Aunque al Gobernador de Santander, Didier Tavera Amado poco le han importado los resultados de Gallup sobre aprobación y desaprobación de su gobierno –tal vez porque no ha tenido cifras favorables que destacar- lo cierto es que, desde junio pasado los resultados han evidenciado que no todo lo tiene perdido. (Ver resultados de la encuesta)
En esa ocasión, con un 54 por ciento los santandereanos calificaron la aprobación de su administración, contra un 30 por ciento de desaprobación. Dos meses después, esa aprobación subió dos puntos y de manera sorpresiva, en octubre subió siete puntos más, logrando un nivel positivo del 63 por ciento. Sin embargo, las cifras de desaprobación se han mantenido constantes, 33 y 32 por ciento en agosto y octubre, respectivamente.
Este incremento en su aprobación, sin duda se convierte en un respiro para la Administración Tavera, quien no ha tenido la aceptación de los santandereanos como la obtuvieron sus dos antecesores, Horacio Serpa Uribe y Richard Aguilar Villa.
Incluso, al actual Mandatario Seccional, las cifras lo han ‘rajado’. Comenzó su gobierno con un incómodo 45 por ciento de aprobación, la tasa más baja entre los últimos tres gobernadores. Y, aunque ha tenido algunos leves incrementos (64 por ciento en octubre de 2016, su mejor medición) siempre se ha mantenido de media tabla hacia abajo. En febrero de 2018 volvió a desplomarse, en ese entonces su aprobación era del 46 por ciento.
Pero la suerte parece que comenzó a sonreírle. En las últimas tres mediciones (junio, agosto y octubre de 2018) ha logrado recuperar nueve puntos de su aprobación y los expertos prevén que por fin el mandatario encontró el camino al corazón de sus gobernados. Sin embargo, no creen que ese ascenso sea superior al 70 por ciento, basado en su inconstante comportamiento en la encuesta con respecto a los índices de aprobación y su nivel de desaprobación que se estancó este año en una media del 33 por ciento.
Tavera ha hecho mil maromas para intentar mejorar sus propios niveles de aprobación. Realizó varios encuentros ciudadanos en los principales sectores urbanos y rurales de Bucaramanga, ciudad donde se basa la medición de Gallup, pero los resultados reflejados en la medición fueron flojos.
Además –tal como ya lo han expresado hasta la saciedad varios opinadores políticos- el gobernador se mantiene alejado de las comunidades y de la propia clase política. Poco atiende a las comunidades en su despacho, poco visita los medios y aunque es muy visible en redes sociales, sus apariciones son poco contundentes y procesos de contratación –como el famoso Programa de Alimentación Escolar (PAE)- lo han dejado mal parado.
Su ascenso en la encuesta se basa principalmente en el protagonismo hecho desde la Federación Nacional de Departamentos (FND) donde fue su presidente y de las acciones tomadas con respecto a los problemas de seguridad que se afrontan en la capital del departamento.
Cabe recordar que la mejor cifra de aprobación alcanzada por Serpa fue del 76 por ciento en septiembre de 2010 y la peor fue del 65 por ciento en abril de 2010. Mientras que Aguilar tuvo su mejor medición en junio de 2014, con un 82 por ciento, mientras que en diciembre de 2013 obtuvo su peor nivel de aprobación, 61 por ciento.
Ficha técnica: Fueron realizadas 1.200 encuestas (767 telefonía fija y 433 telefonía celular) distribuidas de la siguiente manera: Bogotá 400 encuestas (209 telefonía fija y 191 telefonía celular), Medellín 200 encuestas (140 telefonía fija y 60 telefonía celular), Cali 200 encuestas (132 telefonía fija y 68 telefonía celular), Barranquilla 200 encuestas (130 telefonía fija y 70 telefonía celular) y Bucaramanga 200 encuestas (156 telefonía fija y 44 telefonía celular); además de la distribución por niveles socio-económicos de manera proporcional a la población. Para ajustar la muestra total al tamaño real del universo de cada ciudad, se aplican factores de ponderación.