En los últimos días se han publicado datos claves para la negociación del salario mínimo del próximo año, como la inflación de noviembre, que se ubicó en 3,27% y la productividad, que subió a 0,52%.
Según una comparación histórica sobre cuánto ha aumentado el salario mínimo en los últimos siete años, desde 2011, el amento no ha sido superior a los 35 mil pesos.
El año en el que el salario mínimo creció menos fue en 2013, cuando este solo aumentó $22.800. En cambio, el año en el que más aumentó el salario mínimo fue en 2017, cuando tuvo un incremento por $48.262.
Para Diógenes Orjuela, presidente de la Central Unitaria de Trabajadores de Colombia (CUT), estos incrementos tan bajos demuestran lo grave que es el tema de los ingresos, pues los salarios medios son tan bajos que se acercan al mínimo.
“Con estos salarios es muy difícil que crezca la economía, pues para ello se necesita que haya consumo y con estos ingresos se limita el consumo de los hogares”, señaló.
De acuerdo con la encuesta de expectativa de Índice de Precios al Consumidor (IPC) del Banco de la República, la inflación de este año se ubicaría en 3,3%. Si el incremento se diera por 5,3%, el aumento sería por $41.406, ligeramente por encima del promedio.
Es importante mencionar, sin embargo, que el salario mínimo debe tener en la cuenta otros factores como la productividad.
Si bien políticamente y por las características de la clase media es muy complicado que el salario mínimo disminuya si decae la productividad, el mensaje debe ser que si se aumenta mucho el salario mínimo se le estaría pagando más a una persona que no está dando todo lo que podría dar. Si los salarios de los trabajadores deben ser cada vez mayores, pero la empresa sigue produciendo lo mismo, estos incrementos llevarán a que aumente el desempleo y la informalidad.
Hasta el momento, en las negociaciones para acordar el mínimo de 2019, solo se han conocido las propuestas de la CUT, que pidió un aumento de 12%, y de la Confederación General del Trabajo (CGT), que junto con la Confederación de Trabajadores de Colombia (CTC) y la Confederación Democrática de Pensionados solicitó un incremento de 10%.
“Nuestra propuesta se basa en cuatro componentes que son inflación; productividad laboral; la brecha de inflación, que es la diferencia de los sectores de menos recursos con la inflación media, y la brecha de productividad, que es la que se ha ido acumulando a raíz de una mala medición durante doce años”, dijo Orjuela.
Por el lado de los empresarios, se espera que se reúnan los dirigentes de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi), Asobancaria, Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), Fenalco y Acopi para que en las próximas horas presenten una propuesta en la reunión de la Comisión de Concertación.
Al respecto, Jorge Enrique Bedoya, presidente de la SAC, dijo que si bien por el momento no se podía referir a una cifra hasta dialogar con los otros gremios, sí consideraba que había voluntad para determinar el salario mínimo mediante concertación y no por decreto.
En la reunión de este martes también se espera que el Gobierno presente su propuesta, que hay que recordar que es la primera vez que el Ejecutivo expondrá su propia cifra de incremento salarial con el propósito de avanzar en la negociación.
“Me parece que es una posición seria porque el tripartismo son tres partes, el Gobierno no puede seguir jugando de espectador o de árbitro, es un actor de primera línea, y consecuencialmente nos parece muy bien que el Gobierno plantee una cifra porque eso arroja transparencia sobre el tema que estamos abordando”, mencionó Julio Roberto Gómez, presidente de la CGT.
Por su parte, desde la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (Anif) se ha recomendado que el ajuste del salario mínimo no supere 4%, pues si se hace por encima de este se generarían mayores presiones de costos inflacionarios y se incrementarían los gastos presupuestales.
Con un alza de 4%, el incremento del salario mínimo sería de $31.250, monto inferior al promedio de los últimos siete años.