Por: Javier García Gélvez/ Los gastos hormiga son esos pequeños placeres culpables que nos damos a diario sin darnos cuenta, un café aquí, una golosina allá… ¡y antes de que te des cuenta, tu cuenta bancaria está más lánguida que nunca. Estos pequeños gastos, aunque inofensivos por separado, pueden convertirse en un verdadero ‘monstruo’ que devora nuestros ahorros.
Es probable que los gastos hormiga estén saboteando tus finanzas, estos pequeños desembolsos diarios, como un café, un snack o una suscripción más, se esconden a plena vista, erosionando tu presupuesto poco a poco.
¿Te has preguntado por qué a pesar de trabajar duro, siempre sientes que no te alcanza el dinero?
Imagina una hormiga cargando una miga de pan; sola parece insignificante, pero muchas hormigas trabajando juntas pueden vaciar un gran almacén, así funcionan los gastos hormiga, al restar pequeñas sumas a tu bolsillo, te impiden alcanzar tus metas financieras y disfrutar de las cosas realmente importantes.
Las comidas rápidas y bebidas, compras impulsivas y suscripciones, son gastos habituales consumistas que se convierten en obstáculos para tu bienestar económico.
¿Cómo combatirlos?
Comienza por llevar un registro detallado de tus gastos, ya sea en una app o en un cuaderno, analiza tus hábitos de consumo y descubre por dónde se va tu dinero, identifica aquellos gastos que no son esenciales y busca alternativas más económicas.
Además, debes establecer un presupuesto realista y sobre todo ejecutarlo al pie de la letra, sistematiza tus ahorros en una sencilla hoja de cálculo y convierte el ahorro en un hábito; recuerda, cada pequeño cambio que hagas en tus finanzas es muy importante, si tomas el control de tus finanzas, no solo estarás más cerca de alcanzar tus metas, sino que también contribuirás a una sociedad más estable y próspera.
No subestimes el poder de los hábitos financieros saludables, al igual que una planta necesita agua y sol para crecer, tu economía necesita disciplina y planificación, no olvides invertir en tu futuro financiero y cosecha los beneficios a largo plazo.
El papel de las instituciones
Que interesante seria si el gobierno realmente se preocupara por brindar educación financiera básica, o si las escuelas enseñaran a sumar y restar dinero en vez de solo números abstractos, qué locura sería que las universidades incluyeran materias como «Cómo no quedarte en la calle por un crédito estudiantil», y ni hablar de las empresas, que, en vez de solo pensar en sus ganancias, se preocuparan por enseñarnos a invertir nuestros salarios.
Y los bancos, que, en lugar de inventar términos en latín para sus productos, los explicaran como si estuvieran hablando con un niño de cinco años, qué utopía, soñar no cuesta nada, por ejemplo, en lugar de que los bancos nos obliguen a leer contratos de 20 páginas llenos de letra pequeña, podrían ofrecer resúmenes claros y concisos de los productos, como si estuvieran explicando una receta de cocina.
Estrategia de la regla 50-30-20
Esta sencilla guía te propone dividir tus ingresos en tres categorías:
el 50% para cubrir tus necesidades básicas (vivienda, comida, etc.), el 30% para tus gustos y deseos, y el 20% para ahorrar e invertir.
Recuerda, esta es solo una guía, una brújula para orientarte en el mar de tus finanzas, la regla 50-30-20 es flexible y adaptable a tu realidad, por ejemplo, si tus ingresos son variables, ajusta los porcentajes según el mes, o si tienes un objetivo de ahorro a corto plazo, aumenta temporalmente el porcentaje destinado a él, o si las deudas te agobian, prioriza pagarlas antes de ajustarte a la regla.
Lo importante es crear un presupuesto que se adapte a tu estilo de vida y te permita alcanzar tus metas financieras, al tomar el control de tus gastos y ahorrar de manera consistente, estarás construyendo un futuro más seguro y estable.
Por último, los gastos hormiga, aunque pequeños individualmente, pueden afectar significativamente tu presupuesto, identificarlos y controlarlos es crucial para alcanzar tus metas financieras y lograr una mayor estabilidad económica.
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*Contador Público, Especialista en Revisoría Fiscal y Magister en Gestión de la Tecnología Educativa.