Técnicos de semaforización de Bucaramanga hacen reparaciones remotas o manuales, según el daño presentado.
Este lunes a las 6:30 de la mañana los semáforos vehiculares y peatonales de la calle 36 con carrera 15, centro de Bucaramanga se apagaron.
El volumen del tránsito a esa hora no generó mayores riesgos y los carros, las motocicletas, los ciclistas y los peatones supieron sortear el momento para poder hacer el cruce sin sufrir ningún accidente.
Sin embargo, unos segundos después los semáforos de nuevo estuvieron en servicio y el tránsito retornó a la normalidad.
Pero, ¡oh sorpresa! Un minuto después se volvieron a ir los semáforos y ya en ese momento el volumen del tránsito había aumentado.
De nuevo carros, motocicletas, peatones y ciclistas supieron sortear la falta del control semaforizado en el cruce. Un cruce que es crucial en el centro de Bucaramanga.
La demora en poner de nuevo en servicio los semáforos tardó esa segunda vez más tiempo.
En la esquina suroccidental de la calle 36 con carrera 15, de Bucaramanga, hay un armario donde se tienen los controles de los semáforos del sector.
Hasta esa esquina tuvo que llegar un operario que maneja la semaforización en la ciudad.
Explicó que en primer momento pudieron reparar los semáforos desde el centro de operaciones que está en la calle 50 con diagonal quince. Por ello los semáforos regresaron pronto al servicio.
Sin embargo, con el segundo percance no pudieron desde el centro de operaciones reparar el daño y por ello fue necesario ir hasta la caja de controles y hacer la reparación en forma manual.
El experto explicó que los altibajos en el fluido de energía dejan los equipos por fuera. Puso como ejemplo lo que pasa en la casa cuando se baja la luz y se apaga el televisor o el computador.
La gente por lo general se da cuenta cuando se le apaga el televisor de que hubo altibajo en el fluido de energía, pero en general los altibajos son muchos y no siempre afectan los televisores o los computadores en la casa, y por ello la gente no se da siempre cuenta de los saltos en la energía.
Con los equipos que sostienen la semaforización en Bucaramanga no pasa igual, porque son equipos de alta tecnología, más sensibles y eso hace que los semáforos se apaguen o se salgan del servicio con más frecuencia.
Por lo general el arreglo se hace remoto desde la central de operaciones, pero cuando la baja de energía es muy notable, tienen que llegar hasta la caja, generar un salto manual para trasladar energía al circuito que se cayó y recuperar la estabilidad en el fluido energético.
El técnico manifestó que esperaban que esos saltos de energía no fueran tan frecuentes para no alterar la transitabilidad en Bucaramanga.