El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció un paquete de medidas económicas entre las que incluyó una enorme subida del salario mínimo en Venezuela, que pasará de 3.000.000 de bolívares a 180.000.000, hasta unos US$30.
«He fijado el salario mínimo, las pensiones y la base de salario para todas las tablas salariales del país en medio petro», anunció el mandatario en referencia a la criptomoneda creada por su gobierno.
El gobierno quiere que el valor del petro sea idéntico al del barril de crudo en los mercados internacionales, unos US$60 actualmente, y que 3.600 bolívares soberanos, el nuevo cono monetario que está previsto entre en vigor el lunes, equivalgan a un petro.
Maduro informó que el Ejecutivo asumirá «por los próximos 90 días el diferencial de la nómina salarial de toda la pequeña y mediana industria del país para que no haya impacto sobre la inflación». Agregó que así no habrá «excusas» para aumentar los precios.
«Tiene que haber gobierno, tenemos que retomar el papel del Estado como gran regulador, la autoridad del Estado y del gobierno para hacer valer las reglas económicas», agregó.
Que el salario mínimo en Venezuela era totalmente insuficiente era algo en lo que había consenso general.
Si uno recorre cualquier supermercado de Caracas se dará cuenta rápidamente de que apenas hay artículos que cuesten menos que los 3 millones de bolívares del salario mínimo actual. Que la solución que le ha dado el presidente Maduro sea la adecuada parece algo más discutible.
Si la solución a los desequilibrios de la economía fuera tan sencilla como fabricar más dinero, entonces no habría crisis económicas. Y la de este país hubiera terminado hace tiempo.
El presidente se mostró confiado en que esto servirá para estabilizar los precios y el valor de la moneda venezolana. Pero economistas críticos no han tardado en expresar sus dudas. Anabella Abadi dijo que «esto va a disparar la hiperinflación».
La subida del salario mínimo es una de las medidas anunciadas por Maduro, quien además habló de reemplazar el complejo sistema de control de cambios con un tipo único que usará como referencia el valor que asigna al petro.
El presidente aseguró que la subasta de divisas pasará de una a tres a la semana en los próximos dos meses, para después llegar a cinco semanales y hasta una al día. También habló de «absoluta disciplina cambiaria» en la subasta de dólares por el sistema conocido como Dicom. Y apostó a «jugar claro, duro y directo en el sistema cambiario venezolano para tener un solo tipo de cambio definitivamente y matar al dólar criminal».
Lo que Maduro llama «dólar criminal» es el que, ante la escasez de divisas en los conductos oficiales, se vende en el mercado paralelo por casi 5,2 millones de bolívares (en lugar de los casi 250.000 del Dicom) y que sirve como referente en la economía local.
Maduro también anunció que el Impuesto al Valor Agregado (IVA) para bienes de lujo pasará del 12% al 16%.
Todo, parte de un paquete con el que el gobierno busca reflotar una economía que según el Fondo Monetario Internacional para 2018 registrará una inflación por encima del 1.000.000%.