Por: Carlos Andrés Mahecha/ En el anterior artículo se habló sobre el cambio que se viene y del como esta situación pude cambiar la concepción y las dinámicas sociales en adelante. Pero, ¿cómo lo vamos hacer? Es la pregunta que intentaremos responder en estas cortas líneas.
Empecemos aceptando lo que esta pandemia ha enseñado, no miremos el mundo, miremos nuestro país, departamento y municipio. Las decisiones finales (lo que en realidad se hace) son políticas, por encima de las técnicas, morales, espirituales y hasta económicas, es claro que siempre la balanza se inclina hacia donde este la el interés de personas o grupos quien en ese momento tenga el poder político.
Por esto considero que el primer paso para llegar a ese cambio necesario y vital será que nos repensemos, cambiemos y transformemos, para que esa balanza se incline hacia el sentido común, donde los valores estén, ya que el bienestar social de ese colectivo que aunque no nos guste, es el que debe predominar, y no el interés particular del pequeño grupo que tiene el poder decisorio, puesto que el resultado puede ser nocivo para el interés general.
Entonces como sociedad debemos entender, hacer que prime el bien común sobre el particular y hacerlo cumplir asumiendo los costos que esto conlleve.
Por otro lado como sociedad tenemos que aprender a entender, vivir con una conciencia diferente a la que estamos acostumbrados, a que la moda y el mercado nos ha impuesto, a la que la sociedad responde y sufre por responder como se nos dice, no estoy en contra del mercado, ni de los diferentes modelos económicos que se puedan tener, estoy diciendo que reciclemos, que usemos las cosas hasta que ya no sirvan ni tengan arreglo, que no tomemos duchas por más de los cinco minutos lo que ahorraríamos son casi 100 litros de agua, el que intentemos y pasemos al uso de energía alternativa como la solar, eólica para ir dejando atrás los combustibles fósiles, solo por nombrar pequeños ejemplos.
El cambio en ese sentido nunca vendrá de las empresas o las industrias, vendrá por parte del consumidor, pues es uno de los conceptos más básicos de la economía “mientras haya demanda, habrá oferta”.
Y por último que valoremos lo que realmente tenga valor, nuestra familia, nuestras parejas, amigos, las relaciones sociales personales, que el cara a cara vuelva, pues hoy la virtualidad se nos ha comido estas cosas, la tecnología es para el servicio de la humanidad, si la usamos bien tendremos más tiempo para nosotros y los demás, por ejemplo, si estudiamos y trabajamos desde la casa de forma virtual, tendremos más tiempo en familia y compartir, lo que no puede seguir pasando es que nos quitemos la oportunidad de hablar de salir y conocer.
¿Qué creen ustedes que es mejor, hablar en un café escuchando música tomando algo ver a la otra persona poderla sentir; o hablando por un chat a treves de las redes sociales? Claro muchos de ustedes escogerán la segunda pues “no tenemos tiempo”.
¡Ven! Hoy lo más valioso en es el tiempo, por eso debemos hacer las cosas que nos generen más tiempo para disfrutar de esta vida corta y frágil, de aprovechar el tiempo para conocer, viajar, disfrutar vivir bien.
No usemos el tiempo de la vida buscando consumir un plus y menos que sea material. Que esta situación nos ayude a llegar a tener más tiempo y que lo usemos en lo que en verdad importa.
*Administrador Público y Especialista en Desarrollo Social.
Correo: litos_73@hotmail.com
Twitter: @litosm