El 25 de octubre de 2015 las elecciones en Bucaramanga se definieron por una diferencia de 4470 votos.
El ganador logró 77,238 votos es decir el 28.83 por ciento de la votación. La persona que obtuvo el triunfo era en apariencia un hombre desconocido en la política.
Su nombre Rodolfo Hernández Suárez. Y su Movimiento Cívico Lógica Ética y Estética aprovecharon la ilusión de la gente de tener casa propia al repartir 20 mil carta-cheques.
Quien tuviera esas carta-cheques, se pregonó, tendría derecho a una vivienda o por lo menos a un espacio en donde vivir y dejar de pagar arriendo. Los sueños parecían dejar de ser una utopía.
Sin embargo pasaron casi cuatro años y esa ilusión no se hizo realidad. Ni siquiera se logró conseguir el lote en donde se construirían las veinte mil casas. El lote no se pudo negociar con Cemex, de donde era vicepresidente el actual candidato a la Alcaldía de Bucaramanga, Juan Carlos Cárdenas.
Sin embargo el 28.83 por ciento de la gente que le dio los votos al ingeniero Hernández Suárez esperaba que no fuera imposible esa utopía. El candidato sonaba convincente y hasta dio documentos, que hoy siguen en poder de la soñadora ciudadanía. Ganaron en las urnas, pero siguen en arriendo porque esas 20 mil ilusiones se las llevó el tiempo.
Esas mil promesas le sirvieron para ganar en las urnas a Rodolfo Hernández porque logró su objetivo de llegar a la Alcaldía, según su retahíla, para luchar contra la corrupción.
Los candidatos que no ganaron
El candidato en segundo lugar en el 2015 fue Carlos Arturo Ibáñez Muñoz, del Partido Liberal Colombiano, quien obtuvo 72,768 votos con el 27.16 %. Quien este 2019 no participa ni siquiera con heredero o pupilo recomendado.
En el 2015 ocupó la tercera casilla Jhan Carlos Alvernia Vergel, del Partido De La U quien logró 53,993 votos y un 20.15 % de la votación.
Este año Alvernia quiso ser el candidato a la Alcaldía de Bucaramanga por el Centro Democrático, partido en el poder con Iván Duque, pero en ese Partido prefirieron no tener candidato propio y buscaron una alianza que consideraron la más poderosa: la de Claudia López.
Visto ese desplante, Alvernia se marchó por la puerta lateral y encontró lugar en el Partido de Reivindicación Étnica – PRÉ -. En donde cumplió su propósito de ser candidato a la Alcaldía de Bucaramanga. Sin embargo, esa ilusión apenas le duró unas semanas porque terminó en la renuncia.
Se sumó a la candidatura de Claudia López, tal como lo había hecho su Partido inicial, este 2019, el Centro Democrático.
En el 2015 la cuarta casilla fue para Sergio Isnardo Muñoz Villarreal, quien por el
Movimiento Alternativo Indígena Y Social «Mais», obtuvo 30,170 votos con un 11.26 % de la votación.
Muñoz repitió este año como candidato a la Alcaldía de Bucaramanga. En principio se pensó en una coalición de partidos alternativos en donde lograron a estar unos quince nombres para lograr esa representación.
Las cosas parecían marchar hasta que con el pasar de los días, versiones externas o internas del grupo, atomizaron la propuesta del candidato único de los alternativos y al final no salieron con nada. Cada alternativo cogió para su casa política y allí están solos y contra corriente o aliados a los poderosos de los cuales renegaban.
Muñoz Villarreal siguió con el Mais y ahí está como candidato a la Alcaldía de Bucaramanga a la espera de poner sus conocimientos de planeación al servicio de Bucaramanga como ya lo ha hecho desde varias secretarias de Santander y de Bucaramanga.
Las cifras que marcas votos y abstenciones
En el 2015 la votación total por los cuatro candidatos mencionados alcanzó los 234,169, lo que significa un 87.40 % del total de votos. Los Votos en blanco fueron 33,738 con un 12.59 %. El total de votos válidos fueron 267,907, con un 95.06 %.
Hace cuatro años el Potencial de sufragantes era de 493,802 ciudadanos, pero el total de sufragantes solo fue de 281,800 ciudadanos. En total 212.202 personas se abstuvieron en votar.
Hernández Suárez fue elegido con menos del treinta por ciento de los votos, es decir que un poco más del 70 por ciento de la población tuvo que aceptar lo que una tercera parte de la ciudad decidió. La abstención logró el mayor número de ciudadanos ¿obtuvieron algo por no votar?