Por: Laura María Jaimes Muñoz/ Es el momento de acudir a nuestra inteligencia emocional, según Goleman (1995) refiere a la capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos y los ajenos, de motivarnos y de manejar bien las emociones, en nosotros mismos y en nuestras relaciones, la inteligencia emocional “es útil en tiempos de bonanza e imprescindible en tiempos de crisis”, lo que quiere decir que esta constituye el factor común de las aptitudes personales y sociales determinantes del éxito, entonces si es posible, cada uno podría revisar los siguientes componentes y encontrar la resiliencia que necesitamos en nosotros mismos.
Sigue el paso a paso y lo lograrás:
1. Autoconocimiento: Reflexione sobre sus propias cualidades y características; se llega a este proceso mediante la retroalimentación, autoregistro situacional y proyecto de vida.
2. Automotivación: Es aquello que nos motiva a realizar alguna acción para alcanzar una meta que nos hemos fijado y se llega a este proceso resolviendo preguntas como: ¿Para qué estoy aquí? ¿Qué necesito para estar bien? ¿Qué le ofrezco y que me ofrece el mundo?
3. Autocontrol: Es la capacidad consciente de regular los impulsos de manera voluntaria con el objetivo de alcanzar un mayor equilibrio personal y relacional y se llega a este proceso mediante técnicas de relajación, grito anti estrés y expresión emocional a través del movimiento
4. Autoestima: Revisa el sentimiento de valoración y aceptación de la propia manera de ser que se desarrolla desde la infancia, a partir de las experiencias del niño y de su interacción con los demás y se llega a este proceso teniendo en cuenta la autoeficacia y la autodignidad.
5. Empatía: Es la capacidad que tiene el ser humano para conectarse a otra persona y responder adecuadamente a las necesidades del otro a compartir sus sentimientos e ideas de tal manera que logra que el otro se sienta muy bien con él, “es ponerse en los zapatos del otro sin que ello quiera decir que debes caminar con ellos”.
6. Asertividad: Es una habilidad social, es reconocer que todos tenemos los mismos derechos, que todos somos iguales e indica la capacidad para poder expresarse socialmente de forma adecuada.
7. Expresión emocional: Son los mensajes potentes, no verbales, de comunicación, se deben expresar los sentimientos. El no hacerlo puede traernos frustraciones y enfermedades.
8. Solución de conflictos: El conflicto ocurre cuando dos o más valores, perspectivas u opiniones son contradictorias por naturaleza o no pueden ser reconciliadas y se debe llegar a él gran concepto de “ganar – ganar”.
9. Y, por último, cuídate de ti, cuida de tus necesidades básicas. Debemos constantemente involucrar estrategias a promover o mantener la salud física, mental, emocional y espiritual, donde la autorreflexión y la conciencia nos permita identificar tanto los estresores como los apoyos relevantes en el ámbito personal, familiar y profesional.
Es normal que en estos días se pueda llegar a sufrir un cambio en estado de ánimo, pues cambiar el estilo de vida de un momento a otro requiere de esfuerzo mental y físico, es saber que al salir o llegar a casa debemos utilizar cubrebocas, guantes y gafas si fuera el caso, recordar los protocolos para protegerme y proteger al otro, lo que dificulta en muchos casos la respiración y la visibilidad, dan calor, provocan sudoración y suponen una barrera en la comunicación no verbal limitando las relaciones interpersonales.
Por lo tanto, debes tener claro que en este momento de crisis es primero: Protegerte, hidrátate, alimentarte saludablemente, consumir frutas, verduras, frutos secos, semillas, legumbres de temporada y de cercanía, realizar ejercicio físico de forma regular en casa, procura que tu descanso sea reparador, planifica a primera hora del día y dedica un momento para organizarte.
Es importante que recuerdes que estas saludable, que es un día maravilloso, que cada día es una oportunidad para dejar huella y que la alegría, la paz y el amor de tus seres queridos, familiares, amigos, compañeros de trabajo, la naturaleza y el mundo en sí, son el motor para seguir resistiendo y valorando cada instante.
Reconoce tus emociones y acéptalas tal y como son, debemos reconocer que es un momento de incertidumbre, de pérdida de libertad y de cambio continuo, ante lo que es normal sentir ansiedad, inseguridad, frustración o miedo, en el plano emocional pueden aparecer fases de negación, tristeza, rabia y aceptación, reconoce y acepta tus emociones, dales nombre y exprésalas o escríbelas, pues es normal sentirte mal, compártelo con tu familia o con ese amigo de siempre.
Observa tus sensaciones corporales ante esas emociones, si sientes manifestaciones fisiológicas y notas mucha activación, es decir, hiperventilación, temblor, sudor, o enrojecimiento en partes de tu cuerpo, descansa y toma un tiempo para realizar una relajación progresiva (Edmund Jacobson-1920).
Conserva tu equilibrio mente-cuerpo-emoción, la sobrecarga de información actual puede intoxicarnos y ocasionalmente confundirnos más, mantenerse actualizado prudentemente es fundamental, siempre y cuando sean fuentes fiables de conocimiento, dosifica la exposición a los medios de comunicación, redes sociales y grupos de WhatsApp, es necesario que encuentres momentos de desconexión. Evite hablar del coronavirus todo el tiempo. Utiliza la música como catalizador emocional.
“Seamos el cambio que queremos ver en el mundo”: Ghandi.
“Sé fuerte y valiente. No tengas miedo ni te desanimes porque el Señor tu Dios estará contigo donde quiera que vayas”: Josué 9.
Es momento de resistir, tener fe y hacer caso.
*Psicóloga y Especialista en Psicología Clínica y de la Salud.
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Twitter: @LauraJaimesM
