Por: Hernando Ardila González/ Varias han sido las teorías conspiracionistas sobre la brutal idea de exterminio de la humanidad, ejemplo: Control de la Población, Nuevo Orden Mundial, Ilimunatis, agotamiento de recursos como el agua, calentamiento global, etc.
Analizaremos desde la perspectiva Malthusiana, su propuesta para detener el crecimiento poblacional, causa principal del agotamiento de los recursos que posibilitan la vida en el único cuerpo celeste donde lo que conocemos por vida, entre ella la vida humana, ha tenido el bello milagro de su manifestación como un canto victorioso de la evolución cósmica que resuena hasta en lo más recóndito del universo, mucho más que la Gran Explosión punto de partida de todo lo existente.
No es una perspectiva apocalíptica, tampoco una utopía en procura de la perpetuación de la especie humana y de otras expresiones de la vida que merecen junto al hombre y la mujer, compartir esta nave natural que con perfecta sincronización viaja por el universo hace por lo menos cuatro mil millones y medio de años, mil millones de los cuales en solitario si aceptamos que hace unos tres mil setecientos millones de años aparecieron las primeras formas de vida y que solo desde hace unos trescientos cincuenta mil años, comenzó a ser piloteada por seres con características anatómicas modernas, (Homo Sapiens Sapiens), quien desde apenas hace doscientos años, con torpeza comenzó a arruinar la obra cósmica surgida luego del Big Bang en un proceso tan maravilloso y no terminado aún de explicar.
En 1798, escrita por el economista inglés Thomas Robert Malthus, aparece la obra conocida como “Ensayo sobre el principio de población”, que en resumen habla del crecimiento exponencial o continuo de la población humana, en comparación con el crecimiento de los recursos, lo cual genera pobreza y obliga a su reducción qué importa cómo si con las guerras, las plagas, las enfermedades.
“Cierto es que la Población mundial según el último informe demográfico de las Naciones Unidas (2019) ≈ 7700 millones de personas. Población mundial actual a tiempo real según los datos de Census.gov (2020) ≈ 7625 millones de personas”. (Ver)
No tengo duda que Malthus tiene razón en su postulado principal de que cada 25 años la población humana se duplica y que ello ejerce una presión sobre los recursos, permítanme agregar que también sobre el medio ambiente con sus principales efectos como el agotamiento del agua, la desertificación de los suelos, la contaminación del aire y el cambio climático.
Lo anterior implica la necesaria implementación de políticas de control de la natalidad para evitar el desmesurado crecimiento poblacional, lo que ciertamente conlleva a cada vez más creciente pauperización de las naciones.
Pero los métodos no han sido de educación, redistribución de la riqueza, equidad, justicia, democracia y paz. El catálogo malthusiano se convirtió en sagrado evangelio de exterminio sin piedad, la biblia con su pacto de una Tierra Prometida, para los ricos, porque para los pobres está el cielo que aún no se sabe dónde queda y allí cómo se llega para tener la dicha eterna que tienen los ricos, así estos no pasen por las puertas del cielo tan fácil como un camello por el ojo de una aguja.
Malthus cree que la miseria es una ley natural e inconmovible, contra la cual es inútil actuar. Por el contrario, si no bastan los cataclismos de la naturaleza, el Estado debe «contribuir» poniendo su ingrediente de guerras, desentendiéndose de la sanidad pública y de cualquier norma de protección humana. De ahí que se oponga a las ‘leyes de pobreza’, estableciendo que los subsidios a los pobres no pueden impedir ni la pobreza ni el hambre: (Wikipedia, fuente ya citada). «Si los alimentos no alcanzan para todos, un subsidio a los pobres no puede aumentar su volumen, ya que lo único que puede traer consigo es el aumento de la cantidad de pobres, pero en ningún caso más riquezas». (Malthus. Ensayo sobre el Principio de Población).
No dudo que esa fuera la lógica de exterminio de la primera (desde 1914 hasta 1918) y de la segunda guerra mundial (desde 1939 hasta 1945), de las que dudo mucho las causas que la originaron.
De la primera, el homicidio del heredero al trono austrohúngaro y su esposa en Sarajevo, quién va a iniciar una conflagración por un hecho como tal, aunque en Colombia alguna periodista y algunos congresistas del partido gobernante, casi incendian el país por la detención domiciliaria no de un heredero al Solio de Bolívar, sino del que dice quién es el heredero y de la segunda guerra, la declaración de guerra de Reino Unido y Francia a la Alemania nazi el 1 de septiembre de 1939, tras la invasión alemana de Polonia del día 1 de septiembre de aquel año.
Sospecho que las anteriores fueron más bien una aplicación de los consejos de Malthus que alguna élite que tras bambalinas maneja los hilos del poder económico y político impuso a sus marionetas como Mussolini, Hitler, Churchill, Stalin, Hirohito y Roosevelt, como en Colombia alguna élite dueña del poder económico y político, a sus marionetas desde hace 200 años y con mayor énfasis en lo que va corrido del presente siglo, impone su política de opresión y muerte contra un pueblo inerme, honesto, trabajador, hambriento y postrado por el miedo.
Y sospecho que tal consejo malthusiano se aplicó en guerras regionales promovidas por gobiernos títeres, ej: Afganistán, Irak, Libia, Siria, por citar solo las recientes.
Pero la guerra y sus miles de millones de vidas perdidas a lo largo de la historia, poco significarían en las cuentas macabras de exterminio de Malthus, eran necesarias otras estrategias de control y reducción de la población; por eso Malthus pretendía que los proletarios construyeran viviendas en terrenos insalubres, viendo con malos ojos a los individuos compasivos que creen hacerle un gran beneficio a la humanidad estudiando la manera de extirpar para siempre ciertas enfermedades.
Su método positivo habla de buscar el camino del equilibrio mediante la muerte, con sus diferentes formas de alcanzarla como son las epidemias, el hambre, el aborto y las guerras. Dice que el alimento más barato debía ser el pan, pues sacia el apetito sin aportar demasiados nutrientes al organismo… de los marginados. (Fuente antes citada de Wikipedia). “En vez de recomendarles limpieza a los pobres, hemos de aconsejarles lo contrario, haremos más estrechas las calles, meteremos más gente en las casas y trataremos de provocar la reaparición de alguna epidemia”. (Malthus. Ensayo sobre el Principio de Población).
*Abogado Penalista, postulado a Maestría en Derecho Constitucional. Presidente Colegio Nacional de Abogados de Colombia Conalbos Santander y Vicepresidente Nacional.
Twitter: @HernandoArdila6