Por: Paola Guarín/ Día a día el desarrollo urbanístico se convierte en un desafío en la sostenibilidad de ciudad, pues dar soluciones a bajo costo, a corto plazo y su efectiva participación ciudadana, es sin duda más que un reto al cual le deben apuntar las futuras administraciones municipales en las nuevas vigencias presupuestales.
La participación ciudadana en los procesos de transformación urbana, son como el alma al cuerpo, es decir, son tan necesarias como la misma supervivencia humana en sentido táctico y práctico.
Teniendo en cuenta que el colectivo ciudadano es el directo afectado o beneficiado de los cambios territoriales suscitados en su entorno, surgiendo una perpleja necesidad de materializar su real intervención y consensualidad en estos procesos de cambio, donde su finalidad en el desarrollo urbanístico debe ser un crecimiento urbano y social a la par, con más afinidades que discrepancias.
Sabiendo que el significado del término ciudadano el cual hace alusión a todo ocupante o individuo de un territorio urbano o rural con derechos y deberes, surgiendo con ello un radio de acción de intervención del mismo, en la representación y participación en términos de ordenamiento, transformación, renovación e intervención del territorio, en el cual habita.
Por ello el legislador precisó en su artículo 311 de la Constitución Política de Colombia, un instrumento normativo, el cual se señala que el municipio como entidad fundamental de la división político-administrativa del Estado, le correspondiéndole la prestación de los servicios públicos determinados por la ley, la construcción de obras que demande el progreso local, el orden territorial y la promoción de la participación ciudadana.
Por ello, es menester exaltar la necesitad pronta y urgente de promover escenarios de participación ciudadana en procesos de desarrollo urbanístico, siendo traducida esta dualidad en procesos arquitectónicos, como el urbanístico táctico denominado “crowdsourcing” urbanístico, que en términos generales se resume en llevar acabo estrategias innovadoras de participación y trabajo colectivo para la ejecución de proyectos, solución de problemáticas y creación de iniciativas de gran impacto para un grupo de personas.
Ahora bien, es importante traer a colación los desafíos en el hacer ciudad y su planificación territorial, involucrando a los ciudadanos en la toma de decisiones, más allá de la normatividad que rigen la materia.
Por ello la gobernanza debe ser formulada con objetividad en la construcción de acciones a corto mediano y largo plazo, no solo en miras de ejecutar un presupuesto u obras ligadas a un plan de obras que hacen parte de un plan de ordenamiento territorial, sino además, involucrar al colectivo ciudadano en los procesos que con llevan la construcción de ciudad, pues al ser los principales usuarios y beneficiarios de las mismas se convierten de manera automática en la principal fuente de información en los procesos de diagnóstico de necesidades en el territorio, pues no hay que dejar de lado que el colectivo ciudadano, pueden también llegar a ser los principales afectados de dichas intervenciones, que en su momento puede ser un arma de doble filo en la seguridad jurídica de la territorialidad.
Los procesos de intervención de espacio urbano en sus etapas contractuales poseen serias carencias desde la fase de planeación contractual o diagnóstico de la necesidad, al no involucrar la participación ciudadana de dichos procesos, siendo esto una fuente información veraz necesaria y contundente desde el punto de vista objetivo, en lo que respecta a las posibles consecuencias directas, especialmente en las afectaciones de tipo ambiental y cultural.
Por eso a modo de conclusión es necesario desde la teoría y la práctica, los estudios técnicos y los espacios académicos del urbanismo, se empiece a explorar nuevas alternativas para la construcción y transformación de la ciudad, procesos que deben utilizar metodologías de trabajo con la comunidad y la construcción social donde se establezca como objetivo principal del desarrollo sostenible, la solución de las necesidades de los habitantes.
Por ello la necesidad de involucrar un urbanismo participativo como una de esas nuevas alternativas para la construcción social de ciudad, siendo sin duda un concepto de inclusión en la construcción colectiva y activismo, cuya misión es evolucionar escenarios donde se establezca como objetivo principal del desarrollo sostenible y la solución de las necesidades de los habitantes.
El urbanismo participativo como una de esas nuevas alternativas para la construcción social de ciudad, es sin duda un nuevo concepto de inclusión en la construcción colectiva y activismo, debiendo llevar a cabo escenarios en la ejecución de proyectos donde la socialización y participación colectiva, garantizando la primacía del interés general sobre los intereses particulares es la efectiva consecución de un estado social de derecho.
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