En los últimos cinco años, el entorno laboral ha experimentado cambios significativos. Tras la pandemia, muchas empresas optaron por la virtualidad como una solución temporal, pero en numerosos casos, este modelo se ha transformado en una opción a largo plazo. Sin embargo, la realidad actual muestra que el trabajo remoto está cediendo terreno al modelo híbrido, el cual ha demostrado ofrecer un equilibrio efectivo entre flexibilidad y productividad.
De acuerdo con un estudio realizado por WeWork y Michael Page, el 65% de las empresas en Latinoamérica ya han implementado esquemas de trabajo híbrido, mientras que en Colombia esta cifra se eleva al 59%. Esto pone de manifiesto que el regreso parcial a los espacios de trabajo físicos no es solo una moda, sino una necesidad compartida por empresas y colaboradores. Las organizaciones buscan fortalecer la cultura corporativa y promover la integración de sus equipos, mientras que los trabajadores aprecian la flexibilidad, el ahorro en transporte y la oportunidad de equilibrar mejor su vida personal y laboral.
El crecimiento del trabajo híbrido también ha incrementado la demanda de espacios colaborativos, como los coworkings. Un informe de Mordor Intelligence proyecta que el mercado latinoamericano de coworking crecerá a una tasa compuesta anual superior al 10,64% hasta 2029, alcanzando un valor de 1. 910 millones de dólares.
En este contexto, WeWork se ha consolidado como un aliado estratégico para empresas y profesionales en búsqueda de soluciones flexibles que se adapten a las nuevas dinámicas laborales. Sus espacios colaborativos están diseñados para potenciar la creatividad, la productividad y la cohesión de los equipos, reafirmando así que el futuro del trabajo combina lo mejor de la presencialidad y la virtualidad.