Por: Leonardo Granados/ La energía eléctrica llega por primera vez a Santander en 1.891 con el impulso de los distinguidos empresarios Julio Jones y Rinaldo Goelkel, quienes venciendo grandes obstáculos, instalan en Chitota la primera planta hidroeléctrica con un generador de corriente continua y un motor de turbina de 300 caballos de fuerza para iluminar las primeras viviendas y calles de la ciudad.
Para abastecer las provincias, se construyen las centrales de Guepsa y la Cascada en San Gil. Simultáneamente, se adelantan otros proyectos como la línea de transmisión Barrancabermeja – Puerto Wilches y Termobarranca.
El 21 de julio de 1975 se consolida ESSA como la conocemos hoy, al incluir la infraestructura existente en García Rovira e Hilebrija Zona Sur que comprendía la Hidroeléctrica La Cómoda, la Empresa de Energía Eléctrica del Socorro y La Cascada de San Gil. Desde entonces, la compañía avanzó de manera importante ampliando la cobertura del servicio e implementando la infraestructura requerida para dicha ampliación.
Sin embargo la falta de una central hidroeléctrica estructurada que garantizara la producción de energía para todo el departamento, obligó a la electrificadora de Santander (ESSA), que le compra energía al corredor energético antioqueño, para el suministro de energía para el Magdalena Medio santandereano, pero esta decisión implica una variable que eleva el valor de la energía a los barranqueños, pues debemos pagar generación, transmisión, distribución, restricciones, pérdidas y comercialización y los tres primeros elementos incrementan los componentes del costo en la medida que la energía es producida en Antioquia y debemos pagar además su trasmisión y distribución.
Por años a los santandereanos la clase política nos vendió la idea que Santander debía tener su propia hidroeléctrica para que los costos de la energía fueran más bajos como en Antioquia y hace 20 años se impulsó la construcción de la Hidroeléctrica del Río Sogamoso, hoy represa de Topocoro. Fue una promesa para los santandereanos, que produciendo la energía en Santander sería más económica, sin embargo ese aspecto luego cambio.
El fondo del asunto
La Hidroeléctrica del Río Sogamoso, Hidrosogamoso, es una central hidroeléctrica en Santander, de propiedad de Isagen (vendida a extranjeros) ubicada en el Río Sogamoso, donde este forma un cañón que conecta a la cadena montañosa conocida como Serranía de la Paz, 62 km aguas abajo de la confluencia de los ríos Suárez y Chicamocha y 75 km aguas arriba de la desembocadura del Río Magdalena.
La represa tiene 190 metros de alto y 345 metros de ancho en la parte más alta, con un vertedero de 72 metros de ancho y el embalse cubre unas 7.000 hectáreas convirtiéndose en la más grande del país, un impacto ambiental muy grave dentro del área protegida de la serranía de los Yariguies.
La contraprestación económica para los santandereanos a título de regalías, era precisamente que el valor de la energía disminuyera, pero al contrario a esta propuesta política de la época, el primero en estar en desacuerdo fue el Gobernador Horacio Serpa Uribe, quien en la socialización del proyecto de la hidroeléctrica en San Vicente de Chucuri en el año 2009, manifestó y respaldó a los empresarios que la energía de Hidrosogamoso era para exportación y venta nacional, dándole la espalda al pueblo santandereano.
Este aspecto lo tenían muy bien calculado los paisas a través de EPM, quienes compraron el 73% de la electrificadora de Santander promovido por el expresidente Álvaro Uribe Vélez y el 13% de las acciones de Hidrosogamoso, pero mantienen los costos en los mismos términos del corredor energético antioqueño para el Magdalena Medio santandereano, es decir, el negocio redondo, producen energía en nuestro departamento pero para comercializarla a nivel nacional e internacional, pero no a los santandereanos, los líderes políticos regionales, en especial Serpa Uribe siendo Gobernador de la época, vendieron nuestros recursos para que foráneos llenen sus arcas a costillas del detrimento de nuestros recursos naturales por unas migajas de regalías por producción.
