Por: Fray Andrés Julián Herrera Porras, O.P/ Lo primero que quiero pensar aquí es el cambio que se ha dado en la forma en que nos informamos desde la aparición de las redes sociales. Antes había que esperar al noticiero o la llegada del periódico, hoy basta con entrar a cualquier red social y seguir cualquier medio de comunicación o cualquier creador de contenido para estar al tanto de todo lo que va a sucediendo. El problema, como ya lo escribí hace tres años, es que en medio del océano del internet podemos estar al borde del naufragio.
El pasado 26 de junio el presidente Gustavo Petro anunció en un trino —siempre se llamarán trinos— que tiene en su poder la sotana de Camilo Torres. Ante esta noticia se generaron cientos de reacciones, muchos atacaron al mandatario y algunos otros lo respaldaron. Empero, si uno se detiene a ver a unos y otros, la profundidad en argumentos es reducida, tanto a favor como en contra, se trata simplemente de un cúmulo de opiniones que carecen de mayor argumentación y, salvo algunas excepciones, de poquísima información.
Viendo —admito con algo de morbo— las críticas que se hicieron, me dieron mucha curiosidad y algo de rabia, la que quiero que sirva de centro de este texto, una opinión que encuentro no solo más desafortunada, sino también, desinformada y desinformadora —amarillista—. Se trata de la de la “periodista” María Andrea Nieto en el portal digital de Semana, concretamente en su espacio denominada “el control”.
En el video, tres minutos y cuarenta y dos segundos, se encarga de “informar” desde un cumulo de falacias emitidas en un tono de rabia que solo dejan entrever la intención dañina y desinformada de la periodista. Una cosa es hacer una crítica a la exaltación de la figura de Camilo, otra atreverse a llamarlo “asesino” y además de culparlo por todos los crímenes que ha cometido el ELN en su historia, la desfachatez le dio hasta para condenarlo al infierno.
La postura de la periodista es violenta, una apuesta evidente por la propagación del odio y el ataque constante desde una plataforma que solo espera recibir clics por su contenido sensacionalista. El amarillismo siempre ha existido, el problema es que hoy lo tenemos disfrazado de periodismo serio y de crítica informada.
Camilo Torres fue ante todo un intelectual, su vida como guerrillero fue sumamente corta si se le compara a su vida académica. Sin embargo, desde temprano se intentó desfigurar su imagen por parte de los más conservadores haciéndolo ver como un guerrillero ordinario, a su vez, el ELN también utilizo el nombre de Camilo haciéndolo ver como mártir, siendo los cabecillas mismos los que lo pusieron como carne de cañón. Ninguna de las dos versiones, ni la de los más godos, ni la de los más radicales es la verdadera imagen de Camilo.
Decir que la sotana de Camilo es la “sotana del terror” es también desconocer el camino político que recorrió Torres entre su Sacerdocio y la guerrilla, además, es desconocer la realidad de su tiempo, la opción guerrillera era muy tentadora para aquellos que querían un cambio pues se trataba de una lucha ideológica que aún no se había contaminado con el narco. Hoy sabemos que las armas no son la vía, para Camilo, era la última opción.
Cuando fue elegido Gustavo Petro como presidente de la República escribí una apuesta por la paz total Allí planteo cómo una de las grandes bases ideológicas que le dio cabida al ELN se caía en la medida de que empezaba a gobernar un mandatario que no pertenecía a las elites que siempre habían gobernado, y, al caerse esa idea, la oligarquía, se podría dar la dejación de armas en coherencia con los ideales que aún pretende representar —de dientes para afuera— la organización.
No soy ingenuo, sé que hoy hay mucho más que una ideología detrás de nuestro conflicto. A pesar de esto, hay que entender que, una forma para desincentivar la adhesión ingenua de jóvenes pensadores a las guerrillas, o al conflicto, es reconocer la historia de quienes pasaron por allí, de tantas vidas perdidas en vano. No sé si exponer una sotana o un sombrero se piense desde allí, lo que si se es que deberíamos aprovechar para contar la historia y evitar repetirla. Contarla para aprender de la misma, no para impulsar nuevos odios.
Apuntaciones
- Le pido, apreciado lector, que la fiebre amarilla, la del Bucaramanga y la de la selección, no nos cieguen ante la realidad. Que la criticidad siga siendo un faro para observar la realidad de cómo nos están gobernando, especialmente el “Bukele” que empoderamos.
- Señor presidente Petro, de nuevo le pedimos que gobierne más de lo que se dedica a responder a sus críticos en Twitter. María Jimena Duzán es de los pocos baluartes que tiene el periodismo nacional, déjela trabajar y usted dedíquese a gobernar.
- Aunque les pido que sigan siendo críticos, no puedo dejar de aplaudir a la Selección Colombia y lo que ha hecho hasta ahora en la Copa América.
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*Abogado. Estudiante de la licenciatura en Filosofía y Letras. Miembro activo del grupo de investigación Raimundo de Peñafort. Afiliado de la Sociedad Internacional Tomás de Aquino.
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