Por: Diana Ximena Carreño Mayorga/ Mientras pensaba qué escribir el día de hoy, como siempre, me dedico a reflexionar en un espacio tranquilo, rodeada de naturaleza – si es posible – o al menos, en un lugar fresco, sin ruido alguno.
Aquí, donde la mayoría de las veces me encuentro tranquila, o en ocasiones no … porque todas las veces no escribo con mi estado emocional óptimo, también, aprendemos a vivir el día a día sobrellevando muchas cosas; me pongo a repensar sobre mi ciudad, mi país y el mundo, para luego empezar a escribir.
Justamente, mientras redactaba el título, movilizada por tantos feminicidios, violencia extrema hacía la mujer y las niñas en mi país Colombia. Me escribe una persona al DM en mi cuenta personal de Instagram a decirme: ‘’Diana, no sé a quién más escribirle y siento que tú me puedes orientar, mi hermana menor de 9 años anoche fue abusada por la expareja sentimental de mi mamá. Ella gritó y como pudo salió corriendo, el tipo no logró penetrarla, pero si la tocó de muchas maneras. No sé qué deba hacer porque él amenaza a mi mamá con quitarse la vida si lo denuncio y mi mamá me dice que no haga nada, porque en fin y al cabo no pasó a mayores, que lo deje de este tamaño porque la familia de él ya fue a amenazarlas y a pedir pruebas, a revisar a mi hermanita a decirle que no tiene señales de abuso violento por ningún lado, a gritarle que no fuera mentirosa y a amenazarnos diciéndonos que nos andemos con cuidado porque no van a permitir que le perjudiquen la vida’… Por último, me manifiesta … ‘’Diana yo ya pasé por eso a mis 13 años y no quiero que mi hermana sienta lo que yo sentí, aún no sé cómo sobrellevar eso y necesito salvarle la vida’’.
¿Mi respuesta? Siempre debemos estar del lado de la víctima. Mi recomendación, es activar ruta de protección para su hermana. ¿Qué es lo que sucede si no se hace nada? Aumenta el trauma para ella, porque lo más difícil siempre será denunciar al abusador, y el problema más grave en cuanto a su salud mental empieza aquí. Si nadie hace nada por ella, hay un 90% de probabilidad que eso vuelva a suceder y ella no volverá a decirlo. El trauma aumenta refiero porque se sentirá completamente desprotegida, abandonada hasta de su propia familia que puso por encima la vida de un abusador y no de ella misma que es inocente y apenas lleva 9 años de su vida, en este mundo tan tosco, tan cruel y machista.
Díganme ustedes, ¿cómo quedarían ante este relato? Verdaderamente se siente la indignación y la impotencia, ¿verdad? Pues esta es la vida que nos obliga a llevar el patriarcado.
En consecuencia, esto no es una crisis en salud mental como muchos medios manifiestan y encubren, tampoco es un hecho de crimen pasional, son feminicidios y ya es hora de que empecemos a llamarle por su nombre a los diferentes tipos de violencias, es lo mínimo que podemos hacer como ciudadanos.
Así y todo, es indignante que en muchos casos -por no decir que en el 80%- las medidas de protección y juicio han sido limitadas y de corta duración. Lo que es peor, en muchas ocasiones se retiran las protecciones jurídicas y se adopta una permanencia impasible ante el uso de la violencia específicamente contra las mujeres, incluidas las defensoras de los derechos humanos que protestan por estos retrocesos.
La violencia contra las mujeres y las niñas se ha generalizado tanto que ahora se acepta que, de alguna manera, es inevitable o imposible acabar con ella. Esta idea es tan injuriosa y contraproducente como completamente absurda y esto lo refleja el claro avance que ha tenido la Unión Europea en considerable financiación y apoyo rotundo de las leyes, claro está.
Necesitamos dirigentes y personas conscientes que propongan eliminar la violencia contra las mujeres y las niñas. Debemos adoptar leyes, políticas para protegernos, para proteger las nuevas generaciones o a esta niña de 9 años que, a su corta a edad, ya tiene una vida marcada por la violencia y su salud mental será la sombra que le va a repetir todos los días, que fue abusada por un desconocido.
Tengo esperanza que aumente el enjuiciamiento de los agresores, que reciban penas fuertes, vivan en confinamientos aislados y restringidos a la circulación ciudadana. Que realmente si quieren restablecerse en la sociedad, paguen por sus hechos primero, demuestren un cambio real y nunca dejen de tener seguimiento de conducta.
Los modelos de crianza en los niños son fundamental. Hay que dejar de enseñarle a las niñas que ‘’si te pegan es porque le interesas’’ y al niño que puede tener varias novias, entre muchos otros tantos modelos errados y absurdos que debemos dejar atrás.
Empecemos a hablar con los líderes tradicionales, con los dirigentes de instituciones religiosas, taxistas, nuevas generaciones de jugadores de videojuegos y todo tipo de gremios para que se vuelvan aliados en la búsqueda de soluciones.
Hay tantas cosas por hacer … velar por la igualdad de representación en el mundo laboral, invertir de manera sustancial en la economía del cuidado y la protección social, eliminar las barreras a la inclusión penal de las mujeres en la economía, derogar todas las leyes discriminatorias en todos los ámbitos, todos los países deberían aprobar un plan de respuesta de emergencia para hacer frente a la violencia contra las mujeres y niñas, pero sobre todo … cambiar la mentalidad, fomentar la conciencia pública y denunciar el sesgo sistemático.
Siento que el mundo tiene una oportunidad de dejar atrás generaciones de discriminación sistemática arraigada. Es hora de construir un futuro para nosotras.
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*Psicóloga del Programa de Diversidad Sexual y Población LGBTIQ+ de la Secretaria de Desarrollo Social, alcaldía de Bucaramanga.