Ahora la empresa justifica el alza de las tarifas en el comportamiento de la bolsa de los generadores de energía, sin embargo el negocio está plasmado en la formula tarifaria, nos cobran trasmisión, generación, perdidas, restricciones, estas últimas que son valores para la estabilización en las épocas de verano y fluctuación de precios; son realmente parte de la utilidad y los usuarios venimos pagando estos sobrecostos, que superan el valor de incremento del salario mínimo, es decir el 4%, pero los servicios suben el 100% de forma abusiva, ante esta situación la Comisión de Regulación de Energía y Gas y la Superintendencia de Servicios Públicos deben revisar estos casos en el puerto petrolero.
Los abusos en Barrancabermeja
Precisamente los barranqueños somos parte de esas víctimas, que siendo una ciudad con clima tropical y debiendo tener una tarifa preferencial por la necesidad de usar elementos electrónicos para aclimatarnos por necesidad, estos dos últimos meses nos vienen incrementando de forma abusiva la tarifa. Me permitiré relacionar un caso para ejemplificar lo que sucede:
Javier Valencia Mantilla, propietario del inmueble oficina 703, ubicado en la transversal 49 N°10-01 Edificio Terzetto sector comercial de Barrancabermeja. Dicha oficina cuenta con un aire acondicionado, tres computadores portátiles, cinco bombillos ahorradores de energía, un televisor, un dispensador de agua y una impresora. Y la oficina opera desde el año 2017 con esos equipos donde el consumo siempre es el mismo.
El consumo promedio de la oficina es de 416kw/mes con pago de energía promedio de 250.000 mil pesos en la factura de octubre-noviembre de 2018, sorprendentemente el pasado mes de diciembre de 2018, la electrificadora ESSA le facturó entre el periodo de 28 de noviembre al 27 de diciembre de 2018, un valor de 357.000 mil pesos por un supuesto consumo promedio de 612kv/mes, cuando el consumo promedio es de 416kw, lo que constituye una desviación significativa y un consumo elevado, cuando se tienen los mismos elementos eléctricos.
La oficina de abogados fue cerrada el 20 de diciembre de 2018 al 16 de enero de 2019,fecha en la cual se inició la actividad judicial, donde no hubo presencia de ningún abogado porque estaban en vacaciones y de forma extraña les llega un recibo por valor de 418.249 mil pesos, comprendido en el periodo del 28 de diciembre de 2018 al 25 de enero de 2019, con un supuesto consumo promedio de 678 kw/mes, cuando no había personal, no se hizo uso del aire de los equipos, siendo esto un abuso de la electrificadora, e insisto, esto constituye una desviación significativa de energía, sin embargo cabe resaltar que históricamente, para el periodo diciembre-enero de 2018 del año anterior que salió a vacaciones el valor del recibo de energía fue de 140.000 mil pesos, lo que demuestra un abuso de la Electrificadora para con los usuarios.
Este pequeño ejemplo de un ciudadano de la ciudad, es el pan de cada día de las familias barranqueñas, en el Puerto Petrolero las familias están trabajando para pagar servicios y medio comer, es una realidad, de abusos en los recibos de hasta el 100% se les ha doblado el valor del recibo de la luz.
Ante esta situación hemos decidido los usuarios de la ESSA realizar una “reclamaton”, para defendernos de estos abusos, que violan la Ley 142 de 1994 o ley de servicios públicos domiciliarios y la Resolución 108 de la CREG. Por tal motivo los barranqueños decidimos unir nuestra voz y gestión a título de reclamación en contra de la Electrificadora de Santander, con copia a la Superservicios y la CREG a título de queja. Barrancabermeja requiere un trato digno y preferencial en las tarifas, en la actualidad estamos pagando un valor de KW de 530 pesos, en este sentido la línea está orientado es hacia la alza y no bajar las tarifas, esto agrava la situación de las familias más humildes.
Finalizo con la célebre frase de Trey Penintong: “Las empresas que entienden el social media, son las que dicen con sus mensajes: Te veo, te escucho y me importas”. Lamentablemente la Electrificadora se ha olvidado de sus clientes en este aspecto.
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