El suspendido alcalde de Bucaramanga, Rodolfo Hernández Suárez, rompió su silencio este miércoles y habló por primera vez en los medios sobre el golpetazo que le propinó en su oficina al concejal del partido ASI, John Jairo Claro Arévalo.
Aseguró que la llegada del cabildante a su despacho con cámaras de televisión fue planeada, porque -según él,-ningún otro funcionario había grabado una reunión. “Fui víctima de los corruptos que pusieron a mi familia como carnada de su malévola visita a mi despacho con cámaras”, señaló.
De acuerdo con lo que explicó a los medios, el concejal Claro –quien hacía parte de su coalición de gobierno- lo hizo salir de casillas porque tocó un tema sensible para él y su familia. «Yo me salí de casillas cuando me sacó lo de Vitalogic (…) Yo no me he robado ni un peso», dijo el mandatario suspendido cuando explicó el motivo por el que se sobresaltó de manera violenta.
Cabe recordar que el pasado El pasado 15 de diciembre, Corrillos de manera exclusiva hizo público un acuerdo de corretaje notariado, firmado por varias personas, entre ellas Luis Carlos Hernández Oliveros, uno de los hijos del alcalde de Bucaramanga.
En el acuerdo quedó evidenciado que se comprometió a hacer gestiones de acercamiento para que dos multinacionales interesadas en el negocio de las basuras en Bucaramanga fueran beneficiadas. Este es el ‘escándalo de Vitalogic’ al que el mandatario se refirió y por el que reaccionó de manera agresiva. «Mi hijo cometió una imprudencia, pero yo corté todo eso (…) yo no puedo darles un beso y un abrazo cada vez que me saquen eso», dijo.
Asimismo, manifestó que, aunque reconoce que cometió un error, «deberían de ponerle una medalla por enfrentarse solo a una mafia». Hernández Suárez denunció que en Bucaramanga hay una mafia que no lo ha dejado gobernar los últimos tres años y volvió a cuestionar al procurador Fernando Carrillo por la celeridad para abrirle un proceso disciplinario.
Indicó además que «al que le fue la mano fue al procurador (Fernando) Carrillo. Para mí fue una bofetada que le hizo a la democracia», dijo Rodolfo Hernández, al exponer que hubo demasiada “eficiencia” para suspenderlo del cargo.
El alcalde de Bucaramanga continuará suspendido de su cargo, mientras avanza la investigación disciplinaria en su contra por agredir a un servidor público. «El único derrotado es el que baja los brazos, vamos a seguir luchando. No porque esté suspendido me voy a rendir”, expuso.