Queda la pregunta para Rodolfo Hernández: ¿Hacer el contrato con la Universidad Distrital fue de mala fe? Solo es una pregunta, ojalá se pudiera conocer la respuesta.
El concejal de Bucaramanga, Pedro Nilson Amaya, se puso de moda a comienzos del año cuando salió a solidarizarse con los ciudadanos que se quejaban por el descomunal incremento en el impuesto predial.
Los ciudadanos de tres sectores de la ciudad lograron parar el pago y se les congeló el aumento. El concejal Amaya logró ese objetivo y sintió en sus entrañas que la ciudad necesitaba un control y se animó a lanzarse a ser Alcalde de Bucaramanga. Pero las cosas no se dieron.
A nivel nacional salió el tema de la Universidad Distrital, de Bogotá, y de los presuntos malos manejos del dinero que hizo el Director del Instituto de Extensión y Educación para el Trabajo y Desarrollo Humano –IDEXUD- de la Universidad Distrital. Y ¡oh sorpresa! Uno de los convenios que hizo el Director del Idexud fue con la Alcaldía de Bucaramanga de Rodolfo Hernández Suárez para el tema de la actualización catastral.
El concejal Amaya quien abogó por parar los pagos del excesivo incremento del impuesto accedió a conversar con Corrillos! en su oficina del Concejo de Bucaramanga. Pedro Nilson nos hizo un relato que a muchos puede parecer de ficción pero que en realidad solo tiene de escalofriante realidad.
Esta es la cruda realidad
El 13 de julio de 2017 se firmó el contrato 213 por 6.900 millones de pesos entre la Alcaldía de Bucaramanga, firmado por el ingeniero Rodolfo Hernández Suárez; el Director del área metropolitana de Bucaramanga en ese momento, Víctor Azuero; y el Rector de la Universidad Distrital.
Ese contrato era para hacer la actualización catastral de solo tres sectores, de los nueve que tiene la ciudad de Bucaramanga. En los 400 años de Bucaramanga nunca se había pagado un estudio de la actualización catastral tan costoso como ese y nada más por tres sectores por más de siete mil millones de pesos.
En las administraciones anteriores lo máximo que se pagó por la actualización catastral de toda la ciudad fueron entre 800 o mil millones de pesos.
Y en la administración de Hernández Suárez, el contrato con la Universidad Distrital es de 7.100 millones de pesos. Más el convenio 229 que firmó el alcalde Hernández el 27 de junio de 2019 que fue de más de 4.300 millones de pesos. Eso suma 11.400 millones de pesos, más el contrato del Instituto Geográfico Agustín Codazzi IGAC que se firmó en junio de 2017 por 870 millones de pesos. Hablamos de 12.270 millones de pesos.
Es decir los 12.270 millones de pesos que se pagaron para hacer toda la actualización catastral son inéditos, porque en Bucaramanga nunca se había pagado esa descomunal cifra. Lo máximo que se gastaba era el ocho por ciento del presupuesto que gastó Hernández en esta administración, es decir 800 o máximo mil millones de pesos. “Eso es corrupción”.
“Es corrupción porque contrató a dedo con una universidad. Le pagó más de 7.000 millones de pesos a la Distrital para que hiciera la actualización catastral con una parametrización y unas líneas que no eran coherentes, al usar esas bases se desbordó el avalúo catastral en Bucaramanga”.
Hubo sectores en que el incremento fue del 300 por ciento. El más bajito fue de 94 % de aumento, casi el doble. “Eso es un abuso para el bolsillo de los ciudadanos, prepárese ciudadano porque en enero de 2020 le llega la actualización catastral al centro, al norte, a Morrorrico, a los sectores que no les incrementó en 2019, alístense para el regalo que les dejó el ingeniero Rodolfo Hernández Suárez”.
Se desconoce el interés particular
La autoridad del catastro a nivel nacional en Colombia es el IGAC pero los estudios los contrataron con la Universidad Distrital. ¿Por qué con la Universidad Distrital? Esa pregunta queda para que la conteste el ingeniero Rodolfo, el ordenador del gasto, quien giró la plata del municipio de Bucaramanga y se la giró a la Universidad Distrital.
Se desconoce el interés particular de entregarle ese contrato a la Distrital cuando en todos los años lo hacía el IGAC con un precio que nunca superó los mil millones de pesos. “Y esta administración le dio el regalo de la actualización catastral abusando de la confianza que tenía como Alcalde e incrementando sin medida el impuesto a los predios de la ciudad”.
“Ese incremento absurdo que Bucaramanga sintió este año y que volverá a sentir en enero de 2020, aunque el alcalde Rodolfo en su conchudez dirá que él no fue quien autorizó eso. Hoy tenemos que decir que el ingeniero Rodolfo Hernández fue quien firmó, giró y ejecutó la plata con los amigos de la Universidad Distrital y el IGAC para que hicieran ese absurdo incremento del impuesto predial”.
