Llevamos casi 50 días con la mayoría de los términos judiciales suspendidos y con la justicia prácticamente paralizada y aunque parezca increíble, no se conoce aún un plan de contingencia para ponerla en marcha.
Un fenómeno como esta pandemia afecta todas las actividades y el funcionamiento del Estado, incluyendo la administración de justicia. Pero es claro qué Colombia se dejó coger la noche, en cuanto al funcionamiento de su aparato judicial y estamos ante un cese de actividades qué para comenzar nos está pasando la factura por no haber hecho lo suficiente para poner a funcionar plenamente el proceso de sistematización de la rama.
Para todos sería inaceptable vivir sin luz eléctrica o sin agua, pero nos hemos acostumbrado a vivir sin justicia, o con una justicia imperfecta. Ahora el país está enfrentado esta pandemia y es inadmisible que además de las calamidades que conlleva, y de las que están por venir, nos veamos aquejados por la ausencia total de Justicia y la parálisis parcial de la función pública.
No podremos solucionar pronto el atraso de varios lustros, pero esta puede ser la oportunidad de acometer la tarea de re-encarrilar la justicia. Los ciudadanos esperamos con ansiedad el plan de emergencia, que, por supuesto no podrá consistir en prorrogar la suspensión de términos, ni en enviar masivamente a los jueces de vacaciones.
El liderazgo de quienes manejan y dirigen las instituciones se pone a prueba en estos momentos de crisis. El juicio que realice la historia sobre el actual Consejo Superior de la Judicatura dependerá de su capacidad y habilidad para adoptar soluciones novedosas y creativas en aras de no atrofiar el sistema, y evitar que entre en un periodo indefinido de hibernación.
Si algo está claro, es que este virus no va a desaparecer en seis meses ni en un año, sino hasta que aparezca una vacuna, y por consiguiente las instituciones se deben adaptar y acondicionar a esa realidad.
“Apagón de la justicia en tiempos de coronavirus” es nuestro tema de esta emisión de Corrillos, el cual lo analizar con tres influyentes abogados Santander.
El abogado, especialista en gerencia del medio ambiente, magister en derecho público, litigante, profesor universitario, investigador, ambientalista y columnista de Corrillos, José Luis Arias Rey.
El columnista de Corrillos, abogado penalista, postulado a Maestría en Derecho Constitucional, presidente Colegio Nacional de Abogados (Conalbos Santander) y Vicepresidente Nacional, Hernando Ardila González.
Y el especialista en derecho comercial, salud ocupacional y seguridad social, docente universitario, juez laboral del circuito, entre otros cargos; Diego Guillermo Anaya González.