Tras dos visitas, en febrero y abril, en el contexto de la consulta del Artículo IV que el Fondo Monetario Internacional (FMI) está llevando a cabo en 2025, un equipo técnico del organismo multilateral alertó por el hecho de que hay un aumento del déficit fiscal y la deuda de Colombia por encima de lo previsto.
El informe dice que la economía colombiana continúa expandiéndose, al mismo tiempo que se observa cierta moderación de los desequilibrios principales.
«Tras una marcada desaceleración en 2023, la economía creció un 1,7 % en 2024, impulsada tanto por el consumo privado, que refleja la solidez del mercado laboral, como por una recuperación paulatina de la inversión. La inflación general reanudó su descenso en marzo y alcanzó el 5,1% (interanual), favorecida por una política monetaria apropiadamente restrictiva», precisa textualmente.
Además, asegura que el déficit de la cuenta corriente se redujo aún más hasta situarse en el 1,8% del PIB en 2024, «como resultado de la fuerte entrada de flujos provenientes del turismo y las remesas. El déficit de la cuenta corriente se financió con entradas netas de inversión extranjera directa, pese a la salida neta de flujos de cartera».
El informe del FMI menciona que las reservas internacionales se mantienen en niveles adecuados, y a finales de marzo se situaron en el 130% del indicador de evaluación de la suficiencia de las reservas (ARA), gracias al programa de acumulación de reservas emprendido por las autoridades el año pasado.
El sistema bancario sigue en buen estado —con niveles adecuados de liquidez, capital y provisiones— y está sujeto a una estricta supervisión.
Dice que, «no obstante, los déficits fiscales y la deuda pública han subido más de lo esperado. El déficit fiscal global del gobierno central se incrementó hasta el 6,7% del PIB en 2024 desde el 4,2% del PIB de 2023, lo que lo sitúa 1,1 puntos porcentuales del PIB por encima de la meta de déficit fijada por las autoridades en el marco fiscal de mediano plazo. El aumento del déficit es reflejo de unos ingresos tributarios menores de lo previsto y de un gasto primario por encima del objetivo, a pesar de los ajustes del gasto realizados a finales de 2024″.
Además, asegura el informe que, «las restricciones de liquidez contribuyeron a la acumulación de grandes rezagos presupuestales (2,8% del PIB) que se están regularizando este año, compitiendo por los recursos presupuestarios de 2025. Los déficits más elevados, junto con un peso algo más débil, situaron la deuda pública bruta en un 61,3% al final de 2024».
Advierte que en consecuencia, los diferenciales colombianos se han ampliado, sobre todo en relación con los de países comparables, afectados igualmente por el endurecimiento de las condiciones financieras mundiales.
Para el FMI, «en un contexto en el que los riesgos mundiales son altos y cambiantes, prosiguen las conversaciones sobre las perspectivas y sobre las políticas que pueden aplicarse para mitigar los shocks y, al mismo tiempo, fortalecer significativamente las finanzas públicas».