Por: Jesús Heraldo Rueda Suárez/ El mundo es un mar de “olvidos” cuya vocación es marrullera, a lo largo de la historia hemos vivido cruentas guerras, las cuales no nos han dejado ninguna enseñanza, así lo demuestra el hecho de que nos seguimos matando, con un agravante, nos matamos amparados en la hipocresía y el fariseísmo justificando las guerras y las muertes con pasmosa tranquilidad; donde mis asesinatos son buenos y los tuyos son malos; mis masacres son necesarias y las tuyas no; mis torturas defienden la mejor causa, mientras tu causa no las justifica; es una lógica que está repleta de falsedad.
La trampa está en la “voluntad de la jerarquía”, los más fuertes someten a los más débiles, los más astutos, tramposos, bribones, hipócritas y más armados ponen de rodillas a los demás.
Con total ausencia de toda ética, hay quienes prefieren “olvidar” practican el “no es conmigo” la indiferencia de su actuar hace fuertes a los Tramposos, a los astutos y bribones, quienes actúan así y practican la indiferencia son finalmente, marrulleros y cómplices que simulan ser amnésicos.
Hemos vivido en Colombia años y años de guerras, de asesinatos cometidos por grupos al margen de la ley con el mote de guerrilleros, narcotraficantes que con su poder económico se han creído dueños del país, con patente de corso para cometer los más execrables crímenes, paramilitares que con la complicidad de los gobiernos de turno han cometido las peores masacres; a esto le sumamos la guerra sucia entre políticos por el ansia de poder, una guerra plagada de corrupción, de insultos.
Los fanáticos de la fuerza, los depredadores del capital, todos aquellos cuya inspiración es el negocio, la rentabilidad por encima de cualquiera otra consideración, no quieren, ni tienen el más mínimo interés en ponerse límites.
Eso explica que, con una velocidad inusitada, desaparezcan de la memoria colectiva, de los medios, y de la historia, los hechos más atroces y sus responsables; mientras algunos, que son inocultables por su dimensión aterradora, son maquillados, relatados de manera diferente, edulcorados y matizados, de una forma tal, que se ha llegado al exabrupto de convertir la canallada de sus ejecutores en heroísmos libertarios, en victimas del fueron engañados de buena fe, o les tocaba proceder así.
En Colombia son muchas, las barbaries quedadas en el olvido, perpetradas por diversos actores de grupos violentos, narcotráfico, guerrilleros, paramilitares, grupos al margen de la ley, etc., preguntaré si alguien recuerda algunas que nombraré:
– La masacre de Segovia – Antioquia, 11 de septiembre de 1988 el saldo de la incursión fue de 43 muertos y 45 heridos.
– El municipio de Trujillo – Valle del Cauca, ha sido escenario de una violencia múltiple y continua. Entre 1988 y 1994 se registraron varias masacres que, según familiares y organizaciones humanitarias, dejaron 342 víctimas de homicidio, tortura y desaparición forzada.
– La masacre del Salado en el proceso de paz entre el gobierno Pastrana y las Farc, fue perpetrada entre el 16 y el 21 de febrero del 2.000 dieron muerte a 60 personas en estado de indefensión, este suceso hace parte de la más sangrienta escalada de eventos de violencia masiva ocurridos en Colombia entre 1999 y el 2001. En ese período en la región de los Montes de María, la violencia se materializó en 42 masacres que dejaron 354 víctimas fatales.
– En Bojayá, llamada la masacre de Bojaya en mayo de 2002, 79 personas murieron (entre ellos 48 menores) luego de que guerrilleros de las Farc, lanzaran un cilindro bomba contra la iglesia del pueblo.
– La Rochela 18 de enero de 1989, en Santander, fue perpetrada, por un grupo paramilitar en alianza con narcotraficantes y algunos miembros del Ejército, una masacre en la que murieron 12 de un total de 15 funcionarios judiciales que investigaban varios delitos en la zona.
– Entre 1979 y 1991, un promedio anual de 25 jueces y abogados fueron asesinados o sufrieron algún tipo de atentado.
– El 15 de mayo del 2000 en el departamento de Boyacá un atroz crimen estremeció a los colombianos, Elvia Cortés de 53 años de edad falleció a causa de la explosión de un collar bomba que le colocaron unos delincuentes de las farc para que pagara una extorsión. En el accionar delincuencial que horrorizó al país también murió un agente de la Policía experto en explosivos.
– La de Mapiripán – Meta, es una de las masacres enigmáticas en la historia reciente de Colombia. En cinco días, entre el 15 y el 20 de julio de 1997, paramilitares enviados por Carlos Castaño desde Urabá, habrían torturado y asesinado, según él mismo lo dijo, a 49 personas (la mayoría de los cadáveres, presuntamente arrojados al río Guaviare, nunca aparecieron).
– Los hechos ocurridos con el sanguinario actuar de la época de Pablo Escobar y los magnicidios, le explosión del avión de Avianca, los difíciles años de 1.988 y 1.989.
– El secuestro y tortura de militares enjaulados por parte de la guerrilla de las Farc.
