Por: Carmen Elisa Balaguera/ Marca Ciudad es el posicionamiento de un ente territorial que permite diferenciar, potencializar y hacer que la identidad sea el sello único, además tenga un efecto multiplicador en las relaciones económicas, culturales, ambientales, educativas, entre otras.
Marca es el distintivo al que se asocia el nombre de la ciudad con sus potencialidades y singularidades que permiten reconocerla dentro de otras. Bucaramanga ha carecido de un nombre aglutinador que la identifique realmente con un slogan que a su vez la haga única en el ámbito nacional e internacional.
Durante muchos años cada uno de los planes de Desarrollo de nuestra ciudad ha llevado un nombre diferente ejemplo de esto: “Ciudad de la Alegría”, “Bucaramanga Capital Sostenible”, “Una Ciudad un solo corazón”, “Ciudad de los Parques”, “Bucaramanga Empresa de Todos” y “El gobierno de los Ciudadanos”.
Una vez que llega el mandatario elegido crea un nuevo logo que pueda ponerse a tono con el desarrollo de las más importantes ciudades, eso es lo lógico según lo establece la ley que cada aspirante debe darle un nombre a su programa de gobierno, el cual se convierte en la hoja de ruta denominado Plan de Desarrollo.
A los mejores programas no se les da continuidad, lo vivió la ciudad con el único hospital que cuenta la denominada Ciudad Norte, impulsado por el exalcalde Carlos Ibáñez, la siguiente administración que se posesiona en la alcaldía no quiso prolongar los desarrollos que se requerían para que este proyecto avanzara y hoy fuera un eficiente y efectivo centro de salud para los habitantes de ese sector. Afloraron los celos pues era otro el mandatario quién había llevado a cabo la obra y se no le darían los créditos. Eso es una sola muestra de lo que nos toca vivir cada cuatro años, no se piensa en el futuro inmediato de continuar con lo que haya sido altamente positivo para la sociedad.
Sitios de nuestra identidad han sufrido múltiples cambios y reformas, un caso es el Parque Santander, por lo menos cinco modificaciones , cada vez que un gobernante llega realiza un nuevo proyecto, quitar la fuente deleite de muchos en los años 70 y 80 fue el proyecto de un nuevo gobierno sin que nadie se opusiera; otro es el denominado Mesón de los Búcaros donde también existía una fuente que cambiaba de colores y era un ícono pues era salida nocturna obligada para recrearse en familia, un nuevo proyecto sembró árboles y cambió totalmente el que fuera el intercambiador de ese entones, hoy tenemos un proyecto modernizador que deja un sinsabor pues se proyectó una moderna obra pero no se consultó a la comunidad, se hizo un trazado por encima de las consideraciones ambientales donde no se escuchó a la comunidad educativa a la que se le quita parte del pulmón de oxígeno que tenía Bucaramanga.
La ciudad que se estamos viviendo nos afecta o no nos afecta, eso es lo que debemos aplicar en los próximos planes de gobierno, tener la esperanza de que Bucaramanga es proyectada y no que se dé un desarrollo a pedazos cada cuatro años, que se establezca con un solo nombre lo que denomina Tony Puig la Marca Ciudad.
Cómo denominaríamos esta nueva Bucaramanga con el apoyo de la clase política, los representantes del gobierno, los gestores culturales y empresariales del turismo, los educadores, y en forma especial los medios de comunicación con los periodistas que faciliten mejorar la participación ciudadana, el comercio, el turismo, la inversión.
Nuestra ciudad inmersa en grandes moles de cemento para algunos que la vienen denominando la pequeña Manhattan, da grima ver que no existe política pública para posicionar ni aun lo que sugiere nuestra identidad, la música, las artesanías, el equipo de fútbol, la cultura, las historias y lo que tenemos en común caracterizándonos de manera especial la comida. Como no identificarnos con nuestra arepa santandereana, el mute, el cabrito, la hormiga culona, los tamales, los ayacos, entre otras delicias.
Pero mientras la globalización nos absorbe cada día somos vergonzantes de lo que es nuestro. Hace pocos días se llevó a cabo un proyecto nacional de venta de hamburguesas, todo el mundo corría por colocar en sus redes a cuantos lugares había asistido a deleitarse de la baja en el precio de ese producto ¿Será que nuestros dirigentes del gremio hotelero se le miden a que realmente podamos disfrutar con nuestros platos emulando ese concurso de hamburguesas?
Un acertado posicionamiento en el que se involucren todos es lo que garantizaría que nos planteemos una marca de Bucaramanga para una oportunidad que se reinventa desde lo que hemos sido, lo que somos y lo que queremos con una verdadera y real participación ciudadana.
Lo dice el maestro Puig: “El mundo está cambiando, las ciudades están cambiando, los ciudadanos están cambiando. Los líderes municipales están parados. Rediseñar es cambiar. Es estar al lado del cambio. En este huracán los ciudadanos tienen miedo. Las ciudades andan despistadas. Y la Inseguridad es la atmósfera. Rediseño es confianza. ¿Confiar en quién en quiénes? Confiar en una apuesta: En una Marca. Una Marca que crea ciudad de valor espléndida, impulsada por un equipo público, con el consenso entusiasta de los ciudadanos y sus organizaciones plurales. La marca es la propia ciudad, el estilo con el que queremos vivir y convivir. Una marca pública es una apuesta por avanzar en humanidad esperanzada. Una marca es ciudad con futuro compartido. Valorado por todos. Envidiado por otras. Con las que queremos construir un mundo mejor. Rediseño es un estilo de vida para los tiempos de cambio. Rediseño es política. Rediseño es más vida en la vida. Rediseño es ciudadanía que asume el liderazgo activo de su vida personal y común. De su ciudad única. Rediseño es hoy: Navegamos. Navegamos en un mundo ya plenamente urbano. Navegamos para contaminar menos, para darle la vuelta al consumo energético galopante, para atajar la creciente vulnerabilidad, para mejorar las infraestructuras y el transporte, la salud y la convivencia, la cohesión social frente a la exclusión y las desigualdades, para mejorar educación, economía y cultura. Para incrementar democracia. En el mundo global en Mutación. Las ciudades se repiensan y se movilizan. Y avanzan seguras con los ciudadanos, rediseñando otra manera más sostenible de vivir en una ciudad plena”.
Amanecerá y veremos.
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