más de un año, previo a un debate para las elecciones de la alcaldía, un asesor del candidato Eljach, hoy asesor del alcalde Eljach manifestó a las directivas de un canal local que se debía vetar mi presencia en un debate porque era: “una persona de izquierda radical”.
A esto se le sumo una especie de perfilamiento que tenía en ese momento la campaña del actual alcalde Eljach, donde tenían una serie de pantallazos de mis publicaciones de mi red social de Facebook.
Fui muy claro al manifestarle al sr Eljach que en la pasada campaña se identificaron a estos personajes, que prefiero referirlos como la Autodefensas Periodísticas, y que era ya hora que ayudara en su desmovilización.
Durante el cuatrienio del exalcalde Darío Echeverry fueron destinados cuantiosos recursos para financiar las actividades de estos personajes siniestros, en una próxima columna pondré en evidencia cada uno de estos contratos.
Hoy 23 de noviembre, han pasado 20 días desde la amenaza y no ha habido información alguna sobre el avance de las investigaciones, si la amenaza es falsa y fueron dos desocupados que se hacen llamar de la guardia pretoriana, tal parece que ha sido imposible identificarlos por parte de las autoridades.
Y si la amenaza es real y obedece a estructuras con la capacidad de desafiar la institucionalidad, la zozobra aumenta día tras día, debido a que la desprotección es evidente y la respuesta ante las medidas de protección ha sido deficitaria por no llamarla precaria.
Algunos de los amenazados han decidido salir de la ciudad debido a que la zozobra es el pan de cada día y no hay respuesta institucional, otros como es mi caso, seguimos en el territorio, pero bajo una suerte de cuarentena.
Lo más grave de la situación es que un periodista que labora a través de una OPS con el Concejo Municipal de Barrancabermeja, encargado de la difusión de contenidos de esta entidad, manifestó en sus redes sociales que no era más que una autoamenaza.
Adicionalmente nos califica de vagos al intentar viralizar las tendencias: #cojanoficio #trabajenVagos, estas afirmaciones de carácter injurioso y que resultan por revictimizarnos a quienes fuimos amenazados, son lamentables sobre todo de un personaje que posee un esquema de seguridad por unas supuestas amenazas.
El panorama de seguridad sigue nublado para quienes venimos haciendo un ejercicio riguroso de denuncia en temas de contratación y medio ambiente, esperemos que defender los recursos públicos y el agua de nuestra ciudad no nos cuesta la vida.
*Especialista en Medio Ambiente y Geoinformatica. Experiencia en Gestión Social para el sector Oil & Gas. Director de la Corporación Observatorio de Desarrollo Territorial.
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