Opinión

Voces contra la corrupción

Por: Por Luis Eduardo Jaimes Bautista/ Este 26 de agosto, los colombianos, cumplirán con la consulta popular anticorrupción. Muchos o pocos saldrán a depositar el tarjetón con las 7 preguntas del Sí o el No, unos buscando que se haga justicia contra los corruptos y otra defendiéndolos, para que el Estado siga con sus cuestionables costumbres del manejo de los dineros públicos y tráfico de influencias.

Buscando el significado de este adjetivo, todos los organismos del estado, dan la lucha contra la corrupción administrativa, económica y política, anclada, en las cabezas que dirigieron y dirigen los destinos de este país. Pero cómo carajos, no colocan la palabra justa: “contra la corrupción” ¿Será que todo lo dejan con los famosos huecos para que se escape?

¿Cuántos estudios y análisis de las universidades, han buscado la realidad para encontrar los sagaces que se apropian de los dineros que pagan en impuestos los colombianos, préstamos internacionales, ventas o incautación de bienes, la aprobación y utilización de decretos para incrementar ingresos económicos  para sus interese? Serán muchas las preguntas que afloraran en la realidad política del país.

Siempre he buscado una explicación a los manejos de los presupuestos aprobados anualmente, desde el pueblo más pequeño, hasta las ciudades capitales, Departamentos y la Nación; los gastos de funcionamiento e inversión, están contaminados por la corrupción. Los contratos y las adiciones que aparecen seguidamente en los proyectos de acuerdo, ordenanzas y decretos, para cumplir con las obras, llevan los sobrecostos que van a los bolsillos de quienes manejan los lapiceros en la asignación de contratos, tan inverosímiles en un municipio, otros con los famosos otrosí de obras que están inconclusas o muchas que quedan sin terminar abandonadas.

Son ríos de dinero, que van en contraprestación a los favores políticos o campañas para llegar a un cargo de representación popular “supuestamente” porque si no lo acusan de calumnia e injuria y le aplican al periodismo la censura. El saqueo a las arcas de las secretarías de hacienda, quiebras,  justifica la inviabilidad de instituciones y servicios.

Pero lo bárbaro de los magos del gasto, es que por más que se tape, por el inconformismo o las pugnas políticas sale una parte del iceberg a la superficie de las aguas turbias en la observancia pública. Demandas, denuncias, investigaciones exhaustivas, con dineros por debajo de la mesa o compra de fallos a jueces y organismos de control.

Los noticieros locales tanto escritos como hablados dejan que se conozca y se analicen los gastos de los malversados presupuestos. Cuando terminan las ejecuciones, unos por las veedurías, unidades de investigación, que le siguen el rastro a los contratos y las conversaciones que los involucran en el amparo osco y sombrío de la corrupción.

Los gobiernos cuentan con las leyes, pero hecha la ley, hecha la trampa por quienes buscan de la manera más fácil lucrarse con millones y miles de millones que se llevan para los paraísos fiscales, a costa del pueblo pobre y la clase media que los elige. Si recordamos la ley 1474 del 2011 para combatir la corrupción entre políticos y contratistas. Algunas de sus novedades vienen de la eliminación de los beneficios jurídicos para los condenados y entre sus 135 artículos, la Moralización y la Lucha contra la Corrupción, todo quedó en la apariencia de una ley que recibe demandas, quejas sin ningún resultado real al crimen nefasto del saqueo de los dineros recaudados por el estado para ser invertidos en el beneficio común y el crecimiento de los municipios, departamentos y el país.

Pero siempre están atentos para buscarle el quiebre a la ley y aparecer limpios ante la opinión pública, porque como lo dijo algún político la administración estatal es un negocio y una empresa con jugosas ganancias para unos pocos, de la cual siguen en sus escaños de la política comarcana, departamental y nacional. Por eso hay que votar siete veces con el SÍ.

Si votamos este domingo, es para reafirmar que el pueblo ya está cansado de tanto robo y saqueo del Estado. Para no ir tan lejos, Reficar, los sobresueldos de los Ministros, Directores, asesores, las mesadas pensionales de más de 25 millones de pesos y las ganancias jugosas del narcotráfico encubierto.

Twitter: @LuisEduardoJB1

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