El exmandatario brasileño concedió a The Wall Street Journal la primera entrevista tras su derrota en las elecciones contra Lula da Silva después de un prolongado silencio.
“El movimiento de derecha está vivo y seguiremos adelante”. Con estas palabras, Bolsonaro anunció su intención de volver a Brasil en marzo para liderar la oposición al nuevo Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva. El exmandatario sumaba semanas de estricto silencio, pero concedió su primera entrevista tras su salida del poder al diario estadounidense ‘The Wall Street Journal’ desde su residencia temporal en Florida.
Muchas eran las dudas en torno al futuro del líder ultraderechista latinoamericano. Pocos días antes de que finalizara su mandato presidencial, decidió marcharse a Estados Unidos, no sin antes agitar el fantasma del fraude electoral y tener amagos de no reconocer el resultado de su rival.
El problema es que ese fantasma que caló en miles de seguidores de su figura, que el 8 de enero de 2023 protagonizaron un asalto masivo a los tres poderes estatales en Brasilia, generando un gran caos en la capital brasileña y tomando parte de lo que muchos consideraron que fue un golpe de Estado de la extrema derecha del país.
El asalto agitó la política brasileña desde los cimientos e hizo que cientos de personas fueran detenidas y que se señalara a una parte del personal policial y militar de ser cómplice de lo sucedido en Brasilia ese día. Las investigaciones continúan para esclarecer quién promovió y financió la revuelta, pero las miradas se han dirigido durante estas semanas a Jair Bolsonaro.
Esa es la razón principal del escrupuloso silencio que ha mantenido el exmandatario durante las últimas semanas. A su alrededor tiene varias investigaciones, entre ellas una sobre su participación en lo ocurrido en Brasilia, y además, desde el 1 de enero carece de inmunidad política.
En la entrevista a ‘The Wall Street Journal’, Bolsonaro negó cualquier tipo de vinculación a lo sucedido en Brasilia y se escudó en que ese día él estaba en Florida, a miles de kilómetros de lo que estaba pasando en la capital federal.
Y aunque condenó de forma tibia lo sucedido ese día, negó categóricamente que se tratara de un golpe de Estado organizado. “¿Golpe?, ¿qué golpe? ¿Dónde estaba el comandante, las tropas, las bombas?”, contestó el líder ultraderechista al periodista que le preguntaba.
Bolsonaro fue cuestionado también sobre las elecciones presidenciales que perdió contra Lula da Silva y se mostró más moderado al reconocer que “perder es parte del proceso”, una postura que no mostró durante la campaña electoral, cuando puso en duda la confiabilidad del sistema electrónico de votación tras conocer los resultados. Ahora evita decir que hubo fraude, pero asegura que las elecciones “estuvieron viciadas”, sin dar más detalles ni pruebas de lo que afirma.
Líder de la oposición a Lula
El objetivo principal del expresidente parece ser regresar para liderar la oposición al nuevo Ejecutivo de Lula y tejer alianzas para imposibilitar al máximo su Gobierno. Su estrategia se basaría en intentar cohesionar a la mayoría conservadora que actualmente tiene el Congreso brasileño para entorpecer las leyes que pretende sacar ‘Lula’ da Silva y su equipo de gobierno.
Durante la entrevista, Bolsonaro aseguró que sus principales objetivos a su regreso serán defender lo que define como una “agenda liberal” en materia económica, luchar contra el aborto y cualquier intento que haya de ampliar este derecho y defender el porte armas entre la ciudadanía. Posiciones que buscan ganar apoyo de los principales sectores que lo han defendido durante los últimos años, como el religioso o el armamentístico.
Lo que parece claro es que, de volver, Bolsonaro tendrá por delante un periodo convulso en el que probablemente se tenga que enfrentar a causas en su contra que lleva acumulando desde el inicio de su gobierno. Una carrera de fondo que tiene como objetivo llegar, de nuevo, a las elecciones previstas para 2026.