1,3 billones de euros. Esta es la cantidad que Polonia reclama a Alemania por las pérdidas y daños sufridos por el país durante la Segunda Guerra Mundial. Pero el martes 3 de enero, el Ministerio de Asuntos Exteriores polaco anunció que el gobierno alemán había rechazado formalmente su reclamación.
Según un comunicado del Ministerio, para «el gobierno alemán, el asunto de las reparaciones e indemnizaciones por daños de guerra sigue cerrado y el gobierno alemán no tiene la intención de abrir negociaciones al respecto».
El servicio de prensa del Ministerio alemán de Asuntos Exteriores confirmó que el gobierno federal había «respondido a la nota verbal de Polonia del 3 de octubre de 2022», precisando al mismo tiempo que no podía difundir públicamente «los (…) contenidos de (una) correspondencia diplomática».
Este martes, la diplomacia polaca tomó la decisión de llevar el caso a las Naciones Unidas, solicitando a sus altos representantes su «cooperación y apoyo para que Polonia pueda recibir una compensación por los daños causados por la agresión y ocupación alemanas en los años 1939-1945».
«Un deber moral»
Berlín se basa en el argumento de que Polonia renunció a las reparaciones de guerra en 1953 y que confirmó este abandono de las indemnizaciones en varias ocasiones. El gobierno alemán también ha utilizado este mismo argumento en respuesta a las pasadas demandas de reparación de Grecia. Sin embargo, los conservadores nacionalistas polacos en el poder impugnan la validez del acuerdo de 1953, alegando que Varsovia actuó entonces bajo la presión de la Unión Soviética.
Durante su visita a Varsovia a principios del pasado mes de octubre, la ministra alemana de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock, ya había señalado que «desde el punto de vista del gobierno federal (alemán), la cuestión de las reparaciones (estaba) cerrada», asegurando sin embargo que su país asumía «su responsabilidad histórica».
Según un informe sobre las pérdidas polacas durante la Segunda Guerra Mundial, presentado a principios de septiembre, unos 2,1 millones de ciudadanos polacos fueron deportados para trabajar en la Alemania nazi, y cada persona trabajó allí una media de dos años y nueve meses.
Además, el informe subraya que, como resultado de la guerra, los experimentos realizados con personas y la detención en campos de concentración, 590.000 ciudadanos polacos quedaron discapacitados. En los años 1939-1945, Polonia perdió el 50% de sus abogados, el 40% de sus médicos y el 35% de sus profesores universitarios, entre muchas otras vidas.
Por otro lado, las pérdidas materiales se estimaron en 800.000 millones de zlotys, lo que equivale a 170.000 millones de dólares. Las pérdidas y daños relacionadas con bienes culturales y artísticos se estimaron en 4.000 millones de dólares. Las pérdidas en el sector bancario fueron evaluados en 18.900 millones de dólares y en el sector de los seguros en 7.300 millones de dólares.
Desde que llegó al poder en Polonia en 2015, el partido gobernante Ley y Justicia (PiS) no ha cesado de defender la cuestión de las reparaciones de la Segunda Guerra Mundial, insistiendo en que Alemania tiene un «deber moral» al respecto.