Por: Jesús Heraldo Rueda Suárez/ Frases como: Fue sin culpa, la culpa es de… no fue mi culpa, no sabía, o la del chavo fue sin querer queriendo, etc. Son expresiones como dice la cultura popular de, “escurrir el bulto” o más claro aún, es no asumir responsabilidades, no querer avanzar o aprender, o camino a convertirse en “la pobre víctima”.
Echar la culpa a los demás es muy fácil, es una forma de no aceptar nuestros propios errores, de no ejercer nuestra responsabilidad, ejemplos sencillos al llegar tarde, “ese taxista venía muy lento”, “el retén de circulación nos demoró”, que fácil es asumir la responsabilidad y decir la verdad, “me levante tarde” y acá vale la pena citar a Thomas Harris “echarle la culpa de tus errores a la naturaleza, no cambia la naturaleza de tus errores”.
¿Equivocarse es de humanos?: claro que sí, todos hemos cometido equivocaciones sin embargo no está en mí el hablar de los errores de los demás, hablare en primera persona, he cometido muchos errores, los he aceptado y enfrentado, asumiendo la culpa y las consecuencias de estos, ello me ha dejado un gran aprendizaje y así lo seguiré haciendo porque de seguro he de cometer otros más.
¿Pero porque no asumimos los errores? o en ocasiones buscamos evadir las responsabilidades, la mente trata siempre de deslindarse de los problemas, pero, sobre todo, de las culpas, esto suele ser como una especie de salvaguarda hacia los ataques de otros, que a veces realmente son más producto de nuestros miedos e imaginación.
Una conducta frecuente es buscar culpables, si las cosas salen mal… fue culpa de… si salen bien es nuestra capacidad, no estamos preparados para decir me equivoque, es más le damos la responsabilidad a la suerte, al clima, al transporte, incluso “es que el zodiaco lo dijo”, que crueles e irresponsables excusitas para afrontar la realidad.
Decirlo puede ser fácil, sé que no es una tarea sencilla, pero ojo tampoco es imposible de lograrlo, dejemos de echarle la culpa a los demás y comencemos a aceptar cuando nos equivocamos, no saben la seguridad y el beneficio que eso otorga, además se necesita, quitémonos de encima las mantas de esa gran coraza que se llama orgullo, pero sobre todo seamos sinceros con nosotros mismos eso es lo primero, y luego con el resto de las personas.
Asumir los errores es aprender, esto nos permitirá crecer como personas, asimismo nos ayudará a comprender a los demás cuando se equivoquen y a su vez nos será más fácil perdonar si nos han afectado de algún modo. Actuar así no es más que una forma de madurar y de hacernos con el control de nuestra vida.
Todo lo anterior no lo venden en una tienda está dentro de nosotros y nadie más que nosotros revertir esa práctica insana de echarle la culpa a los demás de los errores que cometamos por pequeños que ellos sean, ¡hágalo ya! o le va a pasar lo de la ranchera siempre caigo en los mismos errores y de seguro le tocara otra vez brindar con extraños y llorar por los mismos errores.
Ojo con algo, el equivocarse no te hace valer menos, todos podemos errar y no por ello valemos menos, ¿recuerda cuando aprendimos a conducir?, vaya que cometimos errores, la culpa no era del carro, ni del sol, o de quien nos enseñó, nosotros éramos los que nos encontrábamos al frente del volante adquiriendo la práctica y lo logramos, así sucede en todos los aspectos de la vida, es mucho más sano mirar hacia dentro que buscar culpables fuera. De esta forma, aprenderemos y creceremos como personas.
El reconocer nuestros errores nos llevara poco a poco a enfrentarnos a ellos y así superarlos, seguro que esa práctica hará que quienes nos rodean aprendan a no echar la culpa a los demás, a decir “me equivoqué”, algo tan difícil de conseguir en estos días, pero tan necesario, es que asumir responsabilidades, es uno de los puntos fuertes que debemos tener si queremos que nuestros proyectos tengan éxito.
Si trasladamos este tema al campo laboral encontraremos que el trabajo en equipo se usa para expiar los errores en los demás, diría que esta es una de las competencias más difíciles de lograr y la principal razón es la culpa, esto porque el ser humano, de manera casi que natural, busca las causas de su fracaso en el exterior y no en aquello que debe mejorar, en el campo de las ventas se revisan los indicadores de gestión, el cumplimiento de metas y en los análisis finales todos los argumentos son externos, clima, precio, tiempos, competencia, basta recordar las peleas internas entre mercadeo y ventas ambas se enfrentan, la una pide más apoyo y la otra más información y al final nadie asume una responsabilidad.
¿Revisemos las quejas de los clientes en cuanto a: las entregas tarde, el producto mal empacado, las promesas no cumplidas en el servicio, ¿y así podemos encontrar muchos más y la solución o el camino que toman las empresas es la búsqueda de un culpable o un área culpable o en otros casos factores externos y la corrección? Seguramente en el otro mes encontraras la misma queja.
Ahora miremos este tema con lo que pasa en nuestro país: estamos viviendo situaciones difíciles en todos los campos, económicos, de salud, de empleo, de seguridad etc. Se que hay situaciones difíciles de controlar y que son ajenas a nuestro actuar, pero somos nosotros los que elegimos a nuestros gobernantes, alguna vez antes de votar nos hemos preguntado ¿esta persona por la cual voy a votar tiene las condiciones necesarias para desempeñar ese cargo?, Si no lo hacemos y votamos por otros factores no nos quejemos, asumamos la culpa aprendamos de esa experiencia y corrijamos ese proceso, estoy seguro de que si se hubiese actuado asi tendríamos otro país.
Nos acostúmbranos a las quejas, a las protestas ¿ya para qué? es que las excusas en todas áreas están a flor de piel empresarios que centran sus males en la crisis o en las políticas del gobierno, padres que culpan del fracaso de sus hijos a las malas compañías, a su entorno, a los profesores, deportistas que se excusan en la mala suerte, en el árbitro y nuevamente lo digo hasta el horóscopo tiene la culpa.
Me molestan mucho las personas que centran siempre sus problemas en los demás, que la culpa de lo que les está pasando nunca es suya, admiro y respeto mucho a las personas que se comportan de forma totalmente contraria, aquellas que asumen sus culpas y corrigen sus errores que no echan las culpas a los demás y asumen totalmente su responsabilidad.
Por último, no le eches la culpa a los demás, de seguro tú también tienes parte de culpa y parte de responsabilidad. Además, seguir con esa práctica de culpar a los demás no te ayudará en nada.
*Profesional en Mercadeo
Twitter: @heraldoru
(Esta es una columna de opinión personal y solo encierra el pensamiento del autor).