Es muy importante que nosotros como ciudadanos de esta hermosa nación, seamos conscientes de la riqueza y la diversidad existente en nuestro país y por ende la importancia que acompañemos los esfuerzos globales que se realicen a través de las Conferencias de las Naciones Unidas y velar para que se les dé cumplimiento a los compromisos adquiridos en los foros internacionales.
Por: Jorge Norberto Ferreira Ballesteros/ Según datos del Ministerio de Medio Ambiente de nuestro país “en promedio una de cada diez especies de fauna y flora del mundo habitan en Colombia”, ocupando las siguientes cifras a nivel mundial:
– Primer lugar en aves, orquídeas y mariposas.
– Segundo lugar en anfibios, peces dulceacuícolas, reptiles, palmas y plantas.
– Tercer lugar entre los países con mayor diversidad del planeta.
– Quinto lugar con mayor diversidad de mamíferos.
Dadas esas cifras es muy importante que nosotros como ciudadanos de esta hermosa nación, seamos conscientes de la riqueza y la diversidad existente en nuestro país y por ende la importancia que acompañemos los esfuerzos globales que se realicen a través de las Conferencias de las Naciones Unidas y velar para que se les dé cumplimiento a los compromisos adquiridos en los foros internacionales.
La Conferencia de las Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica (COP 15) se desarrolló en Montreal (Canadá) y finalizo el 19 de diciembre de 2022 con un gran acuerdo para orientar las acciones mundiales en favor de la naturaleza de aquí al 2030. Hay que resaltar que esta cumbre fue presidida por el Sr. Huang Runquiu, ministro de Ecología y Medio Ambiente de China, organizada por Canadá y asistieron delegaciones de 188 gobiernos.
Este foro mundial tiene como objetivo luchar contra la pérdida de biodiversidad, velar por restaurar los ecosistemas y proteger los derechos de los pueblos indígenas. El plan estratégico concebido es para detener y revertir la pérdida de la naturaleza, en donde se incluye la protección del 30% del planeta y el 30% de los ecosistemas degradados para el 2030.
El reto que se acordó es importantísimo dado que ya son un millón de especies de plantas y animales declarados en peligro de extinción. Por eso el conocimiento de los cuatro objetivos globales acordados se hace necesario para difundirlos y velar por su cumplimiento, y estos son:
Detener la extinción inducida por los seres humanos de las especies en peligro de extinción.
La diversidad biológica se utiliza y gestiona de manera sostenible y las contribuciones de la naturaleza a las personas, tales como las funciones y los servicios de los ecosistemas se valoran, se mantienen y se mejoran.
Todo beneficio de la utilización de los recursos genéticos e información de secuencias digitales sobre los recursos genéticos se comparte en forma justa y equitativa.
Los medios de implementación adecuados para aplicar plenamente el marco son accesibles de manera equitativa a todas las partes, especialmente a los países en desarrollo y los pequeños estados insulares en desarrollo.
La directora ejecutiva del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), Inger Andersen, expresó lo siguiente sobre el acuerdo alcanzado: “El éxito se medirá en términos de nuestro progreso rápido y consistente en la implementación de lo que hemos acordado. Todo el sistema de las Naciones Unidas está orientado a apoyar su implementación para que podamos realmente hacer las paces con la naturaleza”.
Vale destacar en este articulo algunas de las 23 metas de actuación que deben realizarse inmediatamente y completarse para el 2030, a que se comprometieron los gobiernos y estas son:
Conservar y gestionar de manera eficaz al menos el 30% de las zonas terrestres, de aguas continentales y costeras y marinas. En la actualidad, el 17% de las zonas terrestres y el 8% de las zonas marinas han sido declaradas áreas protegidas.
Restaurar de manera efectiva el 30% de los ecosistemas terrestres, costeros, marinos y de aguas continentales.
Acercar a cero la pérdida de superficies de suma importancia para la biodiversidad, incluidos los ecosistemas de gran integridad ecológica.
Reducir a la mitad los desechos de alimentos en el mundo.
Eliminar gradualmente o reformar los incentivos perjudiciales para la biodiversidad en al menos US$ 500.000 millones por año, al tiempo que aumentan los incentivos positivos para la conservación y el uso sostenible de la biodiversidad.
Movilizar al menos US$ 200.000 millones anuales de fuentes públicas y privadas para la financiación de la ejecución de planes y estrategias relativas a la biodiversidad.
Aumentar el total de flujos financieros internacionales procedentes de los países desarrollados hacia los países en desarrollo a por lo menos US$ 30.000 millones cada año.
Velar por que las empresas transnacionales y las instituciones financieras controlen, evalúen y difundan con transparencia y regularidad sus riesgos y efectos en la biodiversidad, junto con sus operaciones, sus cadenas de suministro y de valor y sus carteras.
Debo resaltar el liderazgo de la delegación colombiana encabezada por la ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Susana Muhamad, quien presentó un mecanismo de aceleración que contribuye a la consecución de nuevos objetivos, metas y acciones globales de 17 países (Alemania, Antigua y Barbuda, Australia, Belice, Chile, Unión Europea, Gabón, México, Países Bajos, Noruega, Eslovenia, España, Suiza, Reino Unido y Vanuatu) que hacen parte del NBSAP Accelerator Partneship, como lo manifestó la jefe de esta cartera: “Para hacer esta alianza posible, Alemania se unió aportando 29 millones de dólares y Noruega con dos millones de dólares; por lo tanto, ya podemos tener tres años de implementación asegurada”.
Así las cosas, estimados lectores cada uno de nosotros debemos convertirnos en guardianes ambientales para ayudar a la humanidad y preservar nuestra casa común: el planeta Tierra.
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*Ingeniero Electricista- MBA Administración de Empresas
Correo: Jnferrer06@hotmail.com