Por: Javier Antonio Rojas Quitian/ La vía entre Bucaramanga y Barbosa, claramente es una fiel representante de la red vial de nuestro país, anticuada, deteriorada, inestable, sin señalización, ni mantenimiento y para hacerla más colombiana, 3 peajes en menos de 220 Km, uno cada 73 Km.
Vergonzosa, es la palabra que mejor puede describir las condiciones de una de las vías más importantes de nuestro departamento, saliendo de Barbosa, hacia Bucaramanga, lo más acertado que se puede hacer es “echarse la bendición”, para no averiar los vehículos en uno de los tantos huecos que existen, para no accidentarse en una de las tantas inestabilidades geológicas o por falta de señalización o para no quedar atrapados por horas en uno de los muchos trancones y represamientos que se presentan a diario en la vía.
Actualmente el Instituto Nacional de Vías (Invias), tiene bajo su responsabilidad la Administración de este corredor vial, que conecta el área metropolitana de Bucaramanga y Norte de Santander con el centro del país, que anualmente genera miles de millones de pesos para el estado por concepto de los 3 onerosos e injustos peajes y que aporta grandes rendimientos a la economía del país.
Y es que las falencias de esta vía, son innumerables, requiere urgentemente atención y mantenimiento del asfalto y estabilización de taludes, especialmente entre Barbosa y el Socorro, pues los huecos se pueden contar por docenas y son varios los sitios en donde por movimientos geológicos se reduce abruptamente a un solo carril la vía, generando alto riesgo de accidentalidad.
Por otro lado, la señalización de esta vía parece de red terciaria, viajar en la noche y con las altas precipitaciones meteorológicas que se presentan en gran parte del recorrido, hacen que se incrementen las probabilidades de presentar un accidente o un percance en la carretera.
En los peajes, el Invias no presta el servicio de ambulancia o de carro taller o por lo menos en los recibos de pago no suministran la información de estos servicios, igualmente lucen ineficientes a la hora de limpiar los escombros o los residuos que bajan de las laderas a la vía luego de los fuertes aguaceros y que permanecen por horas y hasta días en el asfalto, ocasionando traumatismos en el flujo vehicular, accidentes o daños en los automotores.
Pero todas estas acciones, son pañitos de agua tibia, la verdad es que los santandereanos hemos sido conformistas y nuestros dirigentes mediocres a la hora de gestionar o visionar una vía en mejores condiciones. Parece increíble que en esta vía tan importante aún existan curvas tan cerradas, en donde dos tracto-camiones no puedan pasar y uno tenga que esperar a que el otro le de paso, igualmente es de no creer, que, en plena ruta nacional, entrando al área metropolitana, se tenga que impedir el flujo vehicular, para que quienes vienen del municipio de Los Santos puedan tomar la vía.
Supuestamente, el dinero recaudado en los peajes es para financiar la doble calzada de Barbosa a Bucaramanga, ya llevan varios años cobrándolos, pero la doble calzada no parece estar cerca, ocasionalmente se habla de la asignación de gran cantidad de dinero para la modernización del corredor vial Zipaquirá – Bucaramanga, la inversión no se ve, es más, la vía está cada vez peor.
El gobierno no ha mirado con ojos generosos esta vía, que requiere urgentemente la construcción de varios intercambiadores, algunos túneles y dobles calzadas, para que se convierta en una vía digna de ingreso a la quinta ciudad más importante del país y que hace un gran aporte al desarrollo económico de la región y de la nación.
Por eso, el llamado es a nuestros dirigentes, justo ahora que se están organizando para las elecciones del próximo año, que las alianzas busquen una verdadera transformación vial de nuestro departamento, que se proyecte comercial e industrialmente como otras regiones del país que sí lo están haciendo. Señores dirigentes pónganse de acuerdo y “hagan valer” en la nación el voto de cada uno de los santandereanos, que la inversión para nuestro departamento y especialmente para nuestras vías sea real y ambiciosa. No sean conformistas, no se regalen, no les de pena pedir.
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*Exalcalde de Sucre (Santander), Administrador de Empresas, Especialista en Gestión Pública y Magister en Políticas Públicas y Desarrollo.