Por: Jairo Vargas León/ El concepto de Gobernanza del Agua tiene varios enfoques, las comunidades indígenas la denominan ordenanza del agua; algunos académicos señalan que no debería calificarse con ese nombre en razón a que lo que se estudia es el rol y la participación de los sectores en el tema y no del recurso vital; para el MinAmbiente el alcance implica la regulación de las relaciones complejas entre grupos diversos a través de criterios de equidad, accesibilidad y sustentabilidad.
La importancia del tema se empezó a posicionar a través del consejo mundial del agua-WWC (siglas en inglés) [1]”. creado en 1996 como ente rector encargado de posicionar en la agenda mundial el derecho al agua, en virtud de esa gestión la Asamblea de naciones unidas celebrada en el mes de julio del año 2000 reconoce el derecho de acceso al agua potable y al saneamiento un derecho humano que se equipara con otros derechos sociales consagrados con anterioridad a este.
Entre el 2000 al 2015 transcurrieron los objetivos del milenio lo cual permitió que los países asimilaran una agenda mundial en torno al cumplimiento de metas, ello permitió que la cumbre mundial de Río de Janeiro celebrada en el 2015 evaluara el proceso y asumiera nuevos retos en atención a ello nacen los diez y siete (17) objetivos de desarrollo sostenible-ODS.
La perspectiva de abordaje teórica está dada desde el escenario internacional en razón a que desde esta mirada se ha generado una mayor comprensión respecto a la complejidad del problema, se ha asimilado una consciencia colectiva sobre la afectación de la sostenibilidad del ser humano y del planeta.
La problemática del agua está asociada a las dificultades para poder acceder al servicio básico de disfrute y consumo, el crecimiento poblacional ha ido poblando la urbe sin ordenamiento alguno, la ausencia de planificación traduce un aumento en el riesgo, estos rasgos se pueden inferir en los datos que relaciona Naciones Unidas en la siguiente información:
“3 de cada 10 personas carecen de acceso a servicios de agua potable y 6 de cada 10 carecen de acceso a instalaciones de saneamiento gestionadas de forma segura. La escasez de agua afecta a más del 40% de la población mundial y se prevé que este porcentaje aumente. Las inundaciones y otros desastres relacionados con el agua representan el 70% de todas las muertes relacionadas con desastres naturales[2]”.
Colombia pese a poseer una gran riqueza hídrica ha sido seriamente afectada por la inadecuada gestión de sus recursos; la alarma en este aspecto la constituyó las inundaciones en el 2010 cuya afectación según datos de la gestión de riesgo trajo como consecuencia un impacto negativo por sus efectos en 755 municipios de 28 departamentos, 2.270.000 damnificados, 130.000 personas ubicados en 627 alojamientos temporales con ocasión de los desbordamientos por lluvia.
Esta calamidad que se registró en la geografía nacional generó la necesidad de atender el riesgo, consistente en el tratamiento de las cuencas, “de las 394 cuencas objeto de ordenación y manejo, sobre 92 de ellas se están realizando los procesos de ordenación, a inicios del 2018 se había aprobado 17 planes de ordenamiento de las cuencas-Pomcas[3]”.
De la información registrada se infiere a lo largo de una década que la formulación del ordenamiento de las cuencas solo alcanza un 23,3% y la aprobación de los planes registra escasamente un 4,3% cifra por demás irrisoria y alarmante frente a la radiografía que presenta la grave afectación de las cuencas del país.
La afectación del recurso agua también se corrobora con las cifras que arroja la Encuesta de calidad de vida- ECV del DANE para el año 2016, “cerca de 3.9 millones de personas en el país no cuentan con un adecuado sistema de acueducto y para el servicio de alcantarillado, aproximadamente 6.4 millones de personas no disponen de un servicio de disposición de sus residuos líquidos”.
Santander no escapa a la precariedad en el ejercicio de la Gobernanza del agua, el estudio de los Índices de Riesgo de Calidad del Agua-IRCA del 2017, que mide el nivel de contaminación del líquido vital reveló que solo 12 municipios de Santander tienen agua de buena calidad. en cinco municipios de Santander hay un riesgo alto para su salud debido a sus elevados índices de contaminación entre estos: Guacamayo, con 37,48%; El Playón, con 47,06%; Jordán, con 48,86%; Sucre, con 39,41%; y Santa Helena del Opón, con 87,41%. Esta última localidad se cataloga con un riesgo inviable sanitariamente.
Respecto al tema administrativo del tratamiento del servicio se observa lo siguiente:
Gráfica No 1: Proceso de certificación de los municipios de Santander del SGP recurso Agua.
La gráfica No 1 permite evidenciar que 16 municipios del departamento de Santander correspondiente a un 18,6% han sido descertificados por el incumplimiento de sus labores que constitucional y legalmente les corresponde cumplir en el marco del Estado social de Derecho.
A inicios de la década del 2010, se ofreció a los entes territoriales los denominados “bonos de agua” dirigidos a brindar un esquema de financiamiento con cargo al componente de Agua Potable y Saneamiento básico, este programa estaba soportado con recursos del Sistema General de Participaciones-SGP, en el departamento de Santander su incidencia se dio con los siguientes resultados:
Gráfica No 2: Programa de los municipios de Santander en los bonos de agua.
De los nueve municipios referenciados en la gráfica 2 todos han pignorado los recursos del sistema general de participaciones entre un 50% a un 70 %, lo cual en el evento que sus resultados no hayan sido favorables el recurso estratégico va a estar seriamente comprometido para viabilizar este derecho.
Este panorama arroja más sombras que luces, hace escasos dos meses el Gobierno nacional junto con la Gobernación de Santander hizo un relanzamiento del programa “Plan Agua Vida Santander” dirigido a mejorar la cobertura y calidad hídrica de la región, sin embargo, en la presentación del programa no se visualiza una coherencia ni articulación de esta propuesta con la realidad hídrica que caracteriza la problemática del agua.
¿Conforme a lo anterior cabría indagar cual es la coherencia de plan agua vida con la pretendida voracidad del capital internacional sobre el páramo de Santurbán?; de qué manera se garantiza el recurso agua frente a la concesión para actividades no domesticas?; Como implementar un programa integral de protección a las cuencas de la región para garantizar la sostenibilidad del agua? Ello reafirma que la ingobernabililidad del recurso hídrico no posibilita una verdadera Gobernanza del agua en el país y por supuesto para Santander. ¿Acaso hay alguna luz para cumplir el ODS No 6?
*Abogado-Economista, Magister en filosofía, Doctorando en Derecho, Docente Universitario
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[1] Consejo mundial del agua-WWC, puede ser consultado en: https://www.sica.int
[2] Onu-Naciones Unidas, puede ser consultada en: https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/water-and-sanitation/
[3] https://www.minambiente.gov.co/index.php/noticias-minambiente/3512-colombia-cuenta-con-17-pomcas-aprobados-bajo-el-nuevo-marco-legal-de-planificacion-de-cuencas