Paul Manafort, el exjefe de campaña de Donald Trump, será el primer integrante del equipo electoral del mandatario en ir a juicio por cargos surgidos de la investigación sobre la injerencia rusa en la carrera presidencial de 2016 en Estados Unidos.
Manafort, de 69 años, se declaró no culpable en 18 cargos de fraude bancario y fiscal relacionados con sus actividades de lobby a favor del antiguo gobierno proruso de Ucrania.
La inculpación surgió de la investigación que adelanta el fiscal especial Robert Mueller sobre la injerencia rusa en la última carrera electoral estadounidense, aunque los cargos no están relacionados con el desempeño de Manafort como jefe de campaña de Trump.
La selección del jurado de 12 miembros para el juicio «EE.UU. vs Manafort» comienza a las 10:00 locales ante el juez de distrito T.S. Ellis, en Alexandiria, Virginia. Se espera que el juicio dure unas tres semanas.
Manafort, un veterano consultor político republicano, encabezó durante tres meses el equipo de campaña de Trump antes de verse obligado a dar un paso al costado debido a su actividad como cabildero de Ucrania.
Se le imputan cinco cargos por declaraciones de impuestos falsas por no informar al Servicio Interno de Ganancias de cuentas bancarias en Chipre y otros países, con el fin de ocultar millones de dólares de ingresos por sus actividades en favor del expresidente ucraniano proruso Víctor Yanukovich.
También está acusado de fraude bancario relacionado con varios préstamos multimillonarios que obtuvo de diferentes bancos.
Los fiscales planean presentar casi tres decenas de testigos durante el juicio, incluyendo a Richard Gates, exsocio de Manafort, quien coopera con los acusadores tras declararse culpable de cargos menores en febrero. Cinco testigos obtuvieron inmunidad de parte de la fiscalía para declarar en contra de Manafort.
Mueller, exdirector del FBI, inculpó hasta el momento a un total de 32 personas en el marco de la investigación sobre una supuesta colusión entre la campaña de Trump y Rusia para ayudar al magnate neoyorquino a llegar a la Casa Blanca.
Trump ha tildado reiteradamente la investigación de Mueller como una «caza de brujas» motivada políticamente y también ha negado cualquier relación de su campaña con Moscú para derrotar a la excandidata demócrata Hillary Clinton.
Mientras Gates y otros, incluyendo al exasesor de Seguridad Nacional Michael Flynn, se han declarado culpables, Manafort se ha negado a acordar con los fiscales.
Expertos legales estimaron que Manafort podría estar esperando ser declarado no culpable u obtener un perdón presidencial.
Jonathan Turley, profesor en la Facultad de Derecho en la George Washington University, consideró que las probabilidades del exoperador político de salir airoso del juicio no son buenas.
«Este es un caso excepcionalmente difícil para la defensa», dijo Turley.
«Mueller solo tiene que asegurarse la condena por uno de los cargos para encarcelar a Manafort por una década», dijo. «A los 69, eso debe pesar mucho en su mente».
Turley también dijo creer que «es poco probable que los jurados se identifiquen o empaticen con Paul Manafort», cuyo estilo de vida dispendioso está detallado en los documentos judiciales. «Estarán viendo a un hombre que gastó medio millón de dólares solo en jardinería», abundó.
«Además de eso, el gobierno le dará un golpe de gracia» con el testimonio incriminatorio de su exsocio Gates.
Turley estimó que Manafort podría estar apostando «a la estrategia del perdón», pues «ha permanecido leal» y «puede pensar que no tiene mucho que perder si va a juicio y mantiene sus chances de un perdón» presidencial.
En cambio, «si coopera con Mueller, la probabilidad de un perdón se verá sustancialmente reducida», indicó.
Manafort ha pasado el último mes en una prisión de Alexandria, en las afueras de Washington DC, luego de que una jueza federal le revocara el arresto domiciliario y una fianza de 10 millones de dólares por presuntamente manipular testigos en otro caso que tiene pendiente.
Se espera que Manafort vaya a juicio en septiembre en la capital federal por cargos -también presentados por Mueller- de conspiración, lavado de dinero y no registrarse como agente de un gobierno extranjero.
Trump calificó de «muy injusto» al encarcelamiento de Manafort en junio pasado. «Wow, qué sentencia dura para Paul Manafor, quien ha representado a Ronald Reagan, Bob Dole y muchas otras importantes figuras políticas y campañas», tuiteó Trump el 15 de junio. «No sabía que Manafort era el jefe de la Mafia».