Por: Dilmar Ortiz Joya/ Comienza un nuevo año, lleno de esperanzas, sueños y anhelos creados al momento de ver partir el 2018 y se espera con fe que se vayan cumpliendo a medida que transcurre el tiempo.
Pero las cosas no son así de sencillas. Esos propósitos deben tener acciones contundentes y de carácter para sacarlos adelante; esos sueños para que se cumplan deben contar con un despertar temprano en búsqueda de ellos y los anhelos no pueden quedarse solamente en eso. Anhelos.
Acogiendo un comentario divulgado por las redes sociales del por qué nos complicamos tanto si tan solo tenemos una vida y debemos vivirla,hago las siguientes reflexiones para enfocar lo fácil que es pensar en cumplir las metas de un nuevo año si se coloca toda la actitud positiva frente a la vida, si con responsabilidad se asumen los deberes y se reclama con ahínco, pero con respeto, los derechos y si se actúa y no solamente se queja de todo y de todos los que a nuestro juicio hacen mal las cosas, sin detenerse a observar si nosotros estamos haciendo bien o no nuestra labor.
Es tan fácil la vida que, si se extraña a un amigo, a un ser querido o a alguien que fue parte de nuestra existencia; llámelo y no espere a encontrárselo para saludarle o en el peor de los casos visitarlo cuando duerme el sueño eterno.
Es tan fácil y sencillo que, si se quiere reunir con alguien para compartir, así sea un vaso con agua; invítelo y no espere a ser invitado. Siempre deberá existir algún motivo para el encuentro y no solamente esperar a que lleguen las fechas especiales para hacerlo. Todos los días son hábiles para compartir con quien quiera y donde quiera.
Es tan elemental y tan fácil que si se quiere que lo entiendan en sus argumentos, posiciones, teorías y comentarios, explíquelos utilizando la plastilina si es del caso, pero respetando siempre la posición del otro sin querer imponer la nuestra.
Si se tiene dudas sobre algo o sobre alguien, pregunte y no dé por sentado nada ni suponga lo que no debe haciendo injerencias malsanas. La mente debe tener la contextura de una esponja que absorba todo el conocimiento claro y preciso, teniendo también la posibilidad de exprimirla para desaprender para volver a aprender.
Si no le gusta o no le gustó algo o algún comportamiento o actitud de alguien, es tan fácil decirlo con respeto y consideración en el momento oportuno, pero no guardarse para más tarde porque se alimenta en el alma la posibilidad de acumular rencores que explotarán en el momento menos adecuado dejando heridas en el corazón. Podemos disentir y debemos decirlo tal cual nos gustaría que nos lo dijeran quienes de una u otra manera también difieren de nuestras actitudes.
Ahora, si te gustó algo que hiciste o que compartiste con un ser querido, simple y llanamente disfruta, pues la vida es eso, momentos efímeros que pasan en segundos y no regresan. Es tan fácil expresar el gusto por lo vivido que será para el futuro el recuerdo que registrará la mente.
¿Han pensado lo rápido que pasó diciembre? ¿Lo veloz que fue el 2018? ¿Lo vertiginoso que han sido nuestros años de vida?
Es tan fácil que, si se quiere algo, cambiar o conseguir alguna cosa, llámese material, espiritual o personal; tan solo vaya por ello, no se coloque talanqueras para conseguirlas simplemente tome la decisión y bótese. La vida es una aventura y debe enfrentarse así de esa manera.
Si Ud., señor lector, ama a alguien; dígaselo todas las veces que sea, no se conforme con decírselo una sola vez, no infiera que ese ser amado ya lo sabe; dígaselo y expréseselo de mil maneras y no espere que el tiempo le deje solamente un recuerdo de lo que fue y termine expresando cuanto le amaba a una fotografía que no ve, ni escucha ni siente.
“El pesimista se queja del viento; el optimista espera que cambie; el realista ajusta las velas”: William George Ward.
Feliz año 2019 ¡Benditas almas!
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