Trianguló la plata y se contrató a dedo
“Él directamente no tenía la potestad de firmar ese descomunal contrato, pero sí trianguló la plata con el área metropolitana de Bucaramanga porque el AMB sí tiene la facultad de dar el contrato a dedo. Pero en sí el Alcalde no tenía la facultad para dar el contrato a dedo y utilizó una de las figuras de institutos descentralizados como el AMB para que pudiera hacer el contrato a dedo”.
Queda la pregunta al Alcalde ¿de qué manera quiso beneficiar a la Universidad Distrital entregándole ese contrato a dedo para que la Distrital viniera a hacer a Bucaramanga una actualización catastral que no es idónea con la situación geográfica del municipio?
Hubo muchas falencias y hay que advertirle a los ciudadanos que tendrán la sorpresa del cobro del impuesto y será tan descomunal que hablarán de que no aguanta vivir en Bucaramanga con esa carestía en los impuestos.
Dos de las joyas del estudio
De las falencias que se habla veámoslo más claro con un ejemplo: Hay una señora pensionada en el barrio La Joya cuya casa es de bahareque y allí lleva más de 25 años, un patrimonio familiar. El vecino de la señora en cambio hizo mejoras, echó el segundo piso, modernizó los pisos de cemento a porcelanato y embelleció la casa.
Sucede que preciso al vecino le hacen la visita y la Universidad Distrital toma como parámetro esa casa. Con base en ello le aplicó el parámetro a toda la cuadra en redondo.
Equilibraron una casa de una pensionada hecha en bahareque que está como se hizo hace más de treinta años, sin ninguna modificación ni arreglo, con una casa recién reformada y consideraron que tenían la fórmula matemática para obtener el resultado perfecto.
Al vecino le incrementaron el 142 por ciento de impuesto por las remodelaciones y arreglos que le hizo a la casa que tiene apenas hace dos años. A la señora con su casa de patrimonio familiar, por ser la vecina y estar en la misma cuadra, le aplicaron la misma dosis de aumento del 142 por ciento. Absurdo. ¿Qué estudios son esos?
Por eso se instauró la demanda del derecho y la equidad tributaria de los sectores dos, cuatro y cinco.
Otro ejemplo absurdo: El sector dos que es Cabecera lo divide la carrera 36. A la derecha están los pares y a la izquierda los impares en el número de las placas de las casas. A los pares no les incrementaron el impuesto y a los impares sí les incrementaron.
El aumento para unos fue del 180 por ciento y a otros les quedó igual. Es donde se le dice al Tribunal Administrativo ¿y la equidad tributaria?
La equidad tributaria dice que los impuestos son regulados por igualdad. Todos tienen el mismo deber de contribuir al desarrollo de una ciudad.
Homologaron la ciudad por lo alto
En la actualización catastral su casa pasó de valer 200 millones a valer 800 millones de pesos, sobre esos 800 millones de pesos le hacen unas fórmulas para liquidar el impuesto predial y la sobretasa ambiental.
El excesivo aumento fue porque la Universidad Distrital tomó una parametrización y sobre una sola casa de la cuadra homologaron toda la manzana por lo alto sin importar las casas que no tuvieran mejoras ni reformas. Con facilidad el impuesto pasó, por ejemplo, de 600 mil a un millón 800 mil pesos porque tomaron como parámetro las casas reformadas. Casi que tomaron la mejor casa y esa fue la caracterización para todos.
Como la parametrización ya se hizo en tres sectores, el alcalde Rodolfo Hernández en junio de 2019 le dio un contrato al IGAC y el IGAC tiene que tomar los mismos parámetros que tomó la Universidad Distrital para hacer la actualización catastral de los seis sectores que no tuvieron aumento. Y tienen que hacerlo por el derecho a la equidad.
El excesivo aumento y sus razones
¿Qué cambió para que se hiciese el excesivo aumento del impuesto? El IGAC venía todos los años utilizando una parametrización de ciudad. Todos los años ellos venían con una secuencia de vida. Y ellos conocían esa secuencia, por lo tanto hacían una actualización catastral moderada.
Contrató la Alcaldía en 2017 a la Universidad Distrital que no conoce la secuencia de vida de Bucaramanga, que no conoce la secuencia de desarrollo de la ciudad y llegó a la ciudad y tomó unos lineamientos y parámetros que de la noche a la mañana dispararon el impuesto. Por eso el incremento de los impuestos en algunos sectores fue de 287 por ciento que es excesivo.
El conocimiento que tenía el IGAC le permitía hacer unos estudios económicos y rápidos. La Universidad Distrital firmó el contrato en junio de 2017 y a diciembre de 2018, dieciocho meses después solo pudieron hacer estudios en tres sectores, le quedó grande la ciudad. Pregunta para el Director del AMB ¿el contrato 213 ya está liquidado? La respuesta es no, porque contrataron a dedo con la Distrital que no conoce la ciudad.
Queda la pregunta para el Alcalde: ¿Hacer el contrato con la Universidad Distrital fue de mala fe?