Por: Luis Eduardo Jaimes Bautista/ El novelista Fitzgerald Scott, escribió que “el dinero ha aniquilado más las almas que el hierro cuerpos”. Lo complementaría, con lo que manifestó en la entrevista el Nuevo Alcalde de Bucaramanga, Germán Torres Prieto (e), replicando a su antecesor suspendido, el Arquitecto quien predicaba mucho sobre la corrupción, pero no la combatía.
Mientras la sociedad y la justicia es laxa y permisiva, con estos ejemplares de la fauna regional y nacional, luchar contra el corrupto: dañado, torcido, perverso, ahondar ad infinitum, en lo que para la comunidad son estos infectos de indignidad, que orondos se meten a los partidos políticos para hacer campaña, se pasean, mirando burlonamente a sus posibles electores: unos pobres parias, en la campaña que comenzará en firme cuando inscriban sus avales.
Creo, creemos los periodistas que por ética, debemos informar sobre este flagelo que acogen los corruptos en su carrera política o se escudan en ella. Los medios de comunicación no debemos guardar silencio y se tienen que decir los nombres de estos espeluznantes personajes con nombres y apellidos.
En Santander y Bucaramanga existen unos cuantos, porque pertenecen a una jauría, tienen un ADN, que ya fueron analizados y con resultados publicados en las páginas de los periódicos nacionales y regionales. Ellos saltan como toches de guayaba en guayaba madura, picoteándola. Están en un partido y pasa a otro, como cuando se cambia de ropa. Mereciendo desprecio que admiración. Caminan con aire de arrogancia.
Nunca se han ganado una lotería o un baloto. En su corta carrera ocupando gerencias o haciéndose elegir. Han manipulado las empresas o corporaciones públicas para poder dentro de la nueva modalidad crear empresas privadas para contratar. Un ejemplo, se aprovechan de estas entidades (de vigilar el medio ambiente y conceder licencias), negociando los puestos, en un fortín burocrático y político para su mejor postor.
Aparecen por elecciones los llantos de sirenas. Ponen el pueblo a caminar detrás de ellos y a llenar auditorios ¡y ya se está viendo! Son admitidos estos despreciados señores con tulas de dinero compran las conciencias, para llegar a donde están los dineros fáciles que el pueblo paga en impuestos. Este mal social, necesita un remedio social. La permisión, la ignorancia, la indiferencia, los complejos, son un caldo de cultivo para que estos corruptos oreen su insanidad mental en los espacios públicos y privados, para que salgan en las redes sociales las fotos de grandes manifestaciones de apoyo.
El poder politiquero se está encasillando, cuando el partido liberal se está acabando. La muestra que tenemos en Bucaramanga por la Alcaldía… ya se ve. Llegó a un entierro de tercera la política entendida como servicio al pueblo y ha llegado al punto final a la esencia de una democracia disfrazada. El poder ya es de una casta que únicamente pretende satisfacerse a sí misma y a sus aliados y protectores.
Encasillan y divorcian el pueblo, es el retorno al absolutismo, pero lleno de mentiras, hipocresía y falsedad, cobijando el poder absoluto y engañando al pueblo con migajas, para que se crea soberano e importante y siga creyendo en la democracia. Hacen los que quieren, ignoran los deseos del ciudadano y doblegan a diario la voluntad popular. Cobran los impuestos que quieren, sancionan, castigan y arruinan vidas sin tener que pagar por ello. Se burlan y compran la justicia.
El poder político moderno se ha independizado de los ciudadanos, ha prostituido la democracia y se ha encasillado para hacerse invencible y temible. A la hora de robar no tienen pudor. Se hacen indelicados, cuidados y blindados por cuerpos de escuderos que los defienden, no deberían existir –que son muy pocos- policías, jueces y periodistas ajenos a la verdad.
Que los hay, los hay en estas elecciones regionales, y muy pocos son los que buscan con honestidad representar al pueblo. Estamos viviendo un profundo deterioro de la política.
Twitter: @LuisEduardoJB1