El ministro de Hacienda y Crédito Público, Mauricio Cárdenas Santamaría, recorrió este jueves varias de las obras que se adelantan en Santander, con los $239 mil millones que le corresponden a ese departamento del 10% de los recursos de la venta de Isagén.
La primera parada del ministro fue en Chipatá, Santander, donde se adelanta la pavimentación de la vía Vélez – Chipatá, con una inversión de $4.510 millones, la cual permitirá la conectividad de esta población con el resto del departamento.
El ministro puso la primera piedra del hospital integrado San Juan de Dios, en Barichara, y firmó el contrato para la construcción de la Variante de San Gil.
“Son $8.200 millones de la venta de Isagen, para el nuevo hospital de Barichara. Necesitamos dejar que Barichara tenga un hospital que beneficie a los habitantes del municipio y que esté a la altura del turismo que va a llegar, que es de primera categoría”, señaló el titular de la cartera de Hacienda.
Frente a la variante de San Gil, expresó que aliviará el tráfico en el centro del municipio, conectará con Barichara y logrará que los turistas que vienen desde Bucaramanga o Bogotá, no pasen por el centro de San Gil.
“Va a ser muy bueno para San Gil y Barichara, un proyecto gigantesco, que se recordará por muchos años, porque son $183 mil millones, ($32 mil millones de recursos de Isagen) para compra de predios y la construcción de 9 kilómetros de variante”, indicó.
El ministro Cárdenas recordó que del 10% de los recursos de la venta de Isagen que se destinaron a las regiones, a Santander le correspondieron $239 mil millones, los cuales se distribuyeron para emprender obras en 37 municipios: 28 tramos viales ($177 mil millones), seis proyectos de acueductos ($35 mil millones), dos hospitales, uno en Barichara y en Los Santos ($16 mil millones) un polideportivo, ($4.300 millones) un colegio en Enciso ($3.100 millones), y un proyecto turístico en Guadalupe ($2.900 millones).
Cárdenas concluyó su visita a Santander con un recorrido por las obras del puente Hisgaura que adelanta el Fondo Adaptación en el municipio de San Andrés. Esta estructura, que requirió una inversión de $100 mil millones y presenta un avance del 97%, será el puente atirantado más alto de América Latina, con una altura de 148,3 metros y 653 metros de longitud, convirtiéndose en un ícono de la arquitectura colombiana; adicionalmente, se pavimentaron 60 kilómetros de la vía Curos – Málaga.