“No me disgusta la idea de un acuerdo quinquenal para elevar salarios reales de acuerdo a la productividad, lo propuse en campaña y concuerdo con Uribe, pero ese artículo debe figurar en la actual reforma laboral y no sustituirla”, dijo el primer mandatario.
El pasado 16 de marzo la ministra del Trabajo, Gloria Inés Ramírez, radicó en el Congreso la reforma laboral, un proyecto que, en sus palabras, «garantizará los derechos de los cerca de 22 millones de ocupados del país».
Sin embargo, algunos gremios y sectores políticos han mostrado su preocupación sobre algunos puntos del documento, pues consideran que se pueden generar mayores costos a los empleadores y afectar la productividad de las empresas.
Frente al tema, el expresidente Álvaro Uribe expresó sus críticas al proyecto, pues considera que es una reforma dañina tanto para los trabajadores como para los empresarios. Por lo tanto, desde su partido, proponen una alternativa a la iniciativa del Gobierno.
«Proponemos como alternativa que se promueva un acuerdo quinquenal de incremento salarial y de productividad, sin complicar más las normas laborales», dijo Uribe desde el Foro ‘Las regiones vuelven al centro’, que desarrolla su partido desde Cartagena.
Al respecto, el presidente Gustavo Petro dijo estar de acuerdo con la idea de Uribe, pero resaltó que ese es un artículo que se puede incluir en la iniciativa actual y no en un proyecto que la sustituya.
El presidente le ha salido al paso a las críticas que ha recibido la reforma, especialmente a aquellas que aseguran que el incremento de los salarios de los trabajadores aumentaría la informalidad.
En su cuenta de Twitter, Petro explicó que: «La informalidad es el producto de no haber dejado acceder a la tierra a los campesinos desde hace un siglo. Campesino(a)s sin tierra, sus hijos y sus nietos son hoy los y las informales».
Por su parte, Uribe sostiene que la reforma laboral «ilusiona a los trabajadores y después los frustrará», pues sus normas «apuntan a que no se genere empleo formal por exceso de costos y de regulaciones».
Argumento con el que no estuvo de acuerdo Petro, pues, según escribió en su cuenta de Twitter: «Deberían reconocer que a pesar de las reformas laborales, que comienzan con la ley 50 en los 90, y que en general redujeron el salario relativo, no trajeron el fin de la informalidad».
Por lo tanto, para el madatario la informalidad se supera «empoderando la economía popular, asociándola, brindándoles saberes, otorgando crédito abundante y barato».