Por: Holger Díaz Hernández/ “La inteligencia del hombre se mide por la cantidad de incertidumbres que es capaz de soportar”: Emmanuel Kant.
Luego de meses de incertidumbre aparecen nuevos anuncios del gobierno con respecto a la fecha de inicio de la vacunación contra la Covid-19, 20 de febrero.
De acuerdo a las proyecciones de este, en el mes de febrero se colocarían 1.13 millones de dosis, en marzo 2.3 millones, en abril 5.6 millones, en mayo 5.4 millones, con un pico máximo en agosto de 11 millones y un gran total de 60 millones de dosis aproximadamente a 31 de diciembre de este año, que habrán beneficiado a unos 35 millones de colombianos, generando en ese momento lo que se conoce como la inmunidad de rebaño (IR) con la disminución inmediata de los casos positivos hasta su desaparición definitiva.
Las cuentas son alegres y a pesar del optimismo de muchos serán difíciles de conseguir, porque son proyecciones fundamentadas en acuerdos con las farmacéuticas y el logrado con la OMS en la estrategia Covax, que hasta el momento no se han cumplido ni para los países productores, ni a los que le apostaron a invertir financieramente en las fases iniciales de los estudios para la producción de las vacunas.
Lo cual significa que dependemos no sólo de la voluntad de otros actores si no de las reglas del mercado y eso no nos favorece de ninguna manera.
Colombia decidió negociar cinco tipos de vacunas diferentes con el objetivo de disminuir los riesgos de quedarse sin opciones:
La de Pfizer que es una vacuna de ARN mensajero, requiere refrigeración a -70 grados bajo cero, la eficacia en los estudios fase 3 fue del 95% y los efectos secundarios son mínimos, la segunda dosis se aplica a la tercera semana y será la primera en llegar al país. Se negociaron 10 millones de dosis para cinco millones de personas.
El país se ha estado preparando para tener la infraestructura y los equipos para garantizar la conservación de la cadena de frío necesaria para esta vacuna, este biológico se utilizará por ello exclusivamente en las grandes ciudades.
La Moderna es también de la nueva tecnología de ARN mensajero, son dos dosis, la segunda se aplica a las 4 semanas, se refrigera a -20 grados bajo cero, pero se puede mantener en una nevera normal durante un mes.
Tiene eficacia del 94%, con mínimos efectos adversos, son 10 millones de dosis.
La de AstraZeneca desarrollada en asocio con la Universidad de Oxford es una vacuna con tecnología viral recombinante, (adenovirus de chimpancé), se negociaron 10 millones de dosis, con una eficacia probada del 70,4%, se usan dos dosis, la segunda entre 4 a 12 semanas después, requiere refrigeración en una nevera convencional.
Tiene una limitante y es que no está suficientemente probada en mayores de 65 años.
La de Jannsen (Johnson y Johnson) es de única dosis, con efectividad del 66% para prevenir Covid y del 85% para enfermar gravemente, usa tecnología de adenovirus recombinante y se vacunarán a 9 millones de personas con ella, en las próximas semanas será aprobada por la FDA.
La de Sinovac, producida por China, son dos dosis, la segunda a las 4 semanas, se refrigera en nevera convencional, pero aún no hay claridad con su eficacia y no sido aprobada por los entes internacionales. Son 2.5 millones de dosis.
Y por último las del acuerdo Covax que son 20 millones de dosis para 10 millones de personas, siendo muy incierta la fecha en que llegarán al país.
Han sido muchos los anuncios de la posible llegada de estas vacunas, pero hasta ahora no hay nada claro, la Unión Europea ha tenido ya controversias de fondo con Pfizer y Moderna por el no cumplimiento en el número de vacunas que se habían comprometido a proveer a sus territorios y no han podido cumplir por la incapacidad para producir los miles de millones de dosis necesarias en tan corto tiempo.
Hay que resaltar que a pesar de los reparos de la OMS y de muchos científicos del mundo, Rusia no sólo logró producir la primera vacuna – la Sputnik V- en su laboratorio Gamaleya, sino que además consiguió de acuerdo a los resultados clínicos de fase 3, tener una de las vacunas más efectivas de las producidas hasta el momento.
Además, es una vacuna de una sola dosis, de bajo costo y se conserva a la temperatura normal de un refrigerador. De esta Colombia no logró negociación.
En este momento se están adelantando estudios clínicos para probar la efectividad de combinar diferentes vacunas, el primero de ellos entre Pfizer con AstraZeneca con el objetivo de mejorar la eficacia, disminuir los efectos adversos, mejorar la seguridad y lograr un mayor efecto contra las nuevas cepas que hoy asustan al mundo.
Aún hay mucha tela por cortar con esta pandemia de Covid-19, estudios serios muestran que para lograr la IR falta mucho tiempo, que este virus acompañara al mundo por lo menos entre cinco y siete años más, que llegó para quedarse y que está más cerca la aparición de otra pandemia que la extinción de esta.
El gobierno nacional a pesar de sus errores le ha tocado jugar con lo que le permiten las normas en cuanto a lo contractual y a las reglas que han impuesto en los mercados internacionales los países productores y las multinacionales farmacéuticas, en un negocio que las está enriqueciendo de manera exorbitante sin que haya un atisbo siquiera de una posible ayuda a los países del tercer mundo.
En ese orden de ideas no debemos ser ni optimistas absolutos ni negativistas extremos y al mismo tiempo no podemos permitir que se politice esta crisis sanitaria que nos sigue asustando, en un momento en que estamos saliendo de la segunda ola de la pandemia, que fue más agresiva y mortal.
“Cuídate, cuídame y cuídanos”: José L Accini, Médico Intensivista, Presidente de la AMCI.
*Médico cirujano y Magister en Administración.