El seis de diciembre a las seis de la mañana Zapatoca se despertará con un inusual concierto. Será un sonar múltiple de sonidos acompasados que marcará el comienzo del Festival de Las Campanas. Por primera vez en Colombia.
Para los mayores el sonar de campanas a primera hora era el llamado a la Santa Misa. El tañido de campanas congregaba a la ciudadanía. El toque se usó en los colegios en donde al sonar la campana comenzaban las clases o indicaba la salida luego de horas de concentrado estudio.
La campana se volvió un sonido tradicional, pero con el tiempo también fue reemplazado. En muchos lugares la campana se cambió por el timbre eléctrico, aunque suene increíble. También en otros espacios la campana fue entutelada porque no dejaba dormir.
Quisieron el silencio de las campanas. Las limitaron, Y ya muy pocos se preguntaban a coro con Ernest Hemingway ¿Por quién doblan las campanas? Ahora prefieren los pitos o los altoparlantes para convocar la modernidad.
Una importación de Moscú
Zapatoca no se ahorra en esfuerzos para que las tradiciones se mantengan y por ello importó el Festival de Las Campanas.
En Moscú cinco millones de turistas asisten al Festival de Las Campanas. En el mundo las campanas no solo suenan a arrebato o a duelo, en ocasiones también a fiesta.
Bucaramanga está a 62 kilómetros de distancia de Zapatoca. Una sinuosa carretera une a las dos ciudades. En algunos kilómetros de ese recorrido se disfruta el asfalto mientras que en otros tramos se padece la ausencia del siglo XX.
Pero el viaje promete. La Ciudad Levítica, como la conocen algunos, está a más de 1.700 metros sobre el nivel del mar, altura que le permite ofrecer un clima medio, por lo cual también la conocen como la ciudad del clima de seda. En promedio 19 grados centígrados en el día. La calidez de la gente agrega el calor que haga falta.
En Zapatoca residen personas como Sergio Rangel Consuegra. Su opción de vida le ha permitido recorrer varios países. Conoce de geografía e historia del mundo. Sabe de tradiciones y sin aferrarse al pasado no quiere dejar morir pasiones que el mundo agradece.
En Moscú conoció el Festival de Las Campanas y no escatimó en gastos para traer ese espectáculo a Colombia. Como no podía ser de otra forma escogió a su lugar de residencia como sede del Festival en Colombia.
La alborada encenderá el pebetero
En diálogo con Corrillos! dijo que es el organizador del Festival de Las Campanas en Zapatoca. Será un evento de tres días de duración. Los días 6, 7 y 8 de diciembre.
“Es la primera vez que se hace en el país el Festival de las Campanas. Es un Festival que ya está registrado a perpetuidad y hay un acuerdo del municipio de Zapatoca en donde se establece el Festival de las Campanas a perpetuidad”, dijo.
Rangel Consuegra informó que en el siglo IV en Enola provincia de Campalia, Italia, se adoptó la campana en la torre de las iglesias para convocar a la comunidad, en arrebato alertar el peligro, doblar en la despedida de los difuntos recordando que no somos eternos, dar la bienvenida alegremente en la Navidad, señalar el horario y el paso indetenible del tiempo.
Dijo además que el Festival de las Campanas en Zapatoca es una réplica de un evento similar en Moscú, el cual ya tiene muchos años de historia, además de que convoca a cinco millones de turistas.
Se planea hacerlo en diciembre lo días 6, 7 y 8 de diciembre y en el primer día se hace una alborada que es a las seis de la mañana. La alborada de las campanas.
La actividad central en el atrio
Dijo Rangel Consuegra que en el segundo día es cuando se hace el evento del juego de campanas. Participan campaneros de otros municipios, se hace una competencia y se premia al que gane. Acompaña ese día la presentación de la orquesta sinfónica, se presentan grupos de frotación de cuerdas, además se pueden ver y escuchar artistas de violines y violas. A eso se suman algunos coros y danzas.
La gente se sienta en el atrio de la Iglesia y disfruta ese espectáculo desde las seis de la tarde hasta las once o doce de la noche el siete de diciembre.
En el tercer día que es el ocho de diciembre en la Iglesia Católica se acostumbra la celebración de la primera comunión. Es un evento del párroco y la Iglesia y la congregación de las familias.
Sin embargo el día central es el segundo con los campaneros invitados y las orquestas que también están invitadas.
Dijo Rangel que se hace el Festival de las Campanas en Zapatoca porque allí en ese municipio santandereano hay catorce campanarios.
Zapatoca fue llamada la Ciudad Levítica, pero no por la presencia de muchos sacerdotes, sino por la presencia de la tribu de Leví. A Zapatoca llegaron los judíos sefarditas en el año 1500.
Dijo además que los Popes de la Iglesia Ortodoxa iniciaron el Festival de las Campanas en la que los comunistas llamaban la Plaza Roja y hoy se llama la Plaza de Moscú.
Los Popes de la Iglesia Ortodoxa tocaban las campanas en un rito muy especial. No solo de la Iglesia Católica, también los chinos y los japoneses tienen golpes de hierros y de sonidos que son como campanas, ellos tienen otro tipo de campanas. Otros sonidos para llamar a la gente a la alegría, para llamar a incendio cuando hay un peligro en la ciudad, todo ese es el tema de las campanas.
Las campanas hacen parte de la cultura
Dijo Rangel que las campanas hacen parte de la cultura desde tiempos muy antiguos en el mundo para llamar la atención de los habitantes.
En Popayán, Pasto y Tunja hay campaneros de tradición y en esta primera versión por razones económicas no fueron invitados. Los asistentes en esta ocasión son campaneros de la región de Betulia, Socorro, Barichara y San Gil, entre otros.
Ya está conformado un jurado compuesto por personas expertas en música y sonidos, que tienen un oído educado y respetan la tradición del sonido de campanas.
El Festival ya quedó a perpetuidad así que esta es apenas la primera versión y año a año vendrá una nueva edición, hasta que se derogue el acuerdo.
El Festival de las Campanas en Zapatoca, una ciudad que tiene catorce campanarios recuerdo de la época eclesiástica cuando la llamaban la Ciudad Levítica y todos van a sonar el día de la alborada.
Los campanarios son del Hospital, del Cementerio, de San Joaquín, de la Calle Lengerke, de San Vicentico, de Santa Bárbara, de San Antonio, y de Santo Tomás, entre otros.
Además en Zapatoca las gentes tienen campanas, en cada casa una campana. Y ese día sonarán todas.
Y como dice la canción: “Campana sobre campana, / y sobre campana una, / asómate a la ventana… campanas / que los ángeles tocan / ¿qué nuevas me traéis?”