A pesar del boicot al que está sometido Facebook, Mark Zuckerberg no está dispuesto a ceder a la presión. Así, al menos, se lo ha expresado el propio máximo accionista y creador de la red social a sus empleados, según recoge el medio « The Information».
«No vamos a cambiar nuestras reglas o nuestro enfoque sobre nada debido a una amenaza contra un pequeño porcentaje de nuestros ingresos, o contra cualquier porcentaje de nuestros ingresos», afirmó el magnate durante una reunión celebrada el viernes de la semana pasada.
Hasta el momento, más de 500 empresas han decidido retirar su publicidad de la plataforma. Las marcas lamentan la inacción de la red social, y de Zuckerberg en concreto, ante la desinformación y los mensajes racistas y violentos. Entre las compañías que, en estos momentos, ya no muestran sus productos y promociones en la red social se encuentran firmas tan potentes como Adidas, Puma, Levis, Coca-Cola, Starbucks, Ford o PlayStation.
A pesar de la situación, y las difíciles negociaciones que están teniendo lugar entre la red social y las empresas que la han abondonado, Zuckerberg se siente confiado sobre su vuelta al redil de la red social. Tanto, que durante la reunión de la semana pasada afirmó que, en su opinión, esta tendrá lugar «pronto», sin necesidad, además, de realizar un cambio de calado en las políticas de Facebook.
«Hemos recorrido un largo camino para evitar el odio en nuestra plataforma y no nos beneficiamos de este tipo de contenido. Pero como dijimos, hacemos que nuestras reglas evolucionen de acuerdo con nuestros principios, no con la presión sobre nuestro ingresos», afirmaron desde la red social a este respecto en declaraciones a AFP.
El boicot comenzó gracias al llamamiento de varias asociaciones estadounidenses a favor de los derechos civiles contra la política de no intervención de Facebook en lo que se refiere a mensajes de odio. Buena parte de la culpa de esta queja,la tuvo la tolerancia de la plataforma con los comentarios vertidos por Donald Trump en relación a las manifestaciones provocadas por la muerte de George Floyd.
Zuckerberg, por su parte, se muestra preocupado por el peligroso precedente que marcaría en caso de plegarse por completo a las demandas de empresas y asociaciones. «Cuando alguien te está presionando para hacer algo, te están poniendo entre la espada y la pared, lo que hace todavía más complicado que hagas lo que te piden, ya que parece que estás obligado a dar marcha atrás y también da la sensación de que cualquiera, en un futuro, puede ponerte en la misma tesitura», afirmó el primer ejectutivo de Facebook a este respecto.
