Por: Carmen Elisa Balaguera Reyes/ Siendo la economía un pilar fundamental de nuestras vidas y adentrándonos a lo que se viene impulsando desde la Presidencia de la República la estructura de la denominada Economía Naranja o Economía Creativa, podríamos empezar a pensar más allá de los procesos individuales y comprometernos con desarrollos colectivos que tanto bien hacen el conducir a procesos de desarrollo fundamentales para el crecimiento del PIB en Santander.
Pero miremos desde un comienzo quién impulsa estos desarrollos. La Economía Naranja encuentra un antecedente en la Economía Creativa, concepto desarrollado por John Howkins, autor del libro “La economía creativa: transformar una idea en beneficios” publicado en 2001, que comprende los sectores en los que el valor de sus bienes y servicios se fundamenta en la propiedad intelectual: arquitectura, artes visuales y escénicas, artesanías, cine, diseño, editorial, investigación y desarrollo, juegos y juguetes, moda, música, publicidad, software, televisión, radio y videojuegos.
La creación de nuevas posibilidades es lo que da valor al ser humano, por eso los procesos que surgen en la imaginación siendo originales nos permite dar razón a lo que se denomina en otras palabras creatividad. Un concepto del creador John Howkins establece que “La creatividad se basa en utilizar ideas para generar nuevos conceptos. Al principio, todas las ideas nuevas son privadas y subjetivas, así mismo algunas no son muy interesantes. Pero si nos gusta una idea, entonces podemos desarrollarla más. Algunas personas tienen manifestaciones de expresión únicas tales como el arte, el diseño o habilidades para los medios o el entretenimiento. Otros, en cambio, hacen algo que es impersonal y objetivo y esto es la base de la innovación. La innovación puede ser repetida por cualquier persona, en cualquier momento y en su forma original, sujeta a las leyes de propiedad intelectual. Eso es innovación”. (Ver más)
En el orden internacional se impulsan desde esta propuesta muchos procesos como en el caso de Puerto Rico donde se inaugura una incubadora creativa en Mayagüez que “según los expertos y la ley Boricua fomenta la también llamada economía naranja, “las industrias creativas pueden y deben incentivarse desde el gobierno central, pero la tendencia mundial es que las ciudades, e incluso sectores dentro de las mismas ciudades, asuman un papel central en fomentar la economía creativa. Según Florida, “las ciudades son las unidades clave de organización social y económica de la Era Creativa”. (Ver más)
Los encargados del tema en Presidencia de la República en la Dirección de Gobierno y áreas estratégicas son los articuladores de los proyectos que se ofrezcan desde los territorios esperando que los funcionarios del orden regional y municipal acojan las propuestas que les presente la ciudadanía que permita fortalecer la economía y la creación de nuevos empleos.
Bogotá acogió desde este año los proyectos ADN (Área de Desarrollo Naranja) y las ICC (Industrias creativas y culturales), que articulan la inversión privada en espacios para los negocios creativos y desde el Concejo Distrital aprobó el Acuerdo 709 del 26 de junio de 2018, por el cual se establecen lineamientos para el fomento, promoción, incentivo y desarrollo de la Economía Naranja en el distrito Capital y se adoptan otras disposiciones. (Ver más)
Una propuesta que bien diseñada y planeada encuentre eco en las municipalidades podría llegar a tener apoyos interinstitucionales, de empresa privada y de cooperación internacional que sacará adelante a tantos emprendedores que no tienen quién impulse sus proyectos; o iniciativas como las que está esperando la ciudad de Bucaramanga con su Plaza de San Mateo la cual sería un referente importante acogiendo toda la teoría de lo que podría ser el establecimiento de la economía naranja en nuestra región, siendo un punto fijo de encuentro para todos los procesos de emprendimiento y creatividad.
Nuevas formas de ver lo que nos sucede es lo que depende que podamos en las próximas elecciones tener una o un mandatario apoyado por un Concejo municipal que fortalezca una mirada diferente a lo que nos está tocando ver, que tengan prospectiva y orienten una ciudad para el futuro de las nuevas generaciones. Y como lo plantea Moisés Naím en su columna ¿Va usted a perder su trabajo? «… La revolución digital va a destruir una enorme cantidad de puestos de trabajo y en las próximas décadas se creará lo que el historiador Yuval Harari ha llamado ‘la clase inútil’, un grupo social permanentemente desempleado al cual el resto de la sociedad deberá mantener… El temor de que la automatización produce desempleo apareció con la Revolución Industrial y no ha menguado. Estas ansiedades resultaron infundadas, ya que las nuevas tecnologías no solo ‘remplazaban hombres’, sino que también creaban nuevas industrias que compensaban con creces los empleos perdidos… Algunos argumentan que esta vez es distinto y que el shock tecnológico será más amplio y más veloz. Si, en efecto, se nos viene encima un tsunami de desocupación laboral, ¿qué hacer? Hasta ahora hay solo cuatro ideas… La primera es el proteccionismo digital. Consiste en encarecer, por medio de impuestos, aranceles y otros mecanismos, el uso de robots y tecnologías digitales que reducen el empleo… La segunda idea es la reeducación de las personas que pierden su trabajo para que adquieran nuevas destrezas… La tercera idea no es nueva: El empleo público. Cada vez que una sociedad experimenta un aumento drástico en su tasa de desocupación, el Gobierno intenta paliar la situación creando puestos de trabajo que, si bien no son necesarios, sirven para darles un ingreso a quienes lo han perdido… La cuarta propuesta es la de garantizar un ingreso básico universal. Esto quiere decir que todos los adultos tendrán un ingreso mínimo asegurado y permanente, independientemente de si trabajan o no… Esta lista revela que no estamos preparados para enfrentar un choque de esta naturaleza… Si los nuevos empleos no aparecen a tiempo, estaríamos enfrentando uno de los mayores retos de este siglo…» (Ver más)
Tenemos la tarea de entender cuáles son las mejores apuestas para el futuro y prepararnos para dar respuesta a las necesidades apremiantes de nuestros emprendedores y creativos productores de ideas que generen riquezas y empleos basados en el talento de nuestra gente acogiendo lo que ha sido la propuesta de gobierno número 125. (Ver más)
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