El expresidente y por segunda vez candidato al Senado de la República, Álvaro Uribe Vélez, no había sentido tanta tristeza y decepción por la labor política de su partido, como la que se evidenció esta semana en Santander, producto de la preocupante situación que vive su colectividad en este departamento.
Tres fuentes muy cercanas a los equipos políticos del Centro Democrático, que acompañaron la correría de Uribe, dijeron a Corrillos! que el jefe la colectividad les pidió unirse y mejorar el trabajo político, toda vez, percibe resultados negativos en esta región.
Un alto dirigente del ‘uribismo’ en Santander, explicó que se hace notoria la división existente entre los tres candidatos al Senado, Carlos Alberto Gómez Gómez, Leszli Kálli y Quintín Herrera, “de ahí no sale elegido ninguno si no fortalecen el trabajo en Santander”, les dijo Uribe según la fuente.
La negativa percepción que tiene Uribe sobre Santander fue evidente cuando éste acudió a una “gran reunión” con empresarios, “pero allí no asistieron más de 20, entre ganaderos y comerciantes”, precisó otro líder de la colectividad de derecha.
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Pero el malestar del senador y jefe máximo del Centro Democrático no solo es con los candidatos al Senado, “Uribe se fue convencido que hay una profunda división entre los siete candidatos a la Cámara, crisis que ha permitido que se debiliten las bases y exista poca motivación con respecto a la contienda de marzo”, aseguró uno de los miembros del directorio, que pidió reserva de su nombre.
Las tres fuentes consultadas coincidieron que la división que hoy es latente entre los candidatos del ‘uribismo’ se debe a las rencillas previas al proceso de inscripción y acusan a la opinadora y candidata Leszli Kálli de generar un clima poco agradable entre ellos.
“Los candidatos a la Cámara fueron muy cautos en decirle a Uribe que existe esa división, pero es claro que él se fue convencido de la crisis, por eso nos pidió que nos uniéramos más, que dejáramos de atacarnos en redes sociales y que nos pusiéramos a trabajar”, dijo el directivo del Centro Democrático.
Aunque los candidatos, tanto los tres al Senado como los siete a la Cámara se comprometieron a generar un clima de unidad, la situación sigue siendo tensa, pues los ataques personales de antes dejaron huellas profundas que hoy parecen irreconciliables.
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