Por: Carlos Mario Gómez García/ Uno de los procesos que se enseñan en los primeros años de vida es a leer o eso es lo que se cree, más bien se enseñan a identificar letras las cuales conforman palabras, frases y párrafos, pero de ahí a leer hay mucho trecho.
Una de las consecuencias que trae la falta de lectura es la poca capacidad de análisis y consecuentemente a esto la falta de información suficiente para opinar frente a temas importantes, esto lleva consigo la posibilidad de quedar en silencio o sin argumentos frente a diversos temas.
Cuando se habla de promedios de lectura Colombia se raja, el promedio anual es de 2,5 libros mucho menor que países como Argentina que leen 5,4 libros por año y Chile 4,2 libros por año, frente a la comprensión lectora aun tenemos mucho déficit, seguimos estando entre los países con malos resultados en este tema tomando como referencia los países de la OCDE.
En investigaciones realizadas por la doctora colombiana Diana Guzmán, expresa que la lectura es una “acto político que nos convierte en sujetos”, esto quiere decir que quien lee y analiza se convierte en un ser participativo, con capacidad de opinar, reflexionar y generar un pensamiento critico frente a la realidad.
La lectura está asociada con el hecho de ser libres, es decir de poder pensar mejor, tener la capacidad para decidir y analizar frente a las situaciones cotidianas que se presentan y la forma como se enfrentan en la realidad que tenemos.
Pero leer no hace que seamos mejores personas, puesto que casos históricos se han visto, por ejemplo, en la Alemania Nazi, el pueblo alemán era uno de loe mejores educados y leídos de Europa para su momento y el resto de historia la conocemos. Leer me abre la posibilidad de generar procesos de pensamiento y poder generar una postura frente a las realidades del contexto, esta seria la base para poder lograr un verdadero cambio en una sociedad que lleva el lastre de la manipulación y la desinformación a sus espaldas.
Cuando se analizan los procesos políticos en un país se deben llegar a lagunas conclusiones que no necesariamente tiene que ver con el número de personas que participan si no por el contrario enfocados a un elemento importante y tiene que ver con la lectura.
Al analizar algunos videos que se postearon en redes sociales en los cuales se les preguntaba a los marchantes las razones de su inconformismo se encuentra que la realidad es más cruda que la que se pensaba y esto no tiene que ver solo con lo que pasa en el país si no por el nivel de desinformación que se maneja.
Lo primero para combatirla es a través de la lectura, los marchantes en su mayoría no han consultado o leído los proyectos de reforma discutidos en el congreso, solo se han informado por las cadenas de WhatsApp, redes sociales y medios que no son fieles a la información real.
Uno de los elementos que más hace daño a la clase política latina es perder el control de sus electores, es decir que estos lean, reflexionen y se informen, esto para la tradicionalidad dirigencial hace que salgan del control y acuden para esto al miedo como estrategia que nunca falla.
Muchas de las respuestas a la pregunta que se realzaron en las marchas son que estas acabarían a Colombia, pero cuando se profundiza en que parte de las reformas no esta de acuerdo el silencio ocupa un espacio de mayor envergadura.
Esto de no saber sobre las reformas, no hace que las personas sean ignorantes, más deja entrever que no son informadas correctamente, no realizan la lectura de las mismas y sacan sus propias conclusiones.
Aspectos importantes como los ya aprobados en el caso de las condiciones pensionales de la mujer son un logro para este género o por su parte lograr garantizarles a los adultos mayores un auxilio pensional puede ser que no se hayan informado o leído.
Hoy la realidad denota que quien no lee pierde espacios en discusiones serias y argumentativas, no posee la información necesaria para debatir y analizar sobre propuestas de reforma que se tramitan en el congreso.
Leer me permite salir de la oscuridad, de la ceguera analítica en la que se puede estar incurriendo, leer es el mejor antídoto contra esa política del miedo que viene desde tiempos antiguos que promueve gasolina a un motor de movilización y de control para una población.
La invitación es a leer, para que no seamos sujetos manipulables…
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*Licenciado en educación, especialista en educación y magister en educación, Abogado, especialista en derecho constitucional, Docente en el sector público por más de 20 años.
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