Colombia se prepara para la perspectiva de un cambio radical en la dirección económica y política después de elegir para la Presidencia a Gustavo Petro de 62 años, tras derrotar al constructor Rodolfo Hernández en la segunda vuelta electoral del domingo, dándole la oportunidad de promulgar un programa que incluye planes para detener la concesión de licencias de exploración petrolera y reactivar los lazos con el gobierno de la vecina Venezuela.}
“Es histórico”, dijo Silvana Amaya, analista de la consultora Control Risks en Bogotá. “Colombia tradicionalmente ha votado muy conservador. Esto marca un gran cambio, un paso a un modelo económico muy diferente”, indicó.
Petro se quedó con 50,4% frente a 47,3% de Hernández, según las autoridades electorales de Colombia. Asume el cargo el 7 de agosto junto con su compañera de fórmula, Francia Márquez, una activista ambiental de 40 años que se convertirá en la primera vicepresidenta afrocolombiana del país.
“Se avecina un cambio real”, dijo Petro en un discurso de victoria en Bogotá. “Esta es otra Colombia”.
Otras naciones latinoamericanas importantes, como Brasil, México, Argentina y Venezuela, han elegido líderes de izquierda en varios momentos, pero Colombia hasta ahora solo ha sido gobernada por conservadores y liberales. También es probable que la elección de Petro altere las relaciones con Washington en un país que durante décadas ha sido el aliado más fuerte de Estados Unidos en la región.
Preocupación de los inversionistas
Muchos inversionistas desconfían de él, especialmente porque su plan para eliminar gradualmente el petróleo y el carbón privaría a la nación de aproximadamente la mitad de sus ingresos por exportaciones. Además de reformar los sistemas de pensiones y atención médica, Petro también quiere proteger a los agricultores y la industria locales mediante aranceles de importación y renegociar los acuerdos comerciales, un cambio radical para un país que ha liberalizado el comercio en las últimas décadas.
Pero no está claro cuánto de su agenda podrá implementar dado que él y sus aliados carecen de una mayoría en el Congreso. Su coalición controla 27% de los escaños en el Congreso, mientras que 57% pertenece a partidos favorables al mercado que respaldaron a un candidato conservador que perdió en la primera vuelta y un 9% adicional son del Partido Verde, según los analistas del Banco BTG Pactual, Daniel Guardiola, Alonso Aramburu y Daniel Callamand.
“La agenda de Petro parece ambiciosa, ya que busca reformar los principales pilares sobre los que se construyó Colombia”, escribieron los analistas en una nota de investigación. “Aunque algunas propuestas son más radicales que otras, creemos que habrá un grado de moderación, ya que un Congreso dividido con una mayoría de partidos ‘pro-mercado’ proporcionará frenos y contrapesos a las propuestas radicales”.
Otras instituciones que brindarán un respaldo: la Corte Constitucional puede bloquear algunos de sus planes, mientras que la independencia del banco central está consagrada en la Constitución. Se acercó a los centristas durante la última etapa de la campaña, aliviando algunos temores del mercado.
Los inversionistas estarán atentos a la orientación sobre quién será designado para el Ministerio de Hacienda y el resto de su equipo económico, según Ana Vera, economista jefe de IN ON Capital, con sede en Panamá. “Esperamos más volatilidad en los mercados locales y la tendencia a la baja del peso continuaría”, agregó.
La exigencia de cambio
Colombia ahora se une a las filas de naciones en todo el mundo que han votado a líderes antisistema. En América Latina, la demanda de una alternativa resonó cuando la pandemia provocó un aumento de la pobreza que se vio agravado por la inflación en máximos de varios años. En Perú, un maestro de escuela de un partido marxista se convirtió en presidente, mientras que Chile eligió a un exlíder de la protesta estudiantil a principios de este año.
Colombia, por el contrario, ha sido durante décadas un baluarte del conservadurismo, por lo que la victoria de Petro muestra que está experimentando “una profunda transformación en los valores políticos, en las expectativas políticas”, dijo Andrés Mejía, consultor político que enseña en la escuela de negocios de los Andes de Bogotá.
Con su plataforma, Petro aprovechó un deseo de renovación alimentado por la inflación que se aceleró a su ritmo más rápido en más de dos décadas y los escándalos de corrupción que han socavado el apoyo a la clase dominante tradicional de la nación bajo Iván Duque, el Presidente saliente.
Prometió que Colombia lideraría la lucha contra el cambio climático. Aun así, el escenario más probable para Petro es que se convierta en un Duque 2.0, dijo James Bosworth, fundador de Hxagon, una empresa de análisis de riesgos políticos que cubre mercados emergentes. “Es alguien que llega al cargo con muchas promesas y luego no cumple”, dijo Bosworth, citando la falta de una coalición en el Congreso de Petro, su estilo de liderazgo, “y los vientos geopolíticos masivos de recesión y alta inflación que juegan en su contra”.
Errores y escándalos
Los inversionistas prefirieron a su oponente, Hernández, con el peso en alza cuando el empresario de 77 años se convirtió en el favorito después de la primera ronda del 29 de mayo. Pero su campaña luego se vio dañada por errores y escándalos, y se vio socavada aún más por la falta de un programa concreto más allá de un enfoque en la lucha contra la corrupción. Su discurso de concesión duró un minuto, durante el cual instó a Petro a “ser fiel a su discurso anticorrupción” y no defraudar a sus seguidores.
El Fondo Monetario Internacional pronostica un crecimiento de más de 5% este año, el ritmo más rápido entre las principales economías de las Américas. Aun así, casi la mitad de los colombianos cree que las condiciones están empeorando, según una encuesta reciente de Gallup.
