Por: Carlos Mario Gómez García/ Uno de los primeros sentimientos para iniciar el proceso de aprendizaje es el querer, es aquel que se genera en primer momento por la curiosidad del ser humano al abrirse a nuevos espacios aquellos que la escuela abre por primera vez a esa personita en sus primeros años.
La relación del querer se evidencia con el hecho que todo es nuevo para el niño o niña, permite expandir ese pequeño mundo que los padres le han mostrado hasta el momento, lo complejo del sistema actual es mantener ese querer.
Por otra parte, está el querer del maestro o del docente, aquel que por medio de su expresión cotidiana resalta por ese querer enseñar, por llevar nuevas formas o elementos a sus clases para mantener ese sentimiento en que de niños se hace visible.
Cuando al transcurrir de los años el niño, niña va creciendo en su etapa de desarrollo pareciera que ese querer se va evaporando, algo muy similar sucede con el docente aquel que con muchas ganas llegaba al salón con sus diferentes métodos va desapareciendo es decir va dejando a un lado ese querer enseñar por el deber de enseñar.
Se empieza entonces a relacionar el querer con el poder, el poder está enmarcado en el alcance de los logros o metas esperados, es imposible separar el querer alcanzar algo y poder alcanzar ese algo, es decir que yo quiero y yo puedo, son sentimientos, estados por los cuales los niños, niñas, docentes pasan su cotidianidad.
Desde ese concepto del querer y del poder se establecen muchas relaciones en la escuela, pero como mantenerlas en el tiempo y es allí donde surge el conocimiento como un eje articulador, vincular esos sentimientos a los conocimientos y aprendizajes haría posible una escuela diferencial.
Uno de las situaciones que se evidencian actualmente en las escuelas está centrado en la falta de interés, es decir en el querer estudiar, es aquí donde es posible establecer claramente que la escuela se ha vuelto un lugar aburrido para los estudiantes y a que se debe esto? Si la escuela es quien debería abrir la mente de los niños, niñas y jóvenes a un mundo espectacular.
Caso similar pasa en el docente, cuando enfrenta sus primeras experiencias trata de generar ese querer, el poder y el conocimiento mediante el uso de estrategias pedagógicas que permitan lograr cumplir no solo con lo necesario que se debe aprender sino con las mismas expectativas de sus estudiantes.
Cuando analizamos a profundidad el tema de estos elementos se pueden entender algunos factores estructurales en los cuales no se ha cambiado nada del modelo educativo en el país, por ejemplo, la infraestructura de las instituciones educativas no tiene el apoyo para el mejoramiento adecuado que se necesita, si no hay plata por parte del estado central o de las gobernaciones la mayoría de municipios no tiene como construir o pintar una escuela.
Después de la infraestructura se encuentra la obsolescencia del material didáctico, es decir no hay herramientas que permitan a los docentes utilizar la innovación tecnología, si hablamos de conectividad, aunque puede decirse que se ha mejorado la señal de internet es intermitente para colegios o escuelas las velocidades de navegación son pequeñas y si se llegan a conectar más equipos ni hablar.
Por último, las condiciones sociales, la escuela ya no es lo que era antes, esto se debe a que no es considerada como el centro del desarrollo de la comunidad, la influencia de las redes sociales, el abandono del estado en temas de vías, entre otros aspectos.
En este entendido es sistema educativo debe tener un cambio y no solo con los documentos que han elaborado la misión de sabios o algunos eruditos de la educación, es llegar hasta todas las regiones y construir desde allí, en las lejanías hay maestros con excelentes ideas y propuestas que pueden conllevar a mejorar los procesos educativos actuales.
Entonces no se trata solo de querer, de poder hacer y de conocimiento es también de apoyo y a la educación en la actualidad está huérfana de esto, aunque todos los dirigentes políticos saben que mejorando la educación se mejora la vida y se alcanzan las metas y es allí donde ese querer de niño, ese puedo hacerlo y ese aprendizaje se amalgaman para hacer de este país un mundo diferente.
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*Licenciado en educación, especialista en educación y magister en educación, Abogado, especialista en derecho constitucional, Docente en el sector público por más de 20 años.
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