Por: Eugenia Aguilar Rueda/A la Corte Suprema de Justicia se le debe todo el respeto, no sumisión a quienes traicionan la confianza depositada para que ejerzan con ética, moralidad y celeridad, principios consagrados en la prolija normativa nacional, los deberes y obligaciones encomendados.
Es verdad, escudriñando el ordenamiento jurídico, no se encuentra norma alguna que obligue a los magistrados a elegir Fiscal General en un término, una vez se recibe la terna.
En toda democracia se instituye el debido proceso como garantía de la protección de los derechos consagrados en la constitución y la ley, sea el procedimiento judicial o administrativo y es de la esencia del mismo, los términos para decidir los asuntos sometidos a su consideración, entonces si desde lo netamente jurídico no es obligación sí lo es desde lo razonable, al considerar la confrontación política entre el sector que eligió a quien se le vence el periodo y al sector de gobierno que debe elegir al que llega a liderar la institución, máxime si tenemos de telón de fondo a un fiscal que ha intentado por tercera ocasión el archivo del expediente del ex presidente y por otro lado a un presidente con familiares sometidos a enjuiciamiento por conductas reprochables por el ordenamiento penal.
El voto en blanco permitió que la vicefiscal Martha Mancera, cuya gestión se encuentra severamente cuestionada por la prensa independiente del país y cuyos resultados refleja la debilidad de la Institución, que para el año 2022 permitió que se expidieran 5691 boletas de liberta por vencimiento de términos, ese mismo voto en blanco impidió la escogencia entre tres mujeres, todas virtuosas para ocupar el cargo, y salta la duda, será precisamente por ser mujeres, no proveniente de recomienda de partido alguno, destacadas por su profesionalismo al servicio de la institución a la que quieren representar y a quienes no se les puede juzgar haciendo conjeturas de la amistad con el gobierno, si finalmente todos los fiscales que han antecedido, han sido cercanos a la presidencia de la república y algunos se han desempeñado con mayor o menor independencia.
De un lado se reclama la independencia y autonomía de la Corte, autonomía que se ve empañada cuando algunos de sus magistrados mantienen familiares desempeñando funciones en la FGN, quienes no han llegado allí a través de concurso de méritos, y de otro lado se empaña su independencia cuando se sesga su imparcialidad en favorecimiento de integrantes del sector político que los llevo a tal dignidad.
Estamos a tiempo de revisar el tema, aprovechando el trámite de reforma a la justicia, si en pasadas elecciones ocurrió algo similar, con la diferencia de que el vicefiscal no estaba tan cuestionado, y se toman los correctivos para que en situaciones futuras no se sacrifique la idoneidad de la Corte, se beneficie a la sociedad en general, somos nosotros los ciudadanos los que tenemos derecho a tener unas Cortes incólumes, que materialicen la garantía ofrecida en la norma y llevar a prohibición lo que debió ser solo un postulado de ética, prohibir a magistrados recomendar a sus parientes en altos cargos de las Instituciones donde ellos inciden en la elección y señalar los términos en que debe pronunciarse la Corte al escoger altos funcionarios.
Las tres mujeres, Angela María Buitrago, Amelia Pérez Parra y Luz Adriana Camargo, han hecho merito para estar en la terna y cualquiera de ellas, de ser elegida dan garantía de devolverle al máximo órgano investigador la credibilidad que ha perdido, fortalecerse como el gran ente investigador de la corrupción de nuestro país y no tomarla de trampolín para el ejercicio político – electoral a la presidencia y en caso de que ello ocurra, será la ciudadanía la que haciendo uso del voto castigo no los elija.
¡La Corte Suprema de Justicia escogerá la Fiscal en la próxima sesión, como preámbulo a la celebración del Día de la Mujer!
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*Abogada especialista en administrativo y función publica
X: @EugeniaAguilarR
Argumentos sencillos y claros los expresados en la columna. Requerimos que la corte en parte se reivindique con su rol de ejemplo moral para el país. Y ojala como se señala al final de la columna…sea el preámbulo de la celebración del día internacional de la mujer: contar con una nueva fiscal.
Una descripción perfecta de lo que está ocurriendo en la Honorable Corte Suprema de Justicia.. Muy triste que hoy esa Corporación que en tiempos no muy lejanos, mereció el respeto y admiración de nuestros conciudadanos, se haya convertido en una pobre institución para pagar favores políticos al estilo del famoso, » tu me eliges, yo te elijo «.
Felicitaciones doctora Eugenia. Como siempre, muy centrados y oportunos sus excelentes editoriales.