Por: Reinaldo Pérez Flórez/ Conocer la historia nos ayuda a entender el papel de la mujer en nuestras vidas, en la formación de nuestras culturas, la conformación de los Estados y en la formación de una familia que es el núcleo de la sociedad. Su instinto, su dedicación, su liderazgo, su determinación, están por encima del entendimiento de gran parte de la sociedad, que, al ver su capacidad y su importancia, recurren muchas veces al linchamiento social y moral, en el peor de los casos la violencia física que termina con ellas, que son la garantía de la prolongación de nuestras vidas.
La capacidad de decisión de una mujer y lo que influye en nuestra existencia tienen connotaciones y testimonios bíblicos; según el primer capítulo de Genesis “Dios vio al hombre solo” y se le ocurrió la maravillosa idea de crear a la mujer, quien se convertiría en la dueña de su voluntad y su querer; solo la capacidad de decisión, su curiosidad y su instinto llevaron a que desobedeciera a Dios, pero no solo eso, admiramos tanto a la mujer que Adán también termino comiendo del fruto prohibido, para hacer referencia de lo cobardes que en repetidas ocasiones solemos ser, ante Dios Adán responsabilizo a Eva por haberlo inducido a comer del fruto prohibido, ella no dudo y asumió su responsabilidad, aceptar tanta responsabilidad ante el Padre Creador es solo una muestra de su berraquera.
La parte de la historia que nos han permitido conocer, habla de una sociedad machista y maltratadora, pero las culturas que trascendieron y maravillaron a la humanidad, le dieron un papel más que importante a las mujeres.
En el antiguo Egipto las causales de separación en un matrimonio, eran la infidelidad por parte de uno de los conyugues, o que uno de ellos no fuese fértil, pero una de las causales que más llama la atención es que si el hombre no podía mantener el nivel de vida de la mujer, si este no podía mejorar su condición económica o social, era la causal más grave ante la sociedad, garantías que llevaron a una mujer de la familia de los Ptolomeos a ser la reina más importante de la historia, no solo por su capacidad administrativa, también política, situación que no toleró el machismo del imperio Romano, a la que Cayo Octavio Tiruno dio solución, no solo obligaron a que ella acabara con su vida, también asesinaron a su hijo Cesarion.
Pero el temor a la capacidad de liderazgo de las mujeres trasciende en el tiempo, la ciudad de Alejandría que era guiada por el Pensamiento y la Filosofía Helenistica, dieron a conocer al mundo a una de las matemáticas, astrónomas y filosofas más importantes de la historia, su nombre Hipatia de Alejandría, una época donde sus investigaciones quedaron atrapadas en una guerra entre paganos y cristianos, ella manejaba la teoría de que el mundo era redondo, mucho antes de que Colón descubriera América, la iglesia tenía la teoría de que la tierra era plana y donde terminaba la tierra comenzaba el infierno, siendo el cristianismo la religión oficial del nuevo imperio Romano.
La teoría de Hipatia de Alejandría atentaba contra uno de los pilares de la religión y es “el temor a las llamas del infierno” ya que si la tierra era redonda, entonces no había infierno; la forma en que el fanatismo y las masas lideradas en su mayoría por hombres, una turba enfurecida, acabaron con la vida de Hipatia de Alejandría, la forma en que la asesinaron pensando que Dios estaba de su parte fue brutal, todo por el temor al conocimiento y liderazgo que representaba esta mujer que personificaba lo mejor del pensamiento griego, Hipatia de Alejandría fue una mujer asombrosa víctima de la inseguridad y la brutalidad de los hombres.
La sociedad ha sido totalmente incapaz de cuidar y dignificar la existencia de tan maravillosos seres, no debemos ir tan lejos, las santandereanas, herederas de extraordinarias mujeres históricas, son maltratadas y en el peor de los casos asesinadas por su compañero sentimental, el año pasado en el Norte de Bucaramanga una mujer de escasos recursos denunció ante las autoridades más de siete veces que su compañero sentimental la iba asesinar, ninguna autoridad tomó las medidas necesarias para proteger la vida de esta mujer, la forma en que su compañero sentimental la asesinó fue brutal.
No falta el jefe de un movimiento ciudadano reconocido en nuestra ciudad, que ataca verbalmente a una diputada de su propio movimiento, solo por el hecho de no ser una mujer manipulable, que, como fiel representante de nuestras históricas mujeres, mantuvo una posición de dignidad, asumiendo las agresiones con valentía, exigiendo respeto.
Pero el abuso no para, esta semana también nos sorprendió la noticia, en la que dos jóvenes estudiantes de la UIS, provenientes del municipio de Cimitarra, fueron asesinadas con un arma blanca, al parecer el autor material fue su compañero sentimental.
Las mujeres son valientes, siempre están dispuestas para apoyarnos y caminar hombro a hombro en nuestros proyectos de vida, pero la historia nos ha enseñado que son completamente indefensas frente a la brutalidad de una sociedad machista y maltratadora.
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