– Lo que se vive en nuestro país vecino, Venezuela, donde un régimen amparado por su riqueza petrolera, con el aval y la indiferencia de medio mundo, tortura y gobierna a sus anchas dejando un corredor de miseria y muerte y el mundo con pasmosa viscosidad no dice nada.
La memoria viva sobre las atrocidades nazis, la monstruosidad y maldad de sus actos inhumanos, lo que fue la cima de la infamia, debió convertirse en una lección para el mundo en general y para el pueblo judío en particular, pero no, todo lo contrario, son ellos ahora los perpetradores de las masacres, bajo el influjo perverso del sionismo que representa hoy Benjamín Netanyahu, y su causa criminal, toda esa fealdad, toda esa inmundicia, esa total ausencia de moral, cabalga en Gaza protagonizando un genocidio de grandes dimensiones en donde no hay límites para la atrocidad.
De igual forma como registre algunas de las masacres olvidadas en nuestro país, lo mismo ocurre con hechos atroces en el mundo, les pregunto:
¿Cuál es la versión que usted considera cierta sobre lo ocurrido en Hiroshima y Nagasaki?, ¿conoce algún detalle del accionar bárbaro de las tropas estadounidenses en la guerra del Vietnam?, ¿alguna versión sobre la invasión japonesa a China en 1937 y las barbaridades cometidas?, ¿ha oído hablar del genocidio Herero y Namaqua cometido por los alemanes entre 1907 y 1915? ¿Sabe usted algo del exterminio de los tutsis y los hutos en Ruanda?, ¿los crímenes de los Jemeres Rojos en Camboya?, ¿una información, aunque sea pequeña, sobre la masacre de Srebrenica en Bosnia?, ¿la de los yazidíes en Irak?
Admiro la seriedad de la justicia de Estados Unidos, su orden jurídico y tributario, el manejo de los impuestos, su industria, y muchos otros aspectos, pro no comulgo con su política extranjera de invasión e injerencia en otros países, para su beneficio, más cuando es a sangre y fuego, saben algo de las invasiones de Estados Unidos a Indonesia en 1964, la guerra del Vietnam entre 1959 y 1975, la invasión a Líbano en 1983, a Libia en 1986, ¿la Guerra del Golfo en 1990-1991, Somalia en 1993, ¿Bosnia y Herzegovina en 1995, Sudán en 1998, Afganistán en 1998, 2001,2021, Yugoeslavia en 1999? las intervenciones armadas de Estados Unidos en Latinoamérica en los siglos XX y XXI?, la intervención en México en 1914, en Haití en 1915, en Honduras en 1924, en Nicaragua en 1926, en Guatemala en 1954, en Argentina en 1955, en Cuba en 1961, en Panamá en 1964, en República Dominicana en 1965, en Guatemala en 1967 y 1969, en Chile en 1973, en Argentina en 1976, en Granada en 1983, en Nicaragua en 1983 y 1986, en Panamá en 1989, en Haití en el 2004?, ¿sabe usted si en esas intervenciones hubo abusos, hubo sangre, hubo muertos?
Hasta cuando el mundo dejara de matarse, para vivir feliz, y logre entender que el poder, las riquezas son efímeras y pasajeras, que la mezquindad de las guerras está en el olvido, en la amnesia social de lo que estas han significado, porque las guerras afectan a todos los sectores, y producen una desorganización de la sociedad.
Vivimos en medio de una contradicción total entre el significado de los intereses económicos y el de los intereses de lo ético; una contradicción que impacta todas las esferas y componentes de la organización social, del pensamiento, y de la esfera individual, una sociedad que aplaude la viveza, el atajo, la estrategia corrupta de la compra de los votos, las decisiones corruptas del poder público, que aplaude la vulgaridad, la misoginia, la discriminación, la irresponsabilidad de gobernantes, de funcionarios, de periodistas.
Se y entiendo que no es fácil encontrar una manera, un método adecuado para enfrentar esta debacle, considero que deben existir múltiples formas, podrán combinarse muchas de ellas, ahora bien, cualquiera sea el método que aparezca, tengo la convicción de que es en el resurgir de la ética y los valores, donde está el camino.
…
*Profesional en Mercadeo
Twitter: @heraldoru
Los Colombianos, como ciudadanos de otros países marginados por este flagelo de la violencia, se nos nos olvidó que el sufrimiento ajeno, es el mismo que en cualquier momento nos queda por enfrentar, es tal la indiferencia, que no nos duelen los muertos ajenos, si no es por qué sea un familiar o conocido, es lamentable que lleguemos a un punto de apoyar y seguir personas llamense políticos, guerrilleros, paramilitares u de otra ideología, solo para excusar las muertes de seres humanos y compatriotas, gracias por tu columna, está nos hace reflexionar sobre como estamos actuando y hacia donde nos dormimos como país y seres humanos.
Es muy triste 😢 ver y vivir el caos en que vivimos en nuestro país las guerras partidistas que conyeva a la violencia social, el narcotráfico,la desigualdad, las violaciones de derechos y no terminaría…falta más conciencia social más Amor y Busqueda de Dios. Gracias 👍