En un nuevo escándalo por irregularidades administrativas podría convertirse la decisión del alcalde de Bucaramanga, Rodolfo Hernández Suárez de solicitarle la renuncia a la Tesorera del Municipio, Jackeline Martínez Rodríguez.
Corrillos pudo establecer con una fuente de la propia Tesorería, que esta mañana Hernández Suárez le solicitó la renuncia a la funcionaria por no haber cumplido su orden de girarle al Área Metropolitana de Bucaramanga (AMB) los recursos de la Sobretasa Ambiental que se recibieron de más por concepto de actualización catastral, la misma que fue declarada ilegal por un juez de la república.
La señora Martínez Rodríguez decidió negarse a la orden impartida por el alcalde, basado en el hecho que esos $20 mil millones que los contribuyentes bumangueses pagaron de más, debían entregarse a la Corporación Autónoma para la Defensa de la Meseta de Bucaramanga (CDMB) y no al AMB, según lo estableció un fallo del Consejo de Estado.
Cabe mencionar que sobre la decisión del Consejo de Estado de eliminar las funciones de autoridad ambiental del AMB, el alcalde Hernández ha estado renuente a aceptarla.
De hecho, pese a la aclaración hecha el pasado mes de febrero por el máximo tribunal de lo contencioso, en el que queda en firme el fallo y la CDMB vuelve a tener injerencia en la zona urbana de los municipios de Bucaramanga, Floridablanca, Girón y Piedecuesta; Hernández ha querido ‘jugarle sucio’ a la sentencia, girándole los recursos al AMB.
En tal sentido, la decisión de la Tesorera de no girarle al Área Metropolitana de Bucaramanga dichos recursos, generó la ira del alcalde, quien de inmediato le exigió su salida del gobierno. La funcionaria entregaría su carta de dimisión este medio día.
Producto de esas decisiones que rayan con lo legal, han salido de la administración varios jefes de despacho. Hace un mes se registró el despido del Director de Tránsito de Bucaramanga, Germán Torres Prieto, por negarse a firmar un contrato para la actualización de la red semafórica –considerado ilegal por el propio funcionario- contrato se ejecutaría con la Sociedad Colombiana de Ingenieros a lo que él sugirió que era imposible, toda vez que la SIC no cumple con la experiencia en red semafórica.
Esta nueva situación complica aún más la gobernabilidad en Bucaramanga, salpicada por graves actos de corrupción.
Hasta el momento la Tesorera Martínez Rodríguez no se ha manifestado al respecto de su dimisión.