Por: Juvenal Bolívar/ Participé en el encuentro de periodistas independientes del Magdalena Medio y Santander. Fue una reunión convocada en Barrancabermeja, una tierra repleta de periodistas que ven en el emprendimiento comunicacional una forma de solucionar sus necesidades básicas.
Durante el encuentro abordamos varios temas, como los retos que traen consigo el periodismo digital y el uso de las redes sociales. Estas herramientas, que deberían ser claves para masificar el mensaje informativo, está impulsando a crear una generación de comunicadores facilistas, que no investigan, que no se acercan a las comunidades, que no buscan fuentes. El chisme hecho noticia.
Tener un medio de comunicación por fuera de las grandes cadenas informativas no es sinónimo de periodismo independiente. La independencia no es hacer parte de ellas, sino, hacer las cosas diferentes. El boom de la tecnología podría ser de apoyo, pero en algunos casos, está conllevando a la creación de zánganos que esperan likes, dejando atrás la verdadera esencia del periodismo.
Para dejar en claro, los medios independientes son aquellos que no están controlados por gobiernos, grandes corporaciones o intereses particulares, eso les permite informar de manera imparcial y libre de influencias externas. Son importantes porque proporcionan una fuente de información imparcial, promoviendo transparencia, diversidad de opiniones y la rendición de cuentas en la sociedad.
Desde hace un tiempo -y por lo que hemos podido afrontar como profesionales- los medios independientes enfrentan desafíos financieros, presiones políticas y amenazas a la libertad de prensa, lo que dificulta su capacidad para mantener su independencia y su labor informativa.
Sin fuentes de financiación sólidas, estos medios sufren por dificultades para mantenerse operativos, lo que pone en riesgo su capacidad para producir contenido de calidad y mantener su independencia editorial.
Sin embargo, la lucha implica resistir las presiones externas, buscar fuentes de financiación sostenibles, defender el pensamiento diverso y mantener la integridad editorial, de lo contario, perdería su importante función en la sociedad.
Aunque algunos medios independientes están en riesgo debido a los desafíos mencionados, conozco algunos en Santander que siguen luchando para sobrevivir y adaptarse a las nuevas realidades del entorno mediático, demostrando su relevancia y su valor en la sociedad. Esto debe inspirar a la nueva generación de comunicadores sociales.
De hecho, la falta de apoyo por parte de Estado, ha venido deteriorando aún más a los medios independientes, dificultando su capacidad para resistir presiones externas y mantener su independencia editorial. Ni antes, ni después de la pandemia, los gobiernos han expedido decretos o leyes que respalden la labor de una comunicación democrática, inclusiva y transparente.
Y en lo corrido del gobierno de Gustavo Petro, pese a sus anuncios de respaldarlos; no ha habido un solo avance significativo. Eso nos permite pensar que el establecimiento espera que los comunicadores con vocación de independencia desaparezcan. Entonces, el presente y futuro de este tipo de periodismo se hace sombrío.
Para fortalecer los medios independientes, es crucial el apoyo mediante suscripciones, donaciones, publicidad local, colaboraciones con organizaciones sin ánimo de lucro, que se creen políticas públicas que fomenten la libertad de prensa y la transparencia, y la promoción de la alfabetización mediática en la sociedad.
Una nueva generación de periodistas independientes es crucial para mantener la diversidad de opiniones, promover la transparencia, investigar asuntos importantes y defender la democracia. Su trabajo puede inspirar un periodismo más ético, innovador y comprometido con la verdad, contribuyendo así a una sociedad informada y empoderada.
Sin el esfuerzo y la tenacidad del periodismo independiente, los colombianos no hubieran conocido el intríngulis del escándalo de Vitalogic y las autoridades no hubieran podido sentar en el estado y luego sentenciar a su principal cabecilla.
Por el bien de la sociedad, ojalá se funden más empresas periodísticas independientes. Con ellas lograremos una sociedad mejor informada, una donde los ciudadanos sientan la necesidad de pensar y de tomar sus propias decisiones.
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*Comunicador Social, maestrante en comunicación y docente universitario